El primer autotrasplante de ¨²tero en Espa?a preserva la capacidad de gestaci¨®n tras un c¨¢ncer
La transposici¨®n uterina desplaza temporalmente el ¨®rgano reproductivo y los ovarios de la pelvis a la cavidad abdominal para evitar el impacto de la radioterapia en un tumor de recto
No hace ni un a?o que un c¨¢ncer de recto sacudi¨® la vida de Rebeca Delgado, de 36 a?os. Cuando se lo detectaron, el pasado octubre, el tumor estaba localmente avanzado y se requer¨ªa quimioterapia y radioterapia para contener su expansi¨®n. ¡°Que te digan que tienes un tumor maligno es muy duro, pero lo es m¨¢s cuando te dicen tambi¨¦n que la radioterapia va a quemar tu ¨²tero y va a dejar de funcionar¡±, recuerda la joven. En medio de la vor¨¢gine del diagn¨®stico, los m¨¦dicos del Hospital del Mar de Barcelona que la atendieron le advirtieron de que, entre los efectos secundarios del tratamiento oncol¨®gico, estaba la infertilidad y la menopausia precoz, pues tanto el ¨²tero como sus ovarios se encontraban en plena zona de acci¨®n de la radioterapia y saldr¨ªan tocados por la radiaci¨®n. Hasta entonces, Delgado ni se hab¨ªa planteado seriamente si quer¨ªa o no ser madre, pero por si acaso alg¨²n d¨ªa pretend¨ªa un embarazo, los m¨¦dicos le propusieron someterse a una t¨¦cnica experimental para preservar su capacidad de gestaci¨®n. Se trataba de la transposici¨®n uterina, que consiste en desplazar temporalmente el ¨®rgano reproductivo y los ovarios a la cavidad abdominal para evitar el impacto de las terapias oncol¨®gicas. ¡°Me dijeron que esta opci¨®n me daba tiempo para decidir si quer¨ªa ser madre. Dije que s¨ª. Y no me arrepiento de la decisi¨®n¡±, sentencia.
Delgado se someti¨® al primer autotrasplante de ¨²tero en Espa?a. Apenas 22 personas en todo el mundo, seg¨²n Gemma Mancebo, jefa de secci¨®n de Ginecolog¨ªa y Obstetricia del Hospital del Mar, han pasado por esta innovadora cirug¨ªa. La transposici¨®n de ovarios es m¨¢s habitual (en tumores ginecol¨®gicos, como el de c¨¦rvix), pero desplazar tambi¨¦n el ¨²tero de la cavidad p¨¦lvica a la abdominal es todav¨ªa excepcional. ¡°Es una t¨¦cnica que inici¨® un cirujano brasile?o para casos de mujeres que necesitan una radioterapia p¨¦lvica y, a ra¨ªz de esto, pod¨ªan quedarse est¨¦riles y menop¨¢usicas. Se ha hecho en tumores de vagina y vulva en pacientes j¨®venes, aunque esto es muy excepcional que pase. Ahora se ha extendido a pacientes con c¨¢ncer de recto localmente avanzado¡±, relata. Dos pacientes sometidas a esta t¨¦cnica ya han dado a luz a sus beb¨¦s: uno en Brasil en 2022 y otro en Estados Unidos el pasado marzo.
La transposici¨®n uterina consta de dos fases: en una intervenci¨®n se aparta el ¨®rgano reproductivo y los ovarios de la zona de radiaci¨®n y, en una segunda operaci¨®n, despu¨¦s del tratamiento oncol¨®gico, se devuelve estos ¨®rganos a su lugar anat¨®mico natural. Delgado se someti¨® a la primera parte del procedimiento en noviembre de 2023 (antes del inicio de la radioterapia): ese ¨²tero de poco m¨¢s de siete cent¨ªmetros de tama?o, ubicado en la pelvis, entre la vejiga y el recto, se desplaz¨® junto con los ovarios hacia arriba, dejando la matriz a la altura del ombligo: ¡°Lo apartamos de los tejidos que lo sustentan y alimentan y lo desinsertamos de la vagina, que la cerramos, como si fuese una histerectom¨ªa. Luego colocamos el ¨®rgano como por encima del ombligo y lo mantuvimos irrigado a trav¨¦s de los ovarios, que son los que reciben la sangre. As¨ª permanec¨ªa vivo y viable¡±, sintetiza Mancebo.
La intervenci¨®n tiene un riesgo bajo para la paciente, pero la complejidad t¨¦cnica es elevada, puntualiza la ginec¨®loga: ¡°Hay que respetar de manera exquisita la vascularizaci¨®n de los ovarios porque son los que alimentan al ¨²tero. Lo que mantiene viable al ¨²tero son dos arterias peque?as y hay que tener cuidado para que no tengan ning¨²n problema¡±. Adem¨¢s, explica la ginec¨®loga, los vasos que alimentan los ovarios tienen el camino hecho hacia la pelvis y hay que desengancharlos de su anatom¨ªa y ¡°echarlo todo hacia arriba unos 20 cent¨ªmetros¡±.
En algunas intervenciones previas con esta t¨¦cnica, los cirujanos y ginec¨®logos dejaron el cuello de la matriz a la altura del ombligo y las pacientes menstruaban por ah¨ª. Pero en el caso de Delgado, cuenta Mancebo, se opt¨® por administrarle un tratamiento que inhibe la funci¨®n de los ovarios para que el endometrio no prolifere: ¡°Los dejamos temporalmente inhibidos y la paciente no tiene la regla. La dejamos pseudomenop¨¢usica para que no tenga sangrado dentro del abdomen y le damos tratamiento hormonal para que tampoco tenga sintomatolog¨ªa de menopausia¡±, detalla la ginec¨®loga.
