¡®Hardcore¡¯, la rebeld¨ªa de Rafa sobre su silla de ruedas

Cuenta Rafa Botella, de 36 a?os, que cuando iba a los conciertos de m¨²sica electr¨®nica hardcore en Holanda le sorprend¨ªa el respeto y el civismo de la gente. En cuanto le ve¨ªan entrar en su silla de ruedas, la persona m¨¢s cercana empezaba a avisar a la que ten¨ªa delante y as¨ª sucesivamente para que pudiera acceder al lado del escenario. La m¨²sica no dejaba de sonar con su ritmo arrebatado y acelerado, y el p¨²blico bailaba y saltaba en consonancia, pero ah¨ª estaba ¨¦l, disfrutando con el cuerpo paralizado desde el cuello y hasta los pies.

Luego, un dolor insoportable le cort¨® las alas. Le imped¨ªa subir a la silla de ruedas, incorporarse. Se acabaron los conciertos, tambi¨¦n en Espa?a, donde lo trataban ¡°muy bien, pero de manera diferente a Holanda¡±, una de las cunas del g¨¦nero musical al que se aficion¨® antes de que a los 19 a?os un accidente de coche le dejara tetrapl¨¦jico y acabara con la vida de su novia. Hace dos a?os reclam¨® la aprobaci¨®n de la ley de eutanasia y se puso en contacto con la asociaci¨®n Derecho a Morir Dignamente. No pod¨ªa aguantar el dolor y no quer¨ªa vivir as¨ª.

Hoy, Rafa Botella est¨¢ en otra fase. Acaba de rodar Hardcore, un cortometraje con el cineasta Ad¨¢n Aliaga, nominado cuatro veces a los Goya y director de La casa de mi abuela. Gracias a esta pel¨ªcula sobre su vida y su afici¨®n a la m¨²sica, ha vuelto a un concierto en el festival Medusa de Cullera y ha podido conocer al dj Javier Boss, al que segu¨ªa desde su juventud, cuando era ¡°un poco rebelde¡±, apunta. Y sobre todo ha vivido una experiencia ¡°¨²nica¡± con un grupo de gente del cine que ha tomado durante una semana su habitaci¨®n adaptada. ¡°Lo he disfrutado del todo. Esta semana que no est¨¢n, los echo de menos. Con toda la casa llena de gente, de c¨¢maras, prepar¨¢ndolo todo durante horas para rodar un minuto... F¨ªsicamente ha sido muy cansado, pero ha valido la pena¡±, explicaba a finales de julio desde su casa en la poblaci¨®n valenciana de Simat de la Valldigna.

Botella tiene una personalidad marcada y es un gran conversador. Con motivo de la entrada en vigor de la ley de la eutanasia en Espa?a en junio, fue objeto de numerosas entrevistas, entre ellas las de algunos de los principales corresponsales de la prensa extranjera. Ahora no quiere hacer uso de ella, pero le tranquiliza saber que puede ejercer en su pa¨ªs lo que considera un derecho.

La eutanasia, sin embargo, no centra la pel¨ªcula. Tras conocerlo, Aliaga le propuso hacer un filme en la l¨ªnea de la docuficci¨®n, con personajes reales y planteamientos diversos. ¡°Su vida dar¨ªa para una serie, un largometraje o para varios cortos: su relaci¨®n con su madre, que se encarga de la supervisi¨®n de la medicaci¨®n y de cuidarle; su vinculaci¨®n con las pantallas, con las redes sociales; que Botella haga v¨ªdeos o componga m¨²sica hardcore en su ordenador con ese contraste entre la movilidad, la m¨²sica y su estilo de vida; el accidente; su punto meditativo; todas las personas que van pasando por su casa: su fisio, sus amigos... ?l es muy conocido y querido en el pueblo y recibe muchas visitas en su habitaci¨®n en la que hemos rodado la mayor parte, adapt¨¢ndola art¨ªsticamente un poco¡±, explica el director alicantino de la pel¨ªcula producida por Jaibo Films, que ha obtenido ayudas de la Generalitat y cuyos derechos han sido adquiridos por la cadena auton¨®mica ? Punt.

¡°El prop¨®sito no es animar a los tetrapl¨¦jicos dici¨¦ndoles: ¡®Mirad lo que hago¡±, relata Botella. ¡°La idea es decirle al p¨²bico que est¨¢ bien: ¡®Veis como no es para tanto¡¯, ¡®veis como si no tuviera dolor me largar¨ªa a un concierto a Holanda con la ¨²nica diferencia de mi silla de ruedas¡¯. Es mostrar la vida real de un tetrapl¨¦jico, no la de un ser de luz, con sus deseos oscuros; con sus peleas con sus padres; con su forma de relacionarse con los dem¨¢s¡±, a?ade el valenciano, que dej¨® los estudios a los 17 a?os para trabajar en los huertos de naranjas de su padre, fallecido hace cuatro a?os.

A Botella le gust¨® mucho Intocable, la pel¨ªcula francesa m¨¢s taquillera de la historia en su pa¨ªs, basada en una historia real e interpretada por Fran?ois Cluzet, en el papel del multimillonario tetrapl¨¦jico que contrata a un inmigrante de un barrio marginal para cuidarlo, el humorista Omar Sy, que ahora triunfa en la serie Lupin. ¡°Me gusta la forma de presentar al tetrapl¨¦jico¡±, dice el valenciano. ¡°Nosotros vamos por otro lado, nuestra pel¨ªcula es documental aunque hemos recreado algunas cosas. Rafa nos da mucha verdad¡±, sostiene el director.

Tanta verdad como la que da Marisa Mart¨ª, madre del protagonista de Hardcore, que espera concursar en festivales en 2022. ¡°La relaci¨®n con mi madre es hardcore¡±, apunta Botella. ¡°Tenemos unas discusiones... En el rodaje la llamaba Brigitte Bardot. Era la estrella que se hac¨ªa esperar para rodar, viendo sus series turcas por la tarde. Sale en la pel¨ªcula, pero podr¨ªa salir m¨¢s¡±, bromea Botella. ¡°Ella est¨¢ siempre ah¨ª, conmigo. Es mayor, tiene 74 a?os, y ha acabado cansada por el rodaje, que le trastocaba todo su orden, con gente arriba y abajo. Normal. Conoci¨¦ndola, demasiado ha hecho¡±, agrega.

Mart¨ª reconoce el cansancio de convivir aunque fuera solo por unos d¨ªas con el traj¨ªn de un equipo de rodaje: ¡°Eran muy buenas personas, muy atentas, pero estoy acostumbrada a estar sola y estar con gente me molesta. Lo he hecho por mi hijo. Yo quiero tranquilidad y vivir a mi marxeta, no necesito nada de protagonismo. ?l ten¨ªa muchas ganas y estaba ilusionado. Siempre hemos tenido algunas discusiones. Es que ha sido un poco rebelde, pero me gusta mucho que tenga ganas de hacer cosas y de no estar acostado. Ya veremos la pel¨ªcula¡±, comenta la madre de Botella sobre el corto que se prev¨¦ exhibir el pr¨®ximo a?o.