Chica Lynch y condesa Von Bismarck: los 60 a?os de Laura Harring, la ¡®femme fatale¡¯ de ¡®Mulholland Drive¡¯
Cuando estaba a punto de renunciar al sue?o de ser actriz, una llamada de David Lynch cambi¨® su vida. La protagonista de una de las pel¨ªculas m¨¢s aclamadas de este siglo, que la catapult¨® al estatus de ¡®sex-symbol¡¯, celebra su aniversario anunciando que se jubila del s¨¦ptimo arte
Cuando recibi¨® la llamada de un asistente de David Lynch, dici¨¦ndole que el celebrado director de cine quer¨ªa reunirse con ella de inmediato, Laura Harring ni siquiera ten¨ªa representante. Tras m¨¢s de una d¨¦cada intentando granjearse un sitio en la meca del s¨¦ptimo arte, con un par de papeles en culebrones televisivos como m¨¢ximo hito profesional, las esperanzas de la mexicana para convertirse en una estrella hab¨ªan quedado relegadas. ¡°Yo ya hab¨ªa renunciado a Hollywood¡±, confesaba. Y tiraba de eufemismos para confirmar que no cobraba un solo d¨®lar por su trabajo: ¡°Estaba haciendo teatro y algo muy experimental¡±. Pero Lynch hab¨ªa visto su cara entre cientos de retratos de actrices y, sin importarle el enclenque curr¨ªculo de la int¨¦rprete, decidi¨® que ella protagonizar¨ªa su pr¨®ximo proyecto. Tan emocionada estaba Harring ante la oportunidad que se abr¨ªa frente a ella que, de camino a las oficinas del realizador, embisti¨® con su coche a otro veh¨ªculo. ¡°Cuando su asistente me dijo que el guion empezaba con mi personaje conduciendo y teniendo un accidente de tr¨¢fico, sent¨ª escalofr¨ªos¡±.
Un par de a?os despu¨¦s, Harring no solo contaba ya con un representante, sino que caminaba cual diva por la alfombra roja del festival de Cannes. Mulholland Drive acababa de ver la luz y, aunque todav¨ªa no hab¨ªa alcanzado su estatus actual de cl¨¢sico de absoluto culto, aclamada por la BBC como la mejor pel¨ªcula de lo que llevamos de siglo, su protagonista era comparada con mitos del Hollywood dorado como Ava Gardner o Rita Hayworth, cuyo nombre tambi¨¦n toma prestado su personaje en el filme. La prensa le dedic¨® todo tipo de portadas y calificativos ¡ª¡°bomba latina¡±, ¡°femme fatale¡±, ¡°sex-symbol¡±¡ª a esa explosiva mujer amn¨¦sica que es rescatada f¨ªsica y emocionalmente por la aspirante a actriz interpretada por Naomi Watts. Ambas demostraron que se equivocaban los ejecutivos de la cadena ABC que desecharon el piloto de Mulholland Drive ¡ªs¨ª, en un principio iba a ser una serie¡ª porque sus protagonistas, con treinta y pocos, ¡°ya eran demasiado viejas para ser estrellas de televisi¨®n¡±.
Harring aprovech¨® la oportunidad para brillar en el festival de cine y se gan¨® a los fot¨®grafos con trucos de miss: se despoj¨® de su chaqueta, exhibi¨® curvas con un sugerente top vaquero y dej¨® la huella de sus labios rojos en el rostro de Lynch. ¡°Cuando nos fuimos, los periodistas empezaron a aplaudir y a corear mi nombre al un¨ªsono: ¡®?Laura, Laura, Laura!¡¯. As¨ª que regres¨¦, sub¨ª los brazos y les mand¨¦ un beso. Rugieron emocionados. El presidente del festival me dijo: ¡®?D¨®nde has estado todos estos a?os?¡±, evoca la actriz. Su carism¨¢tica presencia hab¨ªa opacado por completo la presencia de su coprotagonista, as¨ª que, durante la cena, cogi¨® la mano de Watts e hizo un vaticinio. ¡°Le dije: ¡®Naomi, las cosas siempre se dan la vuelta y el sol brillar¨¢ alg¨²n d¨ªa sobre tus hombros. Y lo hizo¡±.
