Siete motivos de la reintroducci¨®n del ejercicio en pacientes con trastornos alimentarios
El ejercicio no es un fin en s¨ª mismo, es un medio para conseguir vivir mejor, tambi¨¦n para los pacientes que padecen trastornos alimentarios
¡°Cuando me quitaron el ejercicio, sent¨ª que me estaban apresando en una c¨¢rcel. Era como tener grilletes. Not¨¦ una especie de prisi¨®n en mi propio cuerpo. Como si me dieran por muerta en vida¡±, reconoce M¨®nica (20 a?os). ¡°Me diagnosticaron anorexia, ingres¨¦ y, despu¨¦s, la actividad f¨ªsica desapareci¨® de mi rutina cuando desde ni?a siempre hab¨ªa estado presente¡±, a?ade.
El ejercicio no es un fin en s¨ª mismo, es un medio para conseguir vivir mejor. Tambi¨¦n para los pacientes que padecen trastornos alimentarios. ¡°Cuando empec¨¦ a coordinar el programa de hospitalizaci¨®n de pacientes que sufren trastornos alimentarios me di cuenta de un d¨¦ficit importante en el abordaje f¨ªsico de los mismos. Despu¨¦s de tres meses de ingreso, y realizar el protocolo de recuperaci¨®n m¨¦dico-nutricional, me di cuenta al salir de la unidad que las pacientes se cansaban tan solo con subir unas escaleras¡±, reconoce Josep Pou Castillo, psiquiatra de adultos e infantojuvenil de la Unidad Hospitalizaci¨®n de Agudos de Hospital Santa Catarina (Girona).
M¨®nica apenas pod¨ªa dar un paseo con sus amigas cuando sali¨® del hospital. ¡°Me cansaba y me pon¨ªa triste, aunque estaba en un peso saludable¡±, admite. Antes de ingresar hac¨ªa ejercicios con una influencer a trav¨¦s de Youtube. ¡°Era incapaz de dejarlo. Lo priorizaba a todo, no sal¨ªa ni con mis padres. Dedicaba dos o tres horas diarias a ponerme delante de la pantalla¡±, reconoce. Cuando la conoc¨ª le pregunt¨¦: ?Para qu¨¦ hac¨ªas eso? ¡°Porque quer¨ªa quitarme la barriga y no me gustan mis piernas¡±, me explic¨®.
Seg¨²n los estudios, hasta el 85% de las personas con trastornos alimentarios a menudo experimentan comportamientos de ejercicio desadaptativos. Existen diferentes rasgos, tal y como indican las investigaciones, que identifican la relaci¨®n con el ejercicio problem¨¢tico que pueden establecer este tipo de personas: compensatorio (quemar calor¨ªas tras una gesta alimenticia); compulsivo (adictivo); r¨ªgido (debe realizarse en unos horarios concretos siempre) y usado como herramienta para un cambio f¨ªsico (muchas veces los TCA se focalizan en una zona ¨C abdomen, piernas, gl¨²teos- y los pacientes pueden utilizar el ejercicio para modificar esa zona).
El dilema
Los m¨¦dicos com¨²nmente han prescrito la abstinencia de ejercicio durante el tratamiento, para evitar que sirva como un obst¨¢culo para la recuperaci¨®n del peso, pero por otra parte la investigaci¨®n reconoce que dejar de hacer ejercicio o alg¨²n tipo de actividad f¨ªsica por completo durante el tratamiento es poco realista y potencialmente perjudicial para los resultados de salud a largo plazo. ¡°La gran mayor¨ªa de profesionales de salud mental sigue viendo el ejercicio como problem¨¢tico cuando realmente recae en la relaci¨®n con este, igual que pasa con la comida¡±, reconoce Pou, tambi¨¦n coordinador del programa TCA Hospitalizaci¨®n del Hospital Santa Caterina. Y a?ade: ¡°Sigo pregunt¨¢ndome qu¨¦ obstaculiza o se resiste a lo ya demostrado en muchos estudios de los beneficios de incorporar el ejercicio de fuerza para combatir la atrofia muscular tan severa que sufren estas pacientes. No tan solo a nivel estructural sino la disfunci¨®n neuromuscular y las afectaciones posturales que acaban provocando claras dificultades cuando han recuperado el peso y quieren reinsertarse en el ¨¢mbito del deporte¡±.
Es real, a pesar de la evidencia, el dilema con el que se encuentran pacientes y profesionales de la salud es el siguiente: si se reintroduce la alimentaci¨®n¡ ?Por qu¨¦ a veces se deja de lado al ejercicio dentro del tratamiento integral de estos trastornos?
Los siete motivos que pueden ayudarle a contemplar esta posibilidad
- Reduce el riesgo de reca¨ªda. Cr¨®nicamente, seg¨²n las investigaciones, la eliminaci¨®n del ejercicio puede conducir a mayores tasas de depresi¨®n, mayor riesgo de reca¨ªda, requerir una mayor duraci¨®n del tratamiento y mostrar un curso duradero de la enfermedad.
- Educaci¨®n. Si se elimina la actividad f¨ªsica en pacientes que han mostrado una relaci¨®n desadaptativa con el ejercicio, se erradica el factor educativo. Un paciente que est¨¢ acostumbrado a realizar entrenamientos de horas con una aplicaci¨®n, video de Youtube o en el gimnasio, si no se le educa en salud de la mano de un profesional de la actividad f¨ªsica, cuando le den el alta, probablemente, volver¨¢ a reproducir los patrones problem¨¢ticos, ya que es lo que conoce. Cuando se restringe el ejercicio es posible que los pacientes no tengan la oportunidad de aprender c¨®mo realizar actividad f¨ªsica de una manera saludable, segura y moderada. Ah¨ª es crucial contar con un profesional de la actividad f¨ªsica especializado para educar en salud a los pacientes.
- Disminuci¨®n de la angustia psicol¨®gica. En pacientes hospitalizados, comenzar a comer de nuevo junto con la inactividad puede perpetuar la angustia f¨ªsica y psicol¨®gica asociada con la reintroducci¨®n de la nutrici¨®n.
- Menor masa muscular. Las investigaciones muestran que las personas que padecen estos trastornos pueden manifestar p¨¦rdidas significativas de fuerza, atrofia de las fibras musculares tipo II y p¨¦rdida de tejido magro que afecta a la masa y funci¨®n de los ¨®rganos en pacientes con anorexia.
- Antidepresivo. El ejercicio puede ser tan efectivo como los antidepresivos en casos leves y un buen complemento las terapias psicol¨®gicas para tratar algunos casos de depresi¨®n. ¡°Tambi¨¦n es importante tener en cuenta que no existe la anorexia feliz. En casos de desnutrici¨®n hay un estado de ¨¢nimo depresivo, por lo que si se introduce mucha actividad f¨ªsica, con el consiguiente gasto energ¨¦tico podr¨ªa mantener o aumentar la desnutrici¨®n, y la escasez de energ¨ªa para hacer sus actividades. El estado depresivo mejorar¨¢ paralelamente si hay cambios en la alimentaci¨®n y ejercicio progresivo¡±, matiza Manuel Antol¨ªn, psic¨®logo especializado y director del Proyecto C¨®mete el mundo TCA
- Imagen corporal e IMC (?ndice de masa corporal de los pacientes). En trastornos en los que la autoestima depende tanto de la percepci¨®n del cuerpo, abordarlos tambi¨¦n desde lo corporal, puede resultar especialmente eficaz en esta poblaci¨®n. Diferentes estudios han demostrado que el ejercicio supervisado no repercutir¨ªa negativamente en el riesgo de disminuci¨®n del IMC algo que preocupa a muchos sanitarios y que est¨¢ presente en la mayor¨ªa de las investigaciones relacionadas con este tema.
- Siempre supervisado. En este sentido, es importante no dejar a los pacientes solos, contar con profesionales de la actividad f¨ªsica que se encarguen de prescribir de forma individualizada el ejercicio. El metaan¨¢lisis publicado por la revista Phycotherapy apuesta por una promoci¨®n del ejercicio saludable de manera gradual y supervisada en pacientes con anorexia.
M¨®nica empez¨® a entrenar tras recibir el visto bueno de su terapeuta y su nutricionista. Comenz¨® muy poco a poco, de forma supervisada. Pas¨® de entrenar todos los d¨ªas con un v¨ªdeo de Youtube, a hacerlo dos d¨ªas a la semana tres cuartos de hora acompa?ada por un profesional de la actividad f¨ªsica. Tras varios a?os de trabajo interdisciplinar, ha comprendido que el ejercicio es una herramienta de salud, es eso que le permite, tal y como admite: ¡°vivir para salir con mis amigos, hacer viajes con mis padres, surfear, e ir a la facultad en bici¡ Me sent¨ªa bien, por una parte ¡ªnotaba que quemaba y cambiar¨ªa mi barriga¡ª y mal por otra. Me comparaba con la del v¨ªdeo, me ve¨ªa fatal, sufr¨ªa si no hac¨ªa ejercicio alg¨²n d¨ªa. Ya no miro a otra que no sea yo¡±. Es verdad, la vida te cambia cuando dejas de compararte, cuando entiendes la salud como algo flexible y el ejercicio como una herramienta que va m¨¢s all¨¢ de la forma (est¨¦tica) que tenga nuestro cuerpo. El entrenamiento permite que nuestro cuerpo funcione correctamente. Por eso, no se lo quiten, c¨¢mbienlo.
De la teor¨ªa a la pr¨¢ctica
- Supervisi¨®n y trabajo interdisciplinar. Los pacientes necesitan estar arropados por un equipo (psic¨®logo, psiquiatras, enfermeras, endocrinos, nutricionistas) que vele por su salud y en el que se incluya a un profesional del ejercicio f¨ªsico. La comunicaci¨®n entre ellos es clave para que se reintroduzca el ejercicio.
- Entrenar no es machacarse. Muchas veces unos ejercicios de movilidad, un peque?o paseo o un trabajo con bandas el¨¢sticas puede ser una forma de ayudar al paciente a reintroducir el ejercicio a la vez que se recuperan sus pautas alimentarias.
- Entrenar fuerza, clave. Ha demostrado mejorar la composici¨®n corporal (ganar masa muscular), no reducir el IMC y aumentar la calidad de vida de los pacientes.
La conclusi¨®n de los expertos
Josep Pou, psiquiatra considera necesaria la incorporaci¨®n del ejercicio de coordinaci¨®n y fuerza muscular desde un primer momento del tratamiento hospitalario, si no existe inestabilidad hemodin¨¢mica que lo impida. ¡°Es necesario entender la recuperaci¨®n como recomposici¨®n corporal y no tanto fij¨¢ndose en el peso como objetivo a cumplir¡±. A la vez, recuerda la necesidad de contar con profesionales que sepan prescribir el ejercicio y trabajar codo con codo con ellos para tener en cuenta evidentemente el momento psicol¨®gico en que se encuentran. ¡°Este trabajo tambi¨¦n permite trabajar la consciencia corporal y que las pacientes, desconectadas totalmente de estas sensaciones, puedan empezar a tolerarlo acompa?adas de nuestros equipos de atenci¨®n directa¡±, subraya.
Manuel Antol¨ªn, psic¨®logo especializado y director del Proyecto C¨®mete el mundo TCA, hace un an¨¢lisis similar. ¡°En mi trabajo incido mucho en cinco pilares b¨¢sicos de salud: la alimentaci¨®n, el ejercicio f¨ªsico, el descanso, la gesti¨®n emocional y las relaciones sociales¡±. De la misma forma que no podemos decirle a alguien que no coma, o que no duerma o que no se relacione o que no sienta, reflexiona, ¡°tampoco tiene sentido decirle a alguien que no se mueva¡±. Pero en funci¨®n del caso, habr¨¢ que ajustar la actividad a la situaci¨®n f¨ªsica y mental de la persona, a sus gustos y preferencias, siempre de forma supervisada con un profesional de la actividad f¨ªsica con formaci¨®n en la materia y con comunicaci¨®n continua con el resto de los profesionales del tratamiento.
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