Cinco mitos de los trastornos de la conducta alimentaria
Estas alteraciones no entienden de edades, sexo, etnia ni nivel socioecon¨®mico
Desde la pandemia, la incidencia de trastornos de la conducta alimentaria (TCA) ha aumentado un 30% y se presenta en edades m¨¢s tempranas. El aislamiento social durante el confinamiento y el mayor uso de redes sociales como Instagram sirvi¨® de detonante para muchos trastornos que estaban de forma latente y para inocular el germen perfecto del inicio de otros.
Los TCA tienen una funci¨®n, son un salvavidas, es una manera de sobrevivir cuando no puedes controlar nada en tu vida, o pasas por situaciones que te superan. Aferrarte al falso control sobre la comida, ejercicio y cuerpo te da una sensaci¨®n de seguridad en medio de la incertidumbre. Y para incertidumbre, una pandemia¡ Fue as¨ª como se cocin¨® a fuego lento y a golpe de meme, entre receta y clase de entrenamiento online, la situaci¨®n perfecta para desarrollar un TCA con el velo de cuidarnos en plena pandemia.
Seg¨²n la presidenta de la Sociedad Espa?ola de Psiquiatr¨ªa y jefa de la Unidad de Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA) del Hospital Universitario Cl¨ªnico San Carlos de Madrid, la doctora Marina D¨ªaz Mars¨¢: uno de cada cinco pacientes que padece anorexia muere a causa de un suicidio. El 25% de las personas que sufren un TCA tienen intentos de suicidio y el 60% de ellos presenta pensamientos suicidas y autolesiones.
Cada vez tenemos m¨¢s conocimiento sobre los trastornos de la conducta alimentaria, pero sigue habiendo muchos mitos que se reproducen y se dan por ciertos. Algunos de los mitos m¨¢s extendidos son los siguientes.
1. Los pacientes con TCA est¨¢n en infrapeso
La realidad es bien distinta, ya que solo un 7% de los enfermos presentan un peso bajo seg¨²n el ¨ªndice de masa corporal (IMC). La sociedad representa a las personas que tiene un TCA con un peso muy bajo, pero lo cierto es que no se puede diagnosticar un trastorno de la conducta alimentaria solo mirando su cuerpo.
Esto hace que muchos casos pasen desapercibidos y sin diagn¨®stico, haciendo que las personas enfermas no pidan ayuda al no sentirse ¡°suficientemente enfermos¡± por no cumplir el mito del bajo peso, y creen que no merecen tratamiento. Usar el peso como criba en la detecci¨®n y diagn¨®stico de los trastornos de la conducta alimentaria supone una negligencia.
2. Los TCA solo son cosas de mujeres
Es cierto que la enfermedad es mucho m¨¢s frecuente en mujeres. De diez casos de TCA, nueve son mujeres y uno es hombre, por lo que ser mujer implica mayor riesgo de padecer un TCA.
Esto hace que los hombres no pidan ayuda o tarden en hacerlo, ya que el estigma social les hace m¨¢s complicado identificarse como enfermos.
3. Si tienes un TCA es porque quieres
La causa de los TCA es multifactorial, nadie enferma por propia voluntad.
Los factores de riesgo en los TCA son: la predisposici¨®n gen¨¦tica, ciertos rasgos de personalidad como el perfeccionismo y alto nivel de exigencia, la adolescencia, ser mujer, y est¨¢ relacionado con otras enfermedades mentales como depresi¨®n, trastorno obsesivo-compulsivo (TOC), ansiedad, consumo de t¨®xicos, un ambiente familiar controlador o desestructurado, as¨ª como la excesiva preocupaci¨®n hacia la alimentaci¨®n y el cuerpo por parte de los padres o tutores.
Los factores sociales como la presi¨®n ante la imagen y el ¨¦xito depositado en la delgadez, determinados deportes o profesiones muy asociadas a un f¨ªsico determinado (bailarinas, moda, gimnasia) en los que su cuerpo est¨¢ muy expuesto, ni?os y adolescentes que han sufrido comentarios sobre su cuerpo son m¨¢s susceptibles de desarrollar un trastorno.
