El ¡®subid¨®n¡¯ de ayudar: c¨®mo ser amable puede hacerte feliz
Un reciente estudio desgrana los efectos positivos de la cordialidad con nuestro entorno social: peque?os gestos proporcionan mayores tasas de felicidad
Ser agradable es bueno para la salud. Es la conclusi¨®n de un estudio que asegura que la amabilidad conductual tiene efectos psicol¨®gicos beneficiosos no solo para quien la recibe sino para quien la pone en pr¨¢ctica. Un cumplido, una sonrisa o una charla casual podr¨ªan funcionar como lubricante social y, al mismo tiempo, mantener al ralent¨ª el motor de la felicidad.
¡°Son actos que se pueden realizar sin que impliquen grandes esfuerzos ni sacrificios¡±, destaca en un intercambio de mails Olga Bialobrzeska, autora principal del estudio, realizado por la Universidad de Ciencias Sociales de Varsovia (Polonia). ¡°Es una amabilidad casual, sin costes. Simples gestos cotidianos como tener una charla amistosa con el vecino, ser amable con un dependiente en una tienda o preguntarle a un compa?ero de trabajo c¨®mo le va¡±, explica.
La literatura cient¨ªfica ha analizado en los ¨²ltimos a?os los efectos de los llamados actos de bondad al azar, pero englobando comportamientos muy diferentes entre s¨ª, desde saludar a alguien a donar una generosa suma a una ONG. Aqu¨ª se ha querido analizar la amabilidad superficial, relacionada m¨¢s con la calidez que con la moralidad. No tanto ser una buena persona como parecerlo: la broma del t¨ªpico asesino que ¡°siempre saludaba¡±, seg¨²n sus vecinos, podr¨ªa caber en esta definici¨®n.
¡°En cada una de nuestras interacciones, ya sea con conocidos, desconocidos o familiares, podemos elegir entre ser amables, neutrales o no amables¡±, explica Bialobrzeska. ¡°Nuestra investigaci¨®n demuestra que cuando haces lo primero, tiendes a sentirte mejor, a estar de mejor humor¡±. Para comprobarlo, durante el estudio, obligaron a los participantes a hacer peque?os actos de amabilidad casual. Despu¨¦s de realizar varios actos de amabilidad, a muchos les sal¨ªan de forma involuntaria, demostrando que una vez superadas las reticencias iniciales, se convierten en actos cotidianos. En esto de ser amable, la m¨¢xima de fingirlo hasta conseguirlo funciona. Al menos la mayor¨ªa de las veces.
Contra el esfuerzo emocional
Ser agradable puede ser bueno, pero pasarse de falsa amabilidad puede ser perjudicial. ¡°La amabilidad fingida que ejercemos contra una persona hacia la que sentimos aversi¨®n, puede perjudicar nuestra propia salud¡±, coincide Bialobrzeska. ¡°No la hemos analizado en este estudio, pero hay literatura cient¨ªfica previa. Un estudio analiz¨® el estado de ¨¢nimo de teleoperadores que tienen que ser amables todo el d¨ªa, incluso con clientes que no lo son con ellos¡±, explica. ¡°La mayor¨ªa afirmaba acabar la jornada agotada por el esfuerzo emocional¡±.
Este es el tercer estudio sobre la amabilidad que realiza el equipo de Bialobrzeska. Llevaron a cabo otro te¨®rico y uno m¨¢s durante el inicio de la pandemia. En esa ¨¦poca, parte de nuestra actividad social pas¨® del mundo f¨ªsico al virtual, pero la experta cree que, en cuestiones de amabilidad, no hay grandes diferencias entre ambos. Por eso, explica, es especialmente importante ser amable en internet. ¡°Ahora, cuando la polarizaci¨®n social es un problema creciente en muchos pa¨ªses, alimentada por las redes, es fundamental educar a las personas sobre c¨®mo expresar sus opiniones, puntos de vista, cr¨ªticas o desacuerdos de una forma agradable y respetuosa. De lo contrario, nos vamos a enfrentar a un mayor crecimiento de la polarizaci¨®n y el discurso de odio¡±.
Es fundamental educar a las personas sobre c¨®mo expresar sus opiniones en internet de una forma agradable y respetuosaOlga Bialobrzeska, Universidad de Ciencias Sociales de Varsovia
La amabilidad no solo se ha estudiado desde el punto de vista psicol¨®gico, sino desde el hormonal, reduciendo nuestros buenos actos a una cuesti¨®n de qu¨ªmica. La mayor parte de la investigaci¨®n se ha centrado en la oxitocina, una hormona que interviene en la formaci¨®n de v¨ªnculos sociales y en la confianza en otras personas. Esta hormona explicar¨ªa por qu¨¦ ser amables nos hace sentir mejor, aunque en algunos casos tambi¨¦n intervendr¨ªa la liberaci¨®n de dopamina, un mensajero qu¨ªmico que puede desencadenar una sensaci¨®n de euforia. Esta se conoce con el expl¨ªcito nombre de subid¨®n del que ayuda. Los estudios demuestran que al ser voluntario o donar dinero (incluso solo con pensar en hacerlo) se activa la parte del cerebro que normalmente se estimula por placeres como la comida y el sexo. Ser buena persona, a veces, es una cuesti¨®n de ego¨ªsmo.
