Ni te hace m¨¢s fuerte ni te ofrece ense?anzas: maquillar la realidad con positividad t¨®xica que da?a la salud mental

Whitney Goodman comienza su libro Positividad t¨®xica invitando al lector a imaginar que al comentarle a un amigo que acaba de perder su trabajo, se encuentra con una respuesta tan buenrollista como da?ina: ¡°?Al menos ahora tienes todo el tiempo libre del mundo! Podr¨ªa ser peor. Piensa en lo mucho que vas a aprender de esto¡±. En ese momento, asegura la autora, la positividad t¨®xica ha hecho su entrada.

Hablamos de ese consejo que aunque en teor¨ªa nos convendr¨ªa integrar en nuestra vida, somos incapaces de asimilar en ese momento. Por si fuera poco, lo habitual es que este intento de ba?ar de luz lo negativo nos haga sentir silenciados, juzgados e incomprendidos. Al fen¨®meno de pasar una experiencia negativa por un filtro de optimismo y vitalidad se le conoce en ingl¨¦s como whitelighting. Aunque quien lo pone en marcha no pretende devaluar o deshumanizar la experiencia del otro, parad¨®jicamente eso es precisamente lo que ocurre cuando alguien intenta dar un toque positivo a los sentimientos y experiencias negativos o traum¨¢ticos del interlocutor.

Ana Ib¨¢?ez, autora de Sorprende a tu mente, explica que, en ocasiones, nos cuesta conectar con el sufrimiento de los dem¨¢s y sostenerlo, por lo que podemos sentirnos tentados de intentar sacarlos de ah¨ª lo m¨¢s r¨¢pido posible, en lugar de abrazarlos o acompa?arlos. ¡°Hay muchos intentos bienintencionados de ayudar que se saltan un paso importante, que es decirle al otro: ¡®Te entiendo: entiendo lo que sientes y entiendo que es dif¨ªcil¡¯. Aqu¨ª hay que hacer una pausa y darle tiempo al otro. Quiz¨¢s nos responda o quiz¨¢s no, pero seguro que estas palabras ayudan. M¨¢s tarde, quiz¨¢s podamos dar ideas, pero tengamos cuidado de no dar consejos gratuitos. Es f¨¢cil darlos desde fuera, pero si fuese tan sencillo, es probable que la persona por s¨ª sola ya hubiese encontrado una soluci¨®n¡±, explica.

Whitney Goodman, psicoterapeuta propietaria del Collaborative Counseling Center, un centro privado de terapia en Miami, asegura que ser sincero y aut¨¦ntico en momentos de crisis o de dolor es importante, y subraya que cuando alguien se muestra de manera aut¨¦ntica, en lugar de usar la positividad t¨®xica, est¨¢ validando que lo que la otra persona est¨¢ experimentando es real. De esta forma, empatiza y ni endulza ni niega su experiencia. De hecho, el peligro de negar lo que el otro siente no es nimio, pues el estudio ?Puede la positividad ser contraproducente cuando se sufre abuso dom¨¦stico? se?ala que una mirada positiva t¨®xica podr¨ªa hacer que las personas abusadas, al subestimarse la gravedad de lo acontecido, permanezcan en relaciones abusivas. ¡°Todos tenemos cierta aversi¨®n a sentirnos mal y nos incomoda escuchar aspectos negativos. Cerebralmente, recibimos una llamada que nos lleva a intentar solucionar lo que no va bien, y ese llamamiento es a¨²n m¨¢s intenso si la persona que est¨¢ viviendo algo negativo nos importa y tenemos conexi¨®n emocional con ella, porque eso enciende mecanismos cerebrales de protecci¨®n hacia los seres queridos. Es decir, la intenci¨®n no es mala, es de protecci¨®n, pero parece no ser lo ¨®ptimo para ayudar de verdad¡±, asegura Anabel Gonz¨¢lez, autora de ?Por d¨®nde se sale? C¨®mo deshacer el miedo, aliviar el malestar psicol¨®gico y adquirir un apego seguro. ¡°Lo que nos pasa no es siempre positivo y al intentar ver solo el lado bueno, estamos anulando la posibilidad de que las cosas no salgan como queramos y caigamos en frustraci¨®n. Lo m¨¢s sano es saber movernos entre aspectos positivos y negativos, sabiendo que ninguno de ellos es permanente y c¨®mo no, aprender herramientas mentales que nos ayuden a no quedarnos por mucho tiempo anclados en los negativos, porque l¨®gicamente es m¨¢s sano vivir dentro de aspectos positivos¡±, a?ade.

La luz del lado oscuro de las cosas

La filosof¨ªa New Age nos invita a cambiar nuestra percepci¨®n para navegar por la realidad, pero esta gu¨ªa de ruta puede en ocasiones alejarnos de las experiencias vividas y hacer que nos desconectemos de nuestros sentimientos, instintos y en definitiva, incluso de nosotros mismos. Como dice la neurocient¨ªfica Ana Ib¨¢?ez, ¡°para funcionar bien, necesitamos aprender a navegar por las tempestades. Pensar en positivo de forma radical no nos permite entrenarnos en manejar el malestar, algo fundamental para poder gestionar los problemas que inevitablemente la vida nos trae. No se trata de torturarnos con ellos, ni de darles vueltas y vueltas en la misma direcci¨®n, pero los problemas hay que mirarlos de frente. De lo contrario, se acaban complicando. Los mensajes positivos suenan muy bien, y generan seguidores en redes sociales, pero su efecto es muy breve¡±, explica a S Moda.

Incluso a lo largo de la historia de la filosof¨ªa, la tendencia ha sido creer que la vida ha de ser buena y que el sufrimiento debe ser evitado por encima de todas las cosas, pues figuras como Arist¨®teles han formulado teor¨ªas de ¡°la buena vida¡± que siempre defienden la importancia de luchar por lograr lo mejor. Aunque por descontado hemos de intentarlo, cuando nos topamos con tropiezos por el camino, es importante no minimizar ni esconder la tristeza que sentimos. ¡°El pensamiento positivo a menudo resulta tan efectivo como una tirita sobre una herida de bala. En lugar de ayudar, produce una supresi¨®n emocional que es destructiva para nuestros cuerpos, mentes, relaciones y sociedad. La evidencia indica claramente que la supresi¨®n emocional es ineficaz y agotadora en el proceso de adaptaci¨®n. Lleva a empeorar el estado de ¨¢nimo, aumenta los sentimientos negativos sobre las interacciones sociales, alimenta las emociones negativas continuas, e incluso disminuye las emociones positivas que pudiera haber presentes¡±, escribe Whitney Goodman en Positividad t¨®xica.

Cada vez es m¨¢s habitual que los libros que intentan guiar al lector hacia la felicidad aborden ahora el lado negativo de la positividad, advirtiendo no solo de que mirar el lado bueno de las cosas no conduce necesariamente hacia la felicidad y que en un giro inesperado, puede terminar da?¨¢ndonos.

Al final, abrazar durante un momento o incluso durante un periodo determinado y limitado la tristeza puede ser, como asegura Sara Ahmed en La promesa de la felicidad, una forma de acci¨®n pol¨ªtica, pues se?alar lo negativo como un presente en marcha siempre afirma algo. Como dice la autora, debemos y podemos arruinar la fiesta. Si en It¡¯s My Party Lesley Gore defendi¨® el derecho de llorar en su fiesta, ?acaso no tenemos los dem¨¢s derecho de llorar o quejarnos en nuestra vida?