La duquesa del Infantado asedia un castillo de pl¨¢stico

Manzanares el Real cuenta con dos complejos defensivos. El primero constituye una de las ciudadelas bajomedievales mejor conservadas de Espa?a, a la saz¨®n residencia palaciega de los Mendoza, duques del Infantado por la gracia de los Reyes Cat¨®licos. La segunda fortaleza que alberga este municipio madrile?o, de 8.800 habitantes, fue auspiciada por la misma noble familia, pero se levant¨® cinco siglos despu¨¦s. Y est¨¢ hecha de pl¨¢stico. Se trata de un lugar de recreo infantil, instalado en la parcela que ??igo de Arteaga y Falguera, capit¨¢n general de la II Regi¨®n Militar, cedi¨® gratis al Ayuntamiento en 1975 para disfrute de los m¨¢s peque?os. Su nieta Almudena, XX duquesa del Infantado, pretende recuperar el terreno de 3.000 metros cuadrados y acaba de presentar una demanda de desahucio.

El juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 3 de Colmenar Viejo prev¨¦ una vista oral al respecto en septiembre. La duquesa ha declinado hacer declaraciones, pero el texto de su denuncia, al que ha tenido acceso este diario, describe ¡°una ocupaci¨®n il¨ªcita por parte del Ayuntamiento de Manzanares el Real desde el d¨ªa 22 de enero de 2015¡±, cuando venci¨® la ¨²ltima pr¨®rroga de cesi¨®n. El acuerdo tuvo car¨¢cter indefinido en vida de ??igo de Arteaga, si bien este se encontraba sujeto a varias condiciones, entre ellas, el uso ¨²nicamente recreativo y la conservaci¨®n de la titularidad, que sigui¨® recayendo en su linaje. El contrato perder¨ªa validez cuando un tercer interesado adquiriera pleno derecho sobre la finca, raz¨®n por la cual ??igo de Arteaga, hijo reclam¨® la propiedad tras el fallecimiento de su padre en 1997. A esta reivindicaci¨®n le siguieron dos aplazamientos y a?os de negociaciones.

La duquesa, experta en derecho nobiliario y escritora de novela hist¨®rica, orient¨® en una ¨²nica direcci¨®n esos a?os de negociaci¨®n cuando hered¨® el patrimonio familiar en 2018: exigir al Consistorio manzanariego una indemnizaci¨®n, por valor de tres millones de euros, que ha terminado sobre el escritorio del juez. La cantidad solicitada es el resultado de sumarle al valor de la parcela urbana (2.300.0000) una compensaci¨®n por perjuicio y los intereses de demora. Sin embargo, el terreno est¨¢ calificado como zona verde p¨²blica, as¨ª lo reflejan las Normas Subsidiarias del Planeamiento de Manzanares (1977), por lo que su valor real es muy inferior. Dicho reglamento, que permite ciertos desarrollos sin necesidad de un plan general, a¨²n no exist¨ªa cuando ??igo de Arteaga tuvo el gesto altruista con el municipio, pero su aprobaci¨®n obligaba a la cesi¨®n de estos jardines para equipamientos libres, sostiene la defensa.

La acusaci¨®n considera que se trata de un solar urbano, pues forma parte de la ciudad consolidada y es ¡°susceptible de futuro desarrollo edificatorio¡±. En t¨¦rminos de derecho urban¨ªstico, comparte pol¨ªgono r¨²stico con el castillo de los Mendoza, del que solo le separa una calle sombr¨ªa y estrecha. A decir del arquitecto municipal, tal proximidad dificultar¨ªa cualquier posible recalificaci¨®n: la aprobaci¨®n de un plan parcial exige el desarrollo del pol¨ªgono completo, incluyendo las parcelas del monumento medieval. El regidor socialista, Jos¨¦ Luis Labrador, se muestra contundente: ¡°La duquesa quiere quedarse el parque solo para cerrarlo. La ley le impide hacer otra cosa¡±. Su litigio con la noble podr¨ªa resultar menor si no fuera porque peligra el ¨²nico recinto de este tipo en el pueblo.

Abrazado por los berrocales de La Pedriza y colindante con el embalse de Santillana, Manzanares lo tiene dif¨ªcil para levantar de cero otro recinto similar. ¡°Carecemos de terrenos disponibles¡±, confiesa el alcalde. Lo cierto es que el espacio p¨²blico ha tenido que trazarse a golpe de cheque. El Ayuntamiento compr¨® en diciembre a Carla Mar¨ªa de Arteaga, hermana menor de Almudena y marquesa de Laula, una parcela por valor de casi dos millones de euros que se ha acondicionado como recinto ferial y aparcamiento p¨²blico. Similar transacci¨®n hab¨ªa sucedido poco antes de la pandemia, cuando el Ayuntamiento adquiri¨® a otro hermano de la duquesa los antiguos cines de la F¨¢brica de Papel Continuo de Espa?a, a fin de consagrarlos a las artes vivas.

Aquel complejo industrial, inactivo desde 1911, albergaba una docena de viviendas que tambi¨¦n engrosan el haber de los Arteaga. El clan acaba de obtener los permisos para rehabilitarlas y comercializarlas conforme vayan venciendo los contratos de renta antigua. Las grandes parcelas de uso ganadero y agr¨ªcola, que en la posguerra hab¨ªan definido los contornos de una econom¨ªa rentista, se fueron liquidando con el paso de los a?os, si bien la familia conserv¨® hect¨¢reas de terrenos. De ah¨ª que, en octubre de 1975, el Ayuntamiento manzanariego solicitara una cesi¨®n al duque del Infantado. No hab¨ªa en el pueblo mayor propietario. ?l accedi¨® dos meses despu¨¦s, reci¨¦n fallecido Franco, mediante la siguiente f¨®rmula: ¡°Animado por los mejores deseos de colaborar con esta Corporaci¨®n, me hallo dispuesto a autorizar la utilizaci¨®n de la finca¡±.

Los primeros acondicionamientos del parque se efectuaron un lustro m¨¢s tarde. A estos le sigui¨® la implantaci¨®n del mobiliario: papeleras, bancos, columpios, dos toboganes y un castillo de pl¨¢stico que corrieron a cargo de las arcas municipales. En su contestaci¨®n a la demanda, el Ayuntamiento solicita que estos gastos (78.900 euros) se tengan en cuenta a la hora de dictar sentencia. Labrador cuenta que est¨¢ dispuesto a comprar el parque ¡°si fuera necesario¡±, incluso estudia su expropiaci¨®n, por lo que ha solicitado una segunda tasaci¨®n, seg¨²n la cual el valor de la parcela en el mercado se sit¨²a en 143.000 euros, cifra muy alejada de la que pide la duquesa. Labrador declara: ¡°A m¨ª me gustar¨ªa llegar a un acuerdo sin necesidad de juicio, pero una Administraci¨®n no puede tolerar chantajes¡±.

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