Gillian Sandstrom era una joven universitaria en la Inglaterra de los a?os 1990. Una ma?ana, tuvo un pinchazo en su bici, y como no ten¨ªa dinero para un taxi, se vio obligada a arrastrarla unos cuantos kil¨®metros, hasta el taller m¨¢s cercano. Por el camino, una compa?era de la universidad, una chica algo mayor a la que apenas conoc¨ªa, la vio, par¨® su coche y se ofreci¨® a acercarla al taller. ¡°Sucedi¨® hace 30 a?os¡±, rememora ahora la doctora Sandstrom, convertida en una de las mayores expertas en la ciencia de la amabilidad. ¡°Pero no lo he olvidado. El hecho de que se tomara el tiempo para hacer eso por m¨ª me marc¨® mucho¡±, asegura.
?Son las mujeres m¨¢s amables?
Sandstrom es profesora de psicolog¨ªa en la Universidad de Sussex. Y fue la art¨ªfice de la prueba de la bondad (The Kindness Test), el mayor estudio sobre amabilidad jam¨¢s realizado. M¨¢s de 60.000 personas participaron en un proyecto que sirvi¨® de base para una serie de reportajes de la BBC. Sus resultados, en l¨ªnea con los de Bialobrzeska, sugieren que las personas m¨¢s amables tienden a experimentar mayores niveles de bienestar y satisfacci¨®n vital. Hay otros datos destacables: dos tercios de los encuestados piensan que la pandemia ha hecho a la gente m¨¢s amable; casi el 60% de los participantes afirmaron haber recibido un acto de amabilidad en las 24 horas anteriores, y las mujeres son m¨¢s propensas a percibir y ejecutar actos de amabilidad.
¡°Es un tema delicado que no tiene una respuesta sencilla¡±, reflexiona Bialobrzeska cuando se le pregunta por una brecha de g¨¦nero de la amabilidad. Puede que las mujeres tiendan a percibirla y demostrarla con mayor facilidad ¡°por haber sido considerada, tradicionalmente, una actividad femenina¡±, a?ade. Pero esta norma social tiene su lado oscuro: ¡°Una mujer educada para ser siempre amable y sonriente puede estar ocultando su enfado y frustraci¨®n. Y esto puede hacer que no atienda a sus necesidades cuando entran en conflicto con las de los dem¨¢s¡±.
Intelectuales como Barbara Ehrenreich han abundado en esta idea. En su ensayo Sonr¨ªe o muere. La trampa del pensamiento positivo, denunciaba que la amabilidad sirve como herramienta coercitiva. M¨¢s recientemente, Sarah Ahmed, autora de La promesa de la felicidad, patent¨® la figura de la feminista aguafiestas, al asegurar que las luchas feministas, antirracistas y LGTBI, al hacerse p¨²blicas, se transforman en disruptores del bienestar colectivo y que la sonrisa y la amabilidad sirven como una excusa para deslegitimar el cabreo y la critica. En este sentido, Bialobrzeska cree que ser amable no est¨¢ re?ido con ser firme. ¡°No tienes por qu¨¦ renunciar a tus opiniones o a tu asertividad, puedes practicar la habilidad de hacerlo amablemente¡±, se?ala.
Sandstrom se muestra de acuerdo, y a?ade que, en cualquier caso, ¡°el factor que mejor predice lo amable que eres con los dem¨¢s (y lo amables que son contigo) no es tu sexo, sino tu personalidad¡±. Las personas m¨¢s extrovertidas, abiertas y simp¨¢ticas declararon dar y recibir m¨¢s amabilidad. Esta conclusi¨®n tendr¨ªa sentido, pues el mayor obst¨¢culo que se?alan los entrevistados a la hora de ser amables es la verg¨¹enza o el temor a que sus actos sean malinterpretados. Ser una persona extrovertida puede ayudarte a ser m¨¢s amable y eso, a la larga, a ser m¨¢s feliz.
De todas formas, puntualiza la experta, esto es algo que se puede educar. Ella se considera una persona ¡°extraordinariamente introvertida¡± y casi todos los d¨ªas habla con alg¨²n desconocido en el metro, actividad de la que da buena cuenta en su perfil de Twitter. Bas¨¢ndose en su experiencia, anima a la gente a sonre¨ªr y a ser amable. Y si hacemos caso a los datos, eso es, exactamente, lo que est¨¢ haciendo pr¨¢cticamente todo el mundo. Seg¨²n un estudio de 2019 de la Goldsmiths University of London, el 98% de los ciudadanos se considera a s¨ª mismo m¨¢s amable que la media nacional. Somos majos por encima de nuestras posibilidades. Y de lo matem¨¢ticamente posible.
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