4. Son enfermedades de adolescentes
Los TCA afectan a todas las edades, teniendo como punto clave la adolescencia. Se ven inicios cada vez m¨¢s tempranos, ahora est¨¢ en los 12 a?os.
Se sit¨²a en una edad media de debut entre los 17 y los 25 a?os, sin embargo, hay un porcentaje muy elevado de mujeres de mediana edad que tiene s¨ªntomas compatibles con estos cuadros, bien porque se ha cronificado un TCA que se inici¨® en la adolescencia y nunca se cur¨®, o bien porque lo ha desarrollado por primera vez en este momento de su vida. El t¨¦rmino ¡°mediana edad¡± o ¡°edad madura¡± est¨¢ definido en el rango de 35 a 55 a?os; otros autores han propuesto la franja de 40 a 65 a?os.
5. Las dietas estrictas y las dietas de moda no son peligrosas
No se puede decir que las dietas restrictivas sean las causantes de los trastornos del comportamiento alimentario, pero s¨ª el 40% de ellos se han desencadenado a ra¨ªz de una dieta.
Por ello es muy importante no poner en riesgo nuestra salud saltando de dieta en dieta como si fueran inocuas. Y lo m¨¢s relevante, proteger a los ni?os: no se les puede someter a dietas, ni estar continuamente pes¨¢ndolos. Se pueden hacer cambios de h¨¢bitos, pero hacer que un ni?o viva en privaci¨®n suele ser un desencadenante de un trastorno por atrac¨®n. Generalmente, los cambios en los h¨¢bitos de los ni?os tienen que ver m¨¢s con los h¨¢bitos de los padres o cuidadores porque, al final, los ni?os acceden a lo que los adultos les dan.
El trastorno por atrac¨®n es quiz¨¢s el TCA m¨¢s desconocido porque no se describi¨® como tal hasta hace 10 a?os, en el 2013 se incluy¨® en el Manual Diagn¨®stico y Estad¨ªstico de los Trastornos Mentales (DSM -5). Se caracteriza por la ingesta de grandes cantidades de comida en un espacio de tiempo corto, con sensaci¨®n de falta de voluntad, normalmente en solitario. Genera verg¨¹enza y malestar f¨ªsico por la gran ingesta de comida y, sobre todo, emocional.
Hasta hace muy poco, a las personas que sufr¨ªan un trastorno por atrac¨®n se les pautaba una dieta de p¨¦rdida de peso, lo que a su vez provocaba m¨¢s atracones y m¨¢s verg¨¹enza al no poder seguirla. Muchos adultos que hoy sienten verg¨¹enza por comer algunos alimentos son esos ni?os a los que se les rega?aba por comerlos porque pesaban demasiado.
Los TCA no entienden de edades, sexo, etnia, ni nivel socioecon¨®mico. Estas son unas fechas complicadas para las personas que los sufren. Si quieres echar una mano, estas fiestas no hables de comida, no te fijes en qu¨¦ come o deja de comer cada uno, no comentes los cambios f¨ªsicos de nadie, ni siquiera los de tu cuerpo. Tengamos la fiesta en paz.
NUTRIR CON CIENCIA es una secci¨®n sobre alimentaci¨®n basada en evidencias cient¨ªficas y en el conocimiento contrastado por especialistas. Comer es mucho m¨¢s que un placer y una necesidad: la dieta y los h¨¢bitos alimenticios son ahora mismo el factor de salud p¨²blica que m¨¢s puede ayudarnos a prevenir numerosas enfermedades, desde muchos tipos de c¨¢ncer hasta la diabetes. Un equipo de dietistas-nutricionistas nos ayudar¨¢ a conocer mejor la importancia de la alimentaci¨®n y a derribar, gracias a la ciencia, los mitos que nos llevan a comer mal.
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