Si te persigue un trauma, ?de verdad un retiro de ayahuasca es lo que necesitas?

Como en otros asuntos relativos a la apertura de la mente a otra dimensi¨®n, la New Age puso en el mapa la ayahuasca. M¨²sicos como The Beatles, Paul Simon o Sting, literatos con un imaginario on¨ªrico como William Burroughs y Allen Ginsberg (que intercambiaron cartas en su b¨²squeda de ayahuasca por Suram¨¦rica) han dejado constancia de los efectos reveladores de esta bebida. Bebida porque se trata de un preparado, una infusi¨®n de plantas amaz¨®nicas, en concreto de Banisteriopsis caapi y hojas del arbusto chacruna, Psychotria viridis. El principio activo de la Psychotria viridis es una sustancia natural llamada DMT o N-dimetiltriptamina, que habitualmente es neutralizada por los fluidos del est¨®mago, a excepci¨®n de cuando se mezcla con Banisteriopsis caapi. As¨ª, no hay ayahuasca si no disponemos de ambas plantas.

Este t¨¦ es central en rituales cham¨¢nicos practicados en varios pa¨ªses de Latinoam¨¦rica, d¨ªcese en Per¨², Colombia, Bolivia o Brasil, y es usado por los curanderos para depurar a los enfermos y observar qu¨¦ puede causar la dolencia a nivel espiritual. Con la gu¨ªa del cham¨¢n, los participantes entran en un trance de visiones psicod¨¦licas y tambi¨¦n sufren de diarrea y v¨®mitos. As¨ª se completa la mencionada depuraci¨®n; no en vano, los ind¨ªgenas llaman a este ritual ¡°la purga¡±: la ayahuasca limpia mente y cuerpo para refrescarlo y renacer a una nueva percepci¨®n.

Este renacimiento, junto con la curiosidad por vivir la experiencia del ritual, atraen cada vez m¨¢s a hombres y mujeres occidentales. Personas que buscan librarse de traumas, depresi¨®n, ansiedad, adicciones o dolores enquistados, para empezar. Con esta promesa m¨ªstica e instant¨¢nea, los retiros de ayahuasca han cruzado el Atl¨¢ntico para instalarse en casa rurales a las afueras de las grandes ciudades espa?olas y hoy mueven cantidades ingentes de euros. El psic¨®logo y antrop¨®logo Josep Maria Fericgla, autor de Ayahuasca: La realidad detr¨¢s de la realidad, estima que semanalmente m¨¢s 800 personas viven el ritual guiadas por personas que no tienen perfil terap¨¦utico ni de cham¨¢n.

La creciente moda, que tiene sus detractores y sus discretos seguidores entre psic¨®logos y terapeutas que la recomiendan a sus pacientes ha alertado a las instituciones. As¨ª, la Generalitat catalana ha hecho circular una gu¨ªa para informar de los riesgos y efectos de la ayahuasca, donde se observa, por ejemplo, que no es un remedio para eliminar adicciones. Mientras, son los m¨¢s pudientes y de profesiones liberales (que incluso viajan desde EEUU y Rusia porque se sienten m¨¢s seguros que en Suram¨¦rica) los que llegan a pagar hasta 100€ por una dosis del t¨¦. Las autoridades sanitarias advierten tambi¨¦n que, dado que conseguir las cantidades puras y suficientes de ambas plantas es complicado, muchas de estas dosis vendidas como ayahuasca son dudosas, y sus efectos, impredecibles.

As¨ª, en Espa?a, tanto la Banisteriopsis caapi y sus preparados como el DMT est¨¢n prohibidos para la venta al p¨²blico por su toxicidad. Con todo, y como ocurre en otros lugares del mundo a excepci¨®n de Francia ¨Cdonde est¨¢ tipificada como ