Josep Munuera, radi¨®logo: ¡°Las herramientas de inteligencia artificial no sustituyen al m¨¦dico, lo empoderan¡±

La inteligencia artificial (IA) y el big data est¨¢n revolucionando la medicina moderna. En todos los escalafones de la pr¨¢ctica cl¨ªnica. Desde la prevenci¨®n, con modelos de predicci¨®n cada vez m¨¢s afinados para medir el riesgo a desarrollar una enfermedad, por ejemplo, hasta el diagn¨®stico y el tratamiento: ya hay herramientas de IA en los centros sanitarios que ayudan a detectar lesiones en las im¨¢genes de las pruebas m¨¦dicas. Josep Munuera, jefe del servicio de Diagn¨®stico por la Imagen del Hospital Sant Pau de Barcelona y experto en tecnolog¨ªas digitales aplicadas a la salud, asegura que la IA ¡ª ¡°no es una ¨²nica herramienta, son diferentes tipos¡±, puntualiza¡ª servir¨¢ para ayudar a los profesionales a ser m¨¢s precisos en su ejercicio profesional.

Y no, avanza tajante, la explosi¨®n de la IA en salud no va a sustituir a las batas blancas ni va a deshumanizar la asistencia. Todo lo contrario, augura el radi¨®logo (Girona, 47 a?os): permitir¨¢ que el m¨¦dico tenga m¨¢s tiempo para el paciente y ayudar¨¢ a mejorar la comunicaci¨®n entre ellos, defiende.

Pregunta. ?C¨®mo de maduras est¨¢n las herramientas de IA en medicina?

Respuesta. En algunos ¨¢mbitos est¨¢n ya maduras e implantadas y en otros se est¨¢ desarrollando. Si pongo el ejemplo de la imagen m¨¦dica: ?d¨®nde podemos usar inteligencia artificial en un departamento de radiolog¨ªa? En la adquisici¨®n de la imagen ya est¨¢ muy adelantado. Hoy en d¨ªa ya hay herramientas con las que, cuando se hace una resonancia magn¨¦tica, se pueden poner dentro de la propia m¨¢quina algoritmos de IA que aceleran la adquisici¨®n de la imagen: antes tardabas 20 minutos en hacer una exploraci¨®n y ahora puedes estar reduci¨¦ndolos a m¨¢s de la mitad, a 10 minutos, porque parte de la imagen est¨¢ generada por o gracias a algoritmos de inteligencia artificial. Esta imagen generativa permite que se puedan hacer exploraciones mucho m¨¢s cortas.

En algunos centros est¨¢n ya funcionando las herramientas de detecci¨®n de imagen, que est¨¢n entrenadas para identificar unos tipos espec¨ªficos de patolog¨ªa y cuando esta se presenta, los algoritmos la identifican y la marcan, de tal forma que cuando el m¨¦dico especialista est¨¢ revisando las im¨¢genes, le aparece en la pantalla unas marcas que se?alan si el algoritmo ha identificado que hay alguna patolog¨ªa, d¨®nde est¨¢, e incluso nos ayuda a priorizar y, a veces, se env¨ªa un mensaje para que mires primero a este paciente o [para decirte que] no hace falta que corras tanto con este otro porque muy probablemente no tenga nada. Las herramientas de priorizaci¨®n y de identificaci¨®n ya empiezan a estar muy establecidas.

P. ?El objetivo, al final, es ganar tiempo?

R. No solo. S¨ª que es verdad que hay una parte importante que es la mejor¨ªa del proceso y por ende, seguro que se acaba mejorando el tiempo. Pero tambi¨¦n est¨¢ el tema de la precisi¨®n diagn¨®stica. Lo que se sabe es que con la gran mayor¨ªa de los algoritmos de visi¨®n por computaci¨®n, la combinaci¨®n de un lector humano con este algoritmo aumenta la precisi¨®n. Por tanto, disminuimos los errores diagn¨®sticos, tanto los falsos negativos como los falsos positivos. Usar estas herramientas de ayuda nos ayuda a priorizar y a ser m¨¢s precisos.

P. Menciona la combinaci¨®n de la visi¨®n del m¨¦dico y de la m¨¢quina. Pero, ?puede haber sesgos y que la valoraci¨®n de la m¨¢quina module o condicione la suya, por ejemplo?

R. S¨ª que hay discordancias entre las lecturas, pero esa es precisamente una de las ¨¢reas de trabajo: c¨®mo la inteligencia artificial influye en el hecho de que una persona puede modificar su lectura. Lo que es importante saber es que las m¨¢quinas, por s¨ª solas, tienen un porcentaje de c¨®mo precisos son sus diagn¨®sticos. Y lo que suele pasar tambi¨¦n es que el humano tambi¨¦n tiene un porcentaje de precisi¨®n. Y puede ocurrir que si tu porcentaje de precisi¨®n es menor que el de la m¨¢quina, tengas que aprender de la propia m¨¢quina. O al rev¨¦s: puede que tu precisi¨®n sea mayor y entrenes a la m¨¢quina para que mejore su aprendizaje.

P. Los errores siempre han existido, seas m¨¦dico o m¨¢quina. Pero, ?qui¨¦n es m¨¢s falible?

R. Ahora mismo, las m¨¢quinas tienen ventajas, como que no se cansan, hacen el mismo diagn¨®stico a las 10 de la ma?ana o a las tres de la madrugada, son equitativas... pero tambi¨¦n tienen m¨¢s limitaciones: los algoritmos con el tiempo hay que reentrenarlos. Al final, lo que hay que saber es que es la combinaci¨®n del humano y el software lo que tiene que mantener esa precisi¨®n: hay que determinar cu¨¢l es la precisi¨®n con la que uno quiere trabajar en sanidad y, seg¨²n eso, decidir cu¨¢l es tu mejor estrategia.

P. El m¨¦dico estaba acostumbrado a tener la ¨²ltima palabra y a no ser muy cuestionado. ?Los profesionales est¨¢n preparados para asumir toda esta revoluci¨®n que empieza a envolverlos?

R. Claro que s¨ª, porque aqu¨ª no es cuesti¨®n de sentirte cuestionado, sino de ser lo m¨¢s preciso posible. La medicina del siglo XXI es la medicina de precisi¨®n. Si uno quiere ser preciso, lo que necesita es tomar la decisi¨®n adecuada en el momento adecuado. Y, a veces, uno no tiene el conocimiento suficiente. Al final son herramientas que nos ayudan a todos.

P. ?Hasta d¨®nde puede llegar la IA en medicina? ?Cu¨¢l es el futuro?

R. Al final, lo que acaba pasando es que veremos muchos cambios, pero no veremos a la IA. Lo que tendremos ser¨¢n herramientas de software que ayudar¨¢, desde el ¨¢mbito administrativo, a encontrar aquel agujero que al paciente mejor le va para venirse a una cita; encontraremos al m¨¦dico que est¨¢ pasando consulta y que, con el menor n¨²mero de clics, podr¨¢ identificar cu¨¢l es el plan terap¨¦utico de un paciente; o en nuestro caso, pues podremos estar haciendo pruebas que duren una d¨¦cima parte de lo que duraban hace 20 a?os y que adem¨¢s, nada m¨¢s salir el paciente, ya nos pueda estar marcando cu¨¢les son las ¨¢reas calientes en las que nos tenemos que fijar.

P. Si ya hay herramientas que leen resonancias y pueden detectar alguna anomal¨ªa y esta IA va a ir mejorando, ?la profesi¨®n del radi¨®logo, por ejemplo, tiene los d¨ªas contados?

R. No, todo lo contrario. Siempre necesitar¨¢s una persona. El papel del radi¨®logo va m¨¢s all¨¢ de la simple lectura e interpretaci¨®n de la imagen m¨¦dica. Al igual que el papel del cirujano va m¨¢s all¨¢ del simple acto quir¨²rgico, de cortar, unir o resecar un tumor.

P. ?Pero, puede modular, de alguna manera, sus pr¨¢cticas m¨¦dicas? ?Puede facilitar que hagan falta menos profesionales?

R. Yo creo que esto es un concepto muy err¨®neo. De hecho, har¨¢ falta, como m¨ªnimo, la gente que hay ahora, porque al final, estas herramientas de IA no te sustituyen, sino que te empoderan. Por tanto, yo puedo estar mirando el mismo n¨²mero de im¨¢genes, puede estar tomando el mismo n¨²mero de decisiones o estar haciendo biopsias. Yo lo que necesito es una herramienta que me ayude a ser m¨¢s preciso en esta toma de decisiones, pero en ning¨²n caso va a haber menos personas.

P. Geoffrey Hinton renunci¨® hace unos d¨ªas a la vicepresidencia de Ingenier¨ªa de Google y en una entrevista en EL PA?S alertaba de que hay que aprender a controlar la IA antes de que sea tarde, porque puede llegar a ser m¨¢s inteligente que el cerebro humano. ?Qu¨¦ opina?

R. Estoy de acuerdo con las consideraciones de conocimiento, ¨¦tica y distribuci¨®n. Esto no deja de ser una tecnolog¨ªa que tambi¨¦n tiene que tener unas reglas del juego. Probablemente, lo que no ha dado tiempo es a definir estas reglas del juego ¨¦ticas, de c¨®mo usar la inteligencia artificial. Pero una vez est¨¢n definidas correctamente, el siguiente paso es empezar a usarlas, porque tampoco podemos parar la evoluci¨®n tecnol¨®gica.

P. ?La revoluci¨®n de la IA va m¨¢s r¨¢pido que ustedes para procesarla?

R. S¨ª que es verdad que la tecnolog¨ªa tiene un avance r¨¢pido y la implementaci¨®n de la misma se est¨¢ acelerando. Los algoritmos de visi¨®n por computaci¨®n, los t¨ªpicos de ver una radiograf¨ªa e identificar si se ve un n¨®dulo, por ejemplo, empezaron a trabajarse como pruebas piloto en 2017 y 2018: han pasado cinco a?os. Por tanto, necesitaremos, como mucho, cinco m¨¢s para que lo usemos diariamente en todos los centros en los que se pueda. La tecnolog¨ªa necesita unos a?os para probarse, pero al final se acaba implantando.

Las herramientas de IA no nos separan, sino que nos ayudan a tener m¨¢s tiempo con el paciente¡±

P. ?Cu¨¢les son los mayores riesgos de la IA?

R. Los riesgos son los de cualquier tecnolog¨ªa: el mal uso, es decir, el uso para algo que no est¨¢ preparado o no es el adecuado; y luego est¨¢ el uso pernicioso: que alguien quiera usarla o manipularla para que se use en su favor. Al final, no deja de ser una herramienta m¨¢s que tendr¨¢ que estar controlada dentro del ¨¢mbito de la ciberseguridad.

P. ?Hay riesgo de que la IA acabe despersonalizando o deshumanizando la medicina?

R. Estas herramientas no nos separan, sino que nos tienen que ayudar a tener m¨¢s tiempo con el paciente, a poder hablar¡­ Reducir el tiempo de adquisici¨®n de la imagen te permite estar m¨¢s tiempo con el paciente para acompa?arle, preguntarle c¨®mo se encuentra, que te pregunte si tiene dudas¡­ y todos estos aspectos son humanizaci¨®n. Tener esta ayuda tecnol¨®gica te permite tener m¨¢s tiempo para dedicarle al paciente.

P. ?Llegaremos a ver un futuro en el que, en vez de que haya un m¨¦dico en la consulta, sea un chatbot, una IA, respondiendo a las dudas del paciente?

R. Si ya la sociedad est¨¢ reclamando que la atenci¨®n telef¨®nica no sea exclusivamente dominada por ordenadores, ?por qu¨¦ vamos a pensar que la sanidad s¨ª que puede serlo? Lo que puede pasar en un futuro es que estemos tres entes: un paciente, un m¨¦dico y una herramienta y que los tres estemos interaccionando. Usaremos estas herramientas para comunicarnos mejor entre nosotros.

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