Una noche ortodoxa en mitad de un certamen abierto a la experimentaci¨®n
Pansequito, Israel Fern¨¢ndez y Antonio Reyes llenan de buen cante el festival Flamenco on Fire
Lleg¨® una noche ortodoxa al festival Flamenco on Fire de Pamplona, si es que se puede hablar de ortodoxia a estas alturas en el flamenco: una noche tradicional, cl¨¢sica, con dos valores emergentes, aunque ya bien asentados en el panorama art¨ªstico, y un gran maestro de la vieja guardia, cuando el flamenco todav¨ªa se divid¨ªa entre mairenistas y no mairenistas: Pansequito. Esto, tras unos d¨ªas en los que hemos escuchado a Falete, Ni?a Pastori, Javier Ruibal y el baile, heterodoxo en otro sentido, de la compa?¨ªa de Manuel Li?¨¢n con el espect¨¢culo ?Viva!.
Flamenco de siempre en un festival caracterizado por su apertura, pero que sabe mezclar lo uno con lo otro, lo tradicional (algunos dir¨ªan ¡°puro¡±) con la fusi¨®n o con los nuevos aires. Aunque este a?o se ha rizado m¨¢s el rizo si cabe. Para empezar, la propia organizaci¨®n celebra esta edici¨®n bajo el lema en forma de pregunta ¡°?Qu¨¦ es flamenco?¡±.
As¨ª las cosas, la noche del s¨¢bado, bajo el nombre gen¨¦rico de Libertad, en honor al pueblo gitano, se presentaba como una ¨ªnsula entre los grandes conciertos del auditorio Baluarte o el teatro Gayarre, no as¨ª en los ciclos al aire libre (Balcones, Ciudadela...), que han contado con todo tipo de artistas. La gran figura era, sin duda, Pansequito, que cerr¨® la noche, como era previsible, tras la actuaci¨®n de Antonio Reyes e Israel Fern¨¢ndez. Pansequito ha sido llamado rey del comp¨¢s, rey de la buler¨ªa. Y, desde luego, pese a los muchos a?os transcurridos sobre los escenarios, se conserva espl¨¦ndido de voz. Y demostr¨® su temple y veteran¨ªa por alegr¨ªas, por sole¨¢, por tarantos, por buler¨ªas.
Fue una buena noche. Antonio Reyes e Israel Fern¨¢ndez, cada uno en su estilo, estuvieron bien, aunque de menos a m¨¢s. Con m¨¢s afinaci¨®n en su voz, a mi parecer, Reyes. Y los tres con buen acompa?amiento a la guitarra: Dani de Mor¨®n (Antonio Reyes), Diego del Morao (Israel Fern¨¢ndez) y Miguel Salado (Pansequito). Reyes se sit¨²a, por edad, entre Pansequito y Fern¨¢ndez. Tiene el reconocimiento de los aficionados, pero no ha dado el salto a lo medi¨¢tico, lo que s¨ª est¨¢ consiguiendo Fern¨¢ndez.
Dec¨ªa Borges que toda fama es un malentendido. En este caso no se trata de un malentendido, pero s¨ª de suerte y casualidad, como es siempre todo proceso de mitificaci¨®n. No es que Fern¨¢ndez no merezca todo reconocimiento con su voz clara y evocadora de Camar¨®n, pero hay que a?adir otras circunstancias y adornos personales. El artista necesita a los medios tanto como estos necesitan la mitificaci¨®n peri¨®dica de nuevos artistas.
Un maestro ¡°fronterizo¡±
En mitad de esta nutritiva ensalada variada y fresca que es Flamenco on Fire, actuaba hace unos d¨ªas en esta octava edici¨®n del certamen Javier Ruibal, esta vez acompa?ado por sus hijos Luc¨ªa (gran bailaora) y David, a la percusi¨®n. Ruibal, que no es un artista flamenco (¡°no quiero ser un intruso¡±, dec¨ªa a EL PA?S), aunque se califica a s¨ª mismo como fronterizo, tiene la extra?a virtud de aunar humor con profundidad, iron¨ªa con una capacidad de reflexi¨®n que nos lleva a todos a reflexionar. Excelente su actuaci¨®n en el teatro Gayarre, dentro del festival.
Aunque la pandemia nos ha dejado sin ciclo nocturno en el hotel Tres Reyes, sede del certamen, otras ofertas, como la de los balones y la de la Ciudadela, todas al aire libre, han cubierto ese hueco con creces. Junto a artistas muy ¡°flamencos¡±, hemos visto a otros muy alejados de la ortodoxia. Por ejemplo, al Ni?o de Elche, que tras recorrer el flamenco m¨¢s tradicional, en los ¨²ltimos a?os indaga en nuevos caminos. Pero tambi¨¦n a otros muy interesantes, como Juanito Makand¨¦ o Big Lois.
Con la actuaci¨®n en Baluarte de Buika y Josemi Carmona, se cierra una edici¨®n todav¨ªa marcada por la pandemia, pero que ha llenado los aforos todos los d¨ªas. Una edici¨®n que no habr¨¢ contestado a su propia pregunta: ?qu¨¦ es flamenco?, porque quiz¨¢s no tenga respuesta, pero que, parad¨®jicamente, nos ha tra¨ªdo muy buen flamenco de todos los colores.
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