¡®Enero seco¡¯: un reto para reducir el consumo de alcohol con algunos beneficios y muchos riesgos

Hace diez a?os, la organizaci¨®n Alcohol Change UK lanz¨® la iniciativa Dry January (Enero seco), lanzando un reto a la sociedad brit¨¢nica para reducir el consumo de alcohol. En aquel pa¨ªs, que entre 1960 y 2002 hab¨ªa visto triplicar el n¨²mero de muertes por cirrosis por habitante, la iniciativa se convirti¨® en un ¨¦xito. Tras recibir el apoyo del Gobierno, en 2015, este a?o se estima que m¨¢s de 8 millones de personas intentar¨¢n pasar enero sin probar alcohol. En Espa?a, aunque el consumo de alcohol de una parte de la poblaci¨®n sigue siendo excesivo, las cifras no son tan preocupantes. En un estudio reciente, se ha observado que entre 1990 y 2019, la tendencia ha sido a un ligero descenso del consumo. No obstante, en estas fechas de buenos prop¨®sitos, el enero seco est¨¢ empezando a encontrar practicantes.

Sobre su utilidad, algunos estudios son optimistas. Una encuesta de la Universidad de Sussex de 2019 indicaba que el 59% de los participantes beb¨ªan menos en junio que antes de iniciar el reto. En el otro extremo, un 11% hab¨ªa experimentado un efecto rebote y beb¨ªan m¨¢s que antes. Esto suced¨ªa, principalmente, entre los que no hab¨ªan logrado completar los 31 d¨ªas sin alcohol. Como resultados subjetivos, solo un mes de abstinencia alcoh¨®lica serv¨ªa para mejorar la calidad de vida, incrementar la concentraci¨®n o mejorar la calidad del sue?o.

Ram¨®n Bataller, jefe del servicio de hepatolog¨ªa del Hospital Cl¨ªnic de Barcelona y portavoz de la Asociaci¨®n Espa?ola para el Estudio del H¨ªgado, cree que hay aspectos positivos de este tipo de campa?as y algunos riesgos. ¡°Por un lado, estas campa?as online y las aplicaciones que te ayudan para motivarte y hacer un seguimiento pueden ayudar a mantener el prop¨®sito¡±, se?ala. Y tambi¨¦n, ¡°despu¨¦s de esta ¨¦poca de gran consumo que es la Navidad, es una manera para dar un paso que va a ser beneficioso para tu salud¡±, a?ade.

Como problemas, Bataller, que escribi¨® un art¨ªculo en la revista Nature analizando la iniciativa, ve dos. ¡°Esto se puede ver como un truco para parar un mes, pensar que est¨¢s limpio, y volver en febrero a los h¨¢bitos de siempre¡±, indica. ¡°Hay un segundo problema y es que este plan de dejar de beber de repente no sirve para las personas con una adicci¨®n importante. El s¨ªndrome de abstinencia es muy peligroso, puede ser incluso letal y te puede hacer enfermar muy r¨¢pidamente. No olvidemos que el alcohol es una de las drogas m¨¢s adictivas que existen¡±, concluye.

I?aki Gal¨¢n, investigador del Centro Nacional de Epidemiolog¨ªa (CNE) del Instituto de Salud Carlos III, afirma que ¡°aunque la gente se ha ido adhiriendo a este tipo de campa?as, el consumo global no ha disminuido. Es una medida m¨¢s, no es una medida m¨¢gica y el impacto a nivel poblacional es escaso, aunque todo lo que signifique reducir el consumo es bueno¡±. Para el epidemi¨®logo, un punto interesante de esta iniciativa puede ser que ¡°la gente se d¨¦ cuenta de que cuando intenta dejar de beber durante un mes le cuesta, que tienen un componente de adicci¨®n que no hab¨ªa identificado¡±.

Como en cualquier cambio en el estilo de vida, aunque la motivaci¨®n inicial de incorporarse a un reto puede ser ¨²til, el ¨¦xito depende de una comprensi¨®n de lo que dificulta el cambio y de un entorno social propicio. Sobre el primer aspecto, Bataller comenta que es importante ¡°identificar la causa subyacente que te puede estar llevando al alcohol¡±. ¡°Si tienes dolor cr¨®nico o ansiedad y bebes para afrontar esos problemas, es necesario tratar tambi¨¦n esas causas para poder tener ¨¦xito, con terapias conductuales o medicamentos de apoyo¡±, explica.

Aunque el esfuerzo individual no sea desde?able, es muy dif¨ªcil cambiar un h¨¢bito como el consumo de alcohol si est¨¢ socialmente normalizado. Igual que se consigui¨® que se vea como una aberraci¨®n fumar en un avi¨®n o mientras se pasa consulta en un hospital, Gal¨¢n cree que para lograr reducciones importantes en el consumo de alcohol, ¡°se tiene que desnormalizar¡±. ¡°A trav¨¦s de los precios y de las tasas al alcohol, que tomar una cerveza no sea incluso m¨¢s barato que beber un refresco, se puede avanzar, por ejemplo. Es dif¨ªcil, pero se han conseguido ¨¦xitos como el del tabaco, que antes fumaba el 70% de la poblaci¨®n y ahora poco m¨¢s del 20%, o con el uso del cintur¨®n de seguridad¡±, ejemplifica Gal¨¢n. En el caso del tr¨¢fico, las medidas punitivas y las campa?as informativas hicieron posible una reducci¨®n del 80% de la mortalidad en carretera en 30 a?os, de los 9.344 de 1989 a los 1.755 de 2019. Gal¨¢n reconoce que el alcohol es algo muy integrado en la sociedad, pero niega que sea una necesidad para las relaciones sociales. ¡°En los pa¨ªses musulmanes, no se consume alcohol y no hay ning¨²n problema¡±, asegura.

En Espa?a, seg¨²n datos del ministerio de Sanidad, un 18,6% de las personas entre 15 y 64 a?os bebe alcohol por encima de los niveles establecidos como de riesgo bajo y un 5,2 realiza un consumo de riesgo elevado. Pese a no ser la panacea, unos cuantos millones de espa?oles se pueden beneficiar, aunque sea temporalmente, de intentar pasar un mes sin la droga m¨¢s consumida en casi todo el mundo.

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