Sesgos de g¨¦nero en la atenci¨®n cardiovascular: por qu¨¦ las mujeres con un infarto se diagnostican m¨¢s tarde y peor
Un estudio revela que una escala t¨¦cnica usada por los cardi¨®logos para medir la probabilidad de muerte tras un problema coronario subestima el riesgo de mortalidad en las mujeres
Pocas enfermedades hay m¨¢s tiempo-dependientes que un infarto: si no se ataja a tiempo, el resultado puede ser fatal. Un fuerte dolor en el pecho suele encender las alarmas del paciente y de los dispositivos sanitarios. Sobre todo, si el que lo padece es un hombre. En las mujeres, todo, desde la consulta de la sintomatolog¨ªa hasta el abordaje terap¨¦utico, suele ser m¨¢s lento y confuso. La comunidad cient¨ªfica ha constatado desde hace m¨¢s de una d¨¦cada una discriminaci¨®n de g¨¦nero en la atenci¨®n cardiovascular a las mujeres. ¡°A pesar de que el 35% de las muertes de mujeres cada a?o son por enfermedad cardiovascular, a ellas se las sigue diagnosticando y tratando de manera insuficiente¡±, lamentaba la revista The Lancet en 2021. Y el sesgo contin¨²a: una investigaci¨®n presentada hace unas semanas en el Congreso Europeo de Cardiolog¨ªa celebrado en Barcelona revela que una de las escalas internacionales para medir la probabilidad de muerte tras un problema coronario subestima el riesgo de mortalidad hospitalaria en mujeres. Los expertos explican que, por un lado, ellas consultan m¨¢s tarde y tienen menos conciencia de la enfermedad cardiovascular, pero tambi¨¦n los m¨¦dicos tienden a minusvalorar los s¨ªntomas o, cuando tienen el diagn¨®stico, ser m¨¢s conservadores en los tratamientos.
Ante un infarto, el reloj juega en contra y cada minuto cuenta: la vida va o viene en cuesti¨®n de segundos. En esta patolog¨ªa, por ejemplo, una arteria del coraz¨®n se ha obstruido porque se ha formado un trombo, un co¨¢gulo que interrumpe la correcta circulaci¨®n sangu¨ªnea al coraz¨®n. Cuanto m¨¢s tiempo pase, m¨¢s tiempo est¨¢ el coraz¨®n sin sangre y m¨¢s tejido card¨ªaco termina da?ado. Por eso es preciso consultar y tratar el problema inmediatamente.
Los cient¨ªficos han evidenciado, sin embargo, que la atenci¨®n cardiovascular var¨ªa seg¨²n el g¨¦nero: ellas tardan m¨¢s en consultar, los m¨¦dicos m¨¢s en diagnosticarlas y al tratarlas, son conservadores. Adem¨¢s, las herramientas sanitarias disponibles tambi¨¦n est¨¢n sesgadas: un art¨ªculo publicado esta semana en The Lancet revela que la escala GRACE, un par¨¢metro para estratificar el riesgo de muerte hospitalaria en personas que han sufrido un infarto, subestima el riesgo de muerte en mujeres, ¡°favoreciendo su estratificaci¨®n incorrecta al grupo de riesgo bajo a intermedio, para el cual la escala no indica un tratamiento invasivo temprano¡±, concluye el estudio. En las enfermedades cardiovasculares en general, aunque la incidencia es mayor en hombres, la mortalidad es m¨¢s elevada en mujeres.
Para Ana Garc¨ªa, investigadora del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares y jefa de servicio de Cardiolog¨ªa del Hospital Cl¨ªnic de Barcelona, los resultados del estudio eran ¡°bastante esperados¡±: ¡°El GRACE, como la mayor¨ªa de las escalas, se ha derivado de estudios donde la predominancia masculina es clave¡±, sopesa la cardi¨®loga, que no ha participado en el estudio.
Las expertas consultadas aseguran que esta brecha asistencial se est¨¢ intentando atajar, pero el problema es multifactorial. Comenzando por la percepci¨®n de la enfermedad: las enfermedades cardiovasculares son una de las principales causas de muerte en mujeres, pero no son conscientes de ello. Hay ¡°un sesgo de informaci¨®n¡± desde el principio, lamenta Antonia Sambola, coordinadora del grupo de Trabajo de Mujeres en Cardiolog¨ªa de la Sociedad Espa?ola de Cardiolog¨ªa: ¡°Las mujeres piensan que la primera causa de muerte es el c¨¢ncer de mama y no es as¨ª¡±.
