La menopausia, a debate: un an¨¢lisis advierte de la excesiva medicalizaci¨®n de este proceso vital
Un art¨ªculo cient¨ªfico llama a cambiar el paradigma en la atenci¨®n a esta etapa de la vida, con m¨¢s informaci¨®n a las mujeres y decisiones compartidas. La investigaci¨®n cuestiona que se presuma este per¨ªodo como una causa de mala salud mental
Algo est¨¢ cambiando en la narrativa de la menopausia. En la calle y en la ciencia. El silencio en torno a un proceso vital que ha vivido, vive o vivir¨¢ la mitad del planeta ha empezado a resquebrajarse entre la opini¨®n p¨²blica y la mirada cient¨ªfica y m¨¦dica empieza a cuestionar tambi¨¦n su modus operandi. Una serie de investigaciones publicadas este martes en The Lancet advierte de los riesgos de la excesiva medicalizaci¨®n de la menopausia y reclama un cambio de paradigma en la atenci¨®n a esta etapa de la vida, con m¨¢s informaci¨®n a las mujeres y decisiones compartidas. ¡°La menopausia no es una enfermedad, por lo que no necesariamente es preciso diagnosticarla ni tratarla. Proponemos que esto se vea como un cambio de vida normal que, a veces, puede causar s¨ªntomas problem¨¢ticos que requieren intervenci¨®n m¨¦dica¡±, sintetiza la autora del art¨ªculo, Martha Hickey, profesora de Ginecolog¨ªa y Obstetricia de la Universidad de Melbourne (Australia).
El abordaje de la menopausia ha ido balance¨¢ndose entre los extremos, como una especie de p¨¦ndulo que nunca se equilibra. ¡°De aguantar y callar a sensacionalizarla¡±, describe Rachel Weiss, fundadora de la organizaci¨®n ben¨¦fica Menopause Cafe, en un comunicado de The Lancet. Ella, que no ha participado en el estudio, asegura que ¡°es bueno hablar de la menopausia, pero hay que normalizarla para que la gente no le tenga miedo¡±. En esta l¨ªnea, los autores de la serie ponen ¨¦nfasis en los peligros de convertir la menopausia en un problema de salud: ¡°Una visi¨®n medicalizada de la menopausia puede restar poder a las mujeres, llevar a un tratamiento excesivo y pasar por alto posibles efectos positivos, como una mejor salud mental con la edad y la ausencia de menstruaci¨®n, trastornos menstruales y anticoncepci¨®n¡±.
Tarde o temprano, medio mundo acaba pasando por la menopausia. En la mayor¨ªa de los casos, en torno a los 50 a?os, comienza ese proceso donde la actividad ov¨¢rica cesa, la menstruaci¨®n desaparece y se dejan de generar hormonas reproductivas. Pero cada experiencia es singular: hay mujeres que hacen esa transici¨®n sin ning¨²n problema y otras que presentan cuadros de sofocos, sudores nocturnos, sequedad vaginal u otros s¨ªntomas que da?an su calidad de vida. Todas estas molestias suelen ser temporales, pero seg¨²n los estudios recogidos en el art¨ªculo de Hickey, en los pa¨ªses ricos, los cuadros vasomotores afectan hasta al 80% de las mujeres en alg¨²n momento del proceso y pueden perpetuarse entre cuatro y siete a?os.
En este contexto, el mundo se mueve en un fuego cruzado, entre quienes lamentan que se patologiza un proceso natural y los que critican la falta de acceso a tratamientos efectivos. Una revisi¨®n cient¨ªfica se?alaba hace unos meses que el 85% de las mujeres con s¨ªntomas de menopausia no recibe una terapia eficaz. ¡°El reconocimiento de que la menopausia, para la mayor¨ªa de las mujeres, es un evento biol¨®gico natural, no exime del uso de intervenciones para aliviar los s¨ªntomas¡±, expon¨ªan los cient¨ªficos.
Este nuevo art¨ªculo en The Lancet retoma el tema y vuelve a poner en el punto de mira la controvertida terapia hormonal, que durante los a?os sesenta se dispens¨® globalmente a mujeres con menopausia con la promesa de tratar los s¨ªntomas e, incluso, prevenir enfermedades. En un escenario en el que se cre¨ªa que la feminidad y la salud ¡°depend¨ªan del equilibrio¡± hormonal y en pleno auge de los movimientos antienvejecimiento, las terapias hormonales se aceptaron r¨¢pidamente en los pa¨ªses ricos ¡ªa mediados de los sesenta, un tercio de las mujeres brit¨¢nicas de entre 50 y 64 a?os, tomaban estos f¨¢rmacos, recuerdan los autores¡ª. Sin embargo, su uso se desplom¨® cuando, en 2002, se suspendi¨® un ensayo (WHI) al detectar que estos f¨¢rmacos pod¨ªan elevar el riesgo de ictus y c¨¢ncer.
Estamos tratando de dar el mensaje de que la menopausia implica m¨¢s que tomar hormonas¡±.Martha Hickey, profesora de Ginecolog¨ªa y Obstetricia de la Universidad de Melbourne (Australia)
En los ¨²ltimos 20 a?os, la comunidad cient¨ªfica ha ido afinando los riesgos reales de estos f¨¢rmacos y su indicaci¨®n se limita a un perfil muy concreto: para aliviar s¨ªntomas graves en mujeres posmenop¨¢usicas j¨®venes sin factores de riesgo, pero no se recomienda para prevenir enfermedades. Los autores admiten que, ¡°aunque el seguimiento a largo plazo [del ensayo WHI] no mostr¨® ning¨²n aumento de la mortalidad por todas las causas despu¨¦s de cinco a siete a?os de terapia hormonal, la aceptaci¨®n nunca ha regresado a niveles anteriores en la mayor¨ªa de los pa¨ªses¡±.
La controversia permanece, aunque su uso var¨ªa entre pa¨ªses. En conversaci¨®n por correo electr¨®nico con EL PA?S, Hickey coincide en que ¡°existe una gran variaci¨®n en el uso de terapia hormonal para la menopausia en todo el mundo¡±, pero su art¨ªculo recoge que el 13% de las mujeres en los pa¨ªses de ingresos altos reciben esta terapia. ¡°En el Reino Unido, el uso ha aumentado alrededor del 60% en los ¨²ltimos a?os. Esto parece deberse principalmente a la promoci¨®n comercial y al mensaje de que los preparados m¨¢s nuevos son ¡®m¨¢s seguros¡¯ y tambi¨¦n a una mayor conciencia sobre la menopausia. Creo que el uso tambi¨¦n ha aumentado en EE UU¡±, ejemplifica. En Espa?a, una encuesta de la Asociaci¨®n Espa?ola para el Estudio de la Menopausia (AEEM) cifra en poco m¨¢s del 5% las mujeres postmenop¨¢usicas con s¨ªntomas vasomotores que toman estos f¨¢rmacos.
Empoderamiento
Los autores abogan por ¡°estrategias adicionales m¨¢s all¨¢ de la medicaci¨®n¡± para apoyar la transici¨®n a la menopausia. Su estudio destaca el papel de la terapia cognitivo conductual o la hipnosis como alternativas no farmacol¨®gicas eficaces contra s¨ªntomas vasomotores y menciona tambi¨¦n el fezolinetant, un f¨¢rmaco no hormonal, con resultados ¡°modestos¡±, apuntan.
¡°Estamos tratando de dar el mensaje de que la menopausia implica m¨¢s que tomar hormonas. Las hormonas son ¨²tiles para los sofocos o sudores que son problem¨¢ticos, pero que no tienen ninguna otra funci¨®n cl¨ªnica. Por ejemplo, no tratan de forma independiente los trastornos del sue?o o del estado de ¨¢nimo y no son tan buenos para la sequedad vaginal (los t¨®picos son mejores)¡±, incide Hickey. La cient¨ªfica defiende un enfoque de ¡°empoderamiento¡±: ¡°Queremos dejar de centrarnos en las hormonas y desafiar el estigma y la discriminaci¨®n por edad que experimentan las mujeres mayores, reconociendo y celebrando su valor en nuestras comunidades y lugares de trabajo, mejorando el acceso a m¨¦dicos emp¨¢ticos y a informaci¨®n realista y equilibrada, preferiblemente antes de la menopausia. La terapia hormonal puede ser parte de este enfoque, pero no es la soluci¨®n completa¡±.
En este cambio de mirada y en todos los vaivenes que ha sufrido la atenci¨®n a la menopausia en las ¨²ltimas d¨¦cadas, subyace de fondo el desconocimiento que a¨²n persiste sobre este proceso vital. Por no saber, no se sabe con certeza cual¨¦s son todos los s¨ªntomas asociados a este descenso hormonal. Hay consenso en que los cuadros vasomotores, como los sofocos, la sequedad vaginal y, ¡°posiblemente¡±, los trastornos del sue?o, son atribuibles a este proceso vital, pero los autores admiten: ¡°Los efectos de los cambios hormonales pueden ser dif¨ªciles de diferenciar de acontecimientos vitales concurrentes, como el cuidado de los ni?os en el hogar o la responsabilidad de los padres que envejecen. En particular, los cambios en el estado de ¨¢nimo y la cognici¨®n y las dificultades sexuales com¨²nmente atribuidas a la menopausia pueden ser causadas o exacerbadas por estos factores estresantes de la vida¡±.
No m¨¢s riesgo de mala salud mental
De hecho, una investigaci¨®n de esta serie descarta que la menopausia est¨¦ asociada sin remedio a mayor riesgo de mala salud mental. ¡°Las mujeres no corren de manera universal o uniforme un riesgo de sufrir s¨ªntomas psicol¨®gicos durante la transici¨®n a la menopausia¡±, concluye el estudio, tras revisar 12 investigaciones prospectivas. Los factores de riesgo de s¨ªntomas depresivos son tener antecedentes depresivos previos, sufrir s¨ªntomas vasomotores graves y prolongados, alteraciones persistentes del sue?o o pasar por alg¨²n suceso vital estresante. ¡°Los m¨¦dicos no deben asumir que los s¨ªntomas psicol¨®gicos durante la transici¨®n a la menopausia siempre son atribuibles a cambios hormonales y deben ofrecer tratamientos basados en evidencia. La terapia hormonal puede mejorar los s¨ªntomas depresivos concurrentes en pacientes con s¨ªntomas vasomotores problem¨¢ticos¡±, zanjan los autores, que tampoco encontraron ¡°evidencia convincente¡± de m¨¢s riesgo de ansiedad, trastorno bipolar o psicosis.