M¨¢s de dos d¨¦cadas despu¨¦s de aquello, Laura Elena Mart¨ªnez Harring, que celebra ahora su 60 cumplea?os, es muy consciente de que la obra maestra de David Lynch ya le ha garantizado un lugar de privilegio en la inmortalidad cinematogr¨¢fica. A pesar de que desde entonces no ha parado de trabajar, sobre todo en la peque?a pantalla y en pel¨ªculas como El amor en los tiempos del c¨®lera o John Q, la artista natural de Sinaloa (M¨¦xico) no volvi¨® a alcanzar nunca el nivel de repercusi¨®n obtenido con el filme de Lynch. Probablemente, no superar¨¢ la etiqueta de ser la morena de Mulholland Drive, algo que s¨ª consigui¨® Naomi Watts, pero parece estar en paz con ello. ¡°Yo ya he dejado mi huella en Hollywood, formo parte de un cl¨¢sico. No tendr¨ªa ni que volver a trabajar nunca m¨¢s¡±, asegur¨® en The Independent en 2017.
Harring, que ha hecho solo una pel¨ªcula en los ¨²ltimos cinco a?os, anunciaba su jubilaci¨®n de la interpretaci¨®n hace apenas un mes. ¡°Han sido una vida y una carrera maravillosas. Aprecio a cada miembro del equipo: actores, directores y productores de todas mis pel¨ªculas y series. Siempre habr¨¢ un lugar en mi coraz¨®n para vosotros. Estoy retirada, pero no muerta, todav¨ªa queda mucho por vivir¡±, escrib¨ªa en su cuenta de Instagram. En esa misma red social comparte a diario consejos sobre desarrollo espiritual, declar¨¢ndose seguidora del yoga, la sanaci¨®n c¨®smica y otras f¨®rmulas de crecimiento personal como la manifestaci¨®n.
Hija de un granjero y una psicoterapeuta, su familia emigr¨® a Texas cuando era ella solo una ni?a. A los 12 a?os, fue v¨ªctima colateral de un tiroteo ocurrido en el aparcamiento de unas salas de cine, recibiendo un impacto de bala en la cabeza que, por apenas unos mil¨ªmetros, no le alcanz¨® el cerebro. Poco despu¨¦s, sus padres la enviaron interna a un exclusivo colegio suizo y, tras graduarse, se march¨® de voluntaria a la India para ayudar a los m¨¢s desfavorecidos. A su vuelta a Estados Unidos, decidi¨® presentarse a un concurso de belleza en su ciudad de residencia, El Paso, movida por la oportunidad de poder viajar por todo el pa¨ªs. Gan¨® ese certamen y otros cuantos m¨¢s. Fue Miss El Paso, Miss Texas y, por ¨²ltimo, Miss USA en 1985, convirti¨¦ndose en la primera latina en lograr el t¨ªtulo. Esa fue su catapulta al mundo de la interpretaci¨®n. De manera simult¨¢nea, y con solo 18 a?os, la actriz contrajo matrimonio con el conde Carl von Bismarck, tataranieto de quien fuera canciller y art¨ªfice de la unidad de Alemania. Enfrentados por el futuro profesional de la joven ¡ª¨¦l no quer¨ªa que ella trabajara¡ª, se divorciaron dos a?os despu¨¦s. Laura Harring ha mantenido desde entonces el t¨ªtulo de condesa, pero no ha vuelto a pasar por el altar.
Quiz¨¢ aproveche ahora el tiempo alejada de los sets para escribir las p¨¢ginas de una biograf¨ªa que se antoja apasionante.
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