De la primera intervenci¨®n, Delgado solo recuerda haber sufrido cierto dolor abdominal los d¨ªas posteriores, pero poco m¨¢s. A mediados de diciembre, inici¨® la radioterapia y, posteriormente, la quimioterapia. Luego, un mes y medio de descanso y vuelta al quir¨®fano, este pasado junio, para una intervenci¨®n doble: devolver los ¨®rganos reproductivos a su posici¨®n anat¨®mica tradicional y extirpar los restos de tumor que quedaron. ¡°Primero, las ginec¨®logas descolgaron el ¨²tero y lo pusieron a un lado; luego, los cirujanos cortaron el tumor; despu¨¦s, las ginec¨®logas cosieron el ¨²tero a la vagina; y por ¨²ltimo, los cirujanos me hicieron la ileostom¨ªa¡±, relata la paciente. Por la ubicaci¨®n del tumor, hubo que extirpar un trozo de intestino y, hasta septiembre, llevar¨¢ una bolsa de ostom¨ªa. Pero el ¨²tero est¨¢ intacto, cuenta Mancebo: ¡°Est¨¢ reposicionado hace un mes y es ¨²til, aunque sigue con medicaci¨®n porque queremos que est¨¦ bien cicatrizado¡±.
El proceso oncol¨®gico, prioritario
La ginec¨®loga del Hospital del Mar subraya los l¨ªmites en los que se circunscribe esta t¨¦cnica: no es para todo el mundo ni en todo tipo de tumores. ¡°Lo m¨¢s importante es que el c¨¢ncer de recto est¨¦ localizado¡±, adelanta. Y la paciente tiene que tener un buen estado basal para someterse a esta intervenci¨®n, pues no pueden correr el riesgo de que el tratamiento oncol¨®gico se retrase ni hay a situaciones en el abdomen que compliquen la cirug¨ªa. ¡°Tenemos que garantizar esa viabilidad sin comprometer el resultado oncol¨®gico¡±, resume. Un estudio observacional de investigadores brasile?os, que analiza ocho casos, report¨® que el ¨²tero se conserv¨® con ¨¦xito en seis de ellas; de las otras dos, una falleci¨® del c¨¢ncer a los pocos meses y otra sufri¨® una necrosis uterina a los cuatro d¨ªas de la intervenci¨®n y tuvieron que extirparle el ¨®rgano.
Francisco Carmona, jefe de Ginecolog¨ªa y Obstetricia del Hospital Cl¨ªnic de Barcelona, se?ala que esta t¨¦cnica es poco habitual y ¡°t¨¦cnicamente compleja¡±. ¡°Esta intervenci¨®n es para preservar la fertilidad, pero, en realidad, el endometrio es un ¨®rgano que se renueva cada mes, por lo que no hay tanto da?o a estas mujeres. Otra cosa es que da?es los ovarios, y ah¨ª si tiene sentido transponerlos¡±, valora Carmona. Y recuerda que ahora la radioterapia es cada vez m¨¢s precisa y ¡°puedes focalizar bien el foco de electrones¡± para evitar radiar otras ¨¢reas circundantes.
Mancebo, en cambio, insiste en que, tras la radioterapia, el ¨²tero queda tocado: ¡°Estas pacientes se quedan sin capacidad de gestar por ellas mismas porque la parte interior del ¨²tero queda fibrosada e insensible a la acci¨®n de las hormonas. Y los ovarios, si est¨¢n en el campo de acci¨®n de la radioterapia, tambi¨¦n pierden cualquier funci¨®n. El endometrio se renueva, pero lo hace gracias a la acci¨®n de las hormonas; y este tipo de endometrios se quedan fibrosados e insensibles a la acci¨®n de estas hormonas¡±. A prop¨®sito de los avances en radioterapia, la ginec¨®loga asume que, efectivamente, se ha perfeccionado la dosis y el foco de acci¨®n, pero apunta: ¡°Cada vez es m¨¢s selectiva, pero el problema es que el ¨²tero est¨¢ en medio. Es muy dif¨ªcil que no reciba radiaci¨®n¡±. Un an¨¢lisis publicado en 2021 en la revista Internal Journal of Gynecological Cancer concluye que, si bien la transposici¨®n uterina ¡°puede ser una opci¨®n¡± para un grupo seleccionado de pacientes, se necesitan ¡°m¨¢s estudios que aborden su seguridad oncol¨®gica y resultados obst¨¦tricos¡±.
Delgado, por su parte, agradece una y otra vez al equipo sanitario que la ha acompa?ado durante el ¨²ltimo a?o. Ha apuntado los agradecimientos, para no olvidarse de nadie: a los m¨¦dicos, a las enfermeras y auxiliares de todas las ¨¢reas que han participado en su proceso terap¨¦utico, desde ginecolog¨ªa y oncolog¨ªa hasta radiolog¨ªa, ostom¨ªa y cirug¨ªa: ¡°Tuve que tomar la decisi¨®n en un d¨ªa porque el tratamiento oncol¨®gico no pod¨ªa esperar. Y cuando me dijeron que iba a ser la primera en Espa?a, dud¨¦. Pero hab¨ªan practicado la t¨¦cnica y me dieron seguridad. No me arrepiento de haber dicho que s¨ª. Esto es un avance. Si no, ahora mismo, mi ¨²tero estar¨ªa quemado y mis ovarios no funcionar¨ªan¡±.
Puedes seguir a EL PA?S Salud y Bienestar en Facebook, X e Instagram.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.