Sobre este debate, ronda tambi¨¦n la influencia de sectores econ¨®micos. ¡°Las compa?¨ªas farmac¨¦uticas han tenido una gran influencia desde el principio, sugiriendo que todas las mujeres menop¨¢usicas deber¨ªan tomar hormonas por el resto de sus vidas. Los enfoques farmac¨¦uticos ahora han cambiado, pero todav¨ªa promueven fuertemente la terapia hormonal. Los nuevos intereses comerciales que pueden trabajar a trav¨¦s de las redes sociales son las cl¨ªnicas privadas que cobran altos precios por la atenci¨®n y a menudo prescriben altas dosis de hormonas donde se sabe que los riesgos son mayores¡±, denuncia Hickey.
En esta l¨ªnea, la psic¨®loga feminista Anna Freixas, apuntaba en una entrevista a EL PA?S a la influencia de la ¡°industria menop¨¢usica¡±. ¡°Son todo el conjunto de fuerzas econ¨®micas que nos inducen a consumir determinados productos con el fin de evitar algo que todav¨ªa no se ha producido o una molestia que puede que nunca llegue a existir. Y que tambi¨¦n nos inducen al temor y al miedo, que definen la menopausia como una enfermedad, que prometen lo que no puede dar, que nos enferman y que nos arruinan¡±, criticaba Freixas, a la vez que cargaba contra la concepci¨®n de esta etapa vital como una enfermedad y critica duramente la terapia hormonal,
¡°Lagunas de conocimiento¡±
Sin embargo, Silvia P. Gonz¨¢lez, portavoz de la AEEM, rechaza tal influencia en el uso de la terapia hormonal: ¡°No creo que sea un tema de intereses comercial, o no solo, sino que la terapia hormonal es un tratamiento etiol¨®gico, de la causa: es decir, todo lo que se deba a falta de hormonas, cualquiera intuitivamente puede entender que se va a arreglar poniendo hormonas. Aqu¨ª lo dif¨ªcil es delimitar hasta qu¨¦ punto cada s¨ªntoma es exclusivamente por la bajada de hormonas¡±.
La serie de The Lancet, que tambi¨¦n incluye otros art¨ªculos centrados en la menopausia tras el c¨¢ncer y en la menopausia precoz, admiten que todav¨ªa quedan ¡°lagunas sustanciales en el conocimiento¡± de este proceso vital, pero invitan a impulsar un nuevo abordaje ¡°m¨¢s all¨¢ de s¨ªntomas espec¨ªficos¡±, dicen. Con pacientes expertas y decisiones compartidas en el marco de un envejecimiento saludable, sin estigmas.
Gonz¨¢lez ve ¡°interesante¡± este enfoque, en tanto que ¡°la menopausia es ¨ªntima e intransferible¡±, pero pide aplicar ¡°juicio y sentido com¨²n¡± en la toma de decisiones. ¡°Los s¨ªntomas son ¨²nicos y su experiencia var¨ªa enormemente porque somos entes biopsicosicioales y depender¨¢ de ti biol¨®gicamente, pero tambi¨¦n psicoemocionalmente y de la cultura en la que est¨¢s inmersa. Y no podemos saber con antelaci¨®n c¨®mo va ser tu menopausia y no puede ser que una mujer afronte esta etapa con un miedo terrible¡±, coincide. Sin embargo, Susan Davis, directora del Programa de Investigaci¨®n sobre la Salud de la Mujer de la Universidad de Monash (Australia), critica, en declaraciones a Science Media Center, que ¡°las autoras parecen decididas a minimizar el importante papel¡± de la terapia hormonal e ¡°ignoran¡±, dice, revisiones sistem¨¢ticas que apuntan a estos f¨¢rmacos como los m¨¢s eficaces contra s¨ªntomas vasomotores.
Gino Pecorano, presidente de la Asociaci¨®n Nacional de Obstetras y Ginec¨®logos Especialistas de Australia, se?ala tambi¨¦n a SMC, que, ¡°aunque es loable que por fin se hable m¨¢s abiertamente de la menopausia y de sus m¨²ltiples manifestaciones, hay que tener cuidado de no deshacer lo bueno que ya se ha hecho: En lugar de intentar imponer un modelo de tratamiento sobre otro, ?no ser¨ªa estupendo que las mujeres y sus m¨¦dicos conocieran todas las opciones terap¨¦uticas e individualizaran el tratamiento a las necesidades particulares de cada mujer que busca su ayuda?¡±, plantea.
Puedes seguir a EL PA?S Salud y Bienestar en Facebook, X e Instagram.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.