La falta de conciencia de que el infarto, por ejemplo, no es solo cosa de hombres y ellas tambi¨¦n lo pueden sufrir, sumado a una sintomatolog¨ªa que puede ser m¨¢s imprecisa ¡ªaparte de dolor en el pecho, pueden presentar n¨¢useas o malestar general tambi¨¦n¡ª, apunta Garc¨ªa, retrasa la visita a urgencias. Sambola, que atienden este tipo de urgencias card¨ªacas en Vall d¡¯Hebron, el hospital m¨¢s grande de Catalu?a, es tajante: ¡°Cuando tienes un dolor en el pecho, igual que un hombre, tienes que consultar. El resto de s¨ªntomas son adicionales. Lo que define y uno tiene que tener en cuenta cuando llega un paciente es el dolor en el pecho¡±.
Pero tambi¨¦n entre los m¨¦dicos se subestima el riesgo o no se toma en serio la sintomatolog¨ªa. ¡°Existe cierto sesgo, no se asocia que la mujer puede tener enfermedad cardiovascular. Es frecuente que las mujeres que llegan con s¨ªntomas a urgencias hayan consultado por una angina de pecho d¨ªas antes y los m¨¦dicos le hayan dicho que ese dolor puede ser por ansiedad¡±, explica Sambola. Tambi¨¦n en otras patolog¨ªas, como arritmias ventriculares o insuficiencia respiratoria, entre otras dolencias, las mujeres demoran m¨¢s la consulta.
Llegan m¨¢s tarde a los servicios sanitarios, pero cuando llegan, el siguiente paso en la escala de actuaci¨®n, que es el abordaje terap¨¦utico, tambi¨¦n falla. O se queda a medias. ¡°Se trata de forma m¨¢s conservadora: se opera menos y se hacen menos procedimientos intervencionistas. Existe la percepci¨®n de que la paciente es m¨¢s fr¨¢gil y se trata de forma conservadora¡±, apunta Garc¨ªa. Un estudio publicado en la revista Heart constat¨® que, tras un infarto, las mujeres recibieron con menos frecuencia algunos de los par¨¢metros de calidad (pruebas o procedimientos m¨¦dicos) indicados en este contexto, como una terapia de perfusi¨®n oportuna para su cuadro cl¨ªnico, angiograf¨ªas coronarias o tratamientos con antiplaquetarios, entre otros. La mortalidad tambi¨¦n fue mayor para ellas: ¡°Se estima que 8.243 muertes de mujeres podr¨ªan haberse evitado durante el per¨ªodo de estudio si el logro de su indicador de calidad hubiera sido igual al alcanzado por los hombres¡±, reza el estudio.
Sambola asegura que se hacen menos procedimientos invasivos en mujeres porque, a veces, el diagn¨®stico no se establece bien, pero tambi¨¦n influyen otros factores: ¡°Est¨¢ el tema de la fragilidad. Hay pacientes que son mayores y tienen un aspecto m¨¢s fr¨¢gil [con otras dolencias asociadas] que los hombres, pero esto es dif¨ªcil de valorar. A lo mejor hay m¨¢s riesgo, pero el resultado es mejor¡±.
Menos acceso a ensayos cl¨ªnicos
La otra pata de la que cojea, en t¨¦rminos de discriminaci¨®n de g¨¦nero, la atenci¨®n cardiovascular es en la investigaci¨®n: ellas participan menos en ensayos cl¨ªnicos. ¡°En estudios donde se prueba si un tratamiento es beneficioso, el porcentaje de mujeres no llega al 30%¡±, lamenta Sambola.
?Por qu¨¦ no participan? Las voces consultadas se?alan que, si bien rechazan m¨¢s que ellos participar por problemas de conciliaci¨®n o porque no disponen de tiempo para ir a las visitas de seguimiento, tambi¨¦n hay trabas en la incorporaci¨®n porque no cumplen los requisitos de acceso: ¡°A las mujeres menores de 55 a?os, por ejemplo, no las reclutan porque menstr¨²an y puede influir en el resultado. Con una cardiopat¨ªa isqu¨¦mica, se usan muchos antitromb¨®ticos y anticoagulantes que lo que har¨¢n es aumentar la hemorragia menstrual, tendr¨¢n m¨¢s anemia y m¨¢s efectos secundarios¡±, explica la cardi¨®loga de Vall d¡¯Hebron.
Las cardi¨®logas reclaman poner m¨¢s atenci¨®n y conciencia en el autocuidado, elevar la educaci¨®n y formaci¨®n tambi¨¦n a los profesionales y recalibrar escalas como la GRACE para afinar los par¨¢metros con perspectiva de g¨¦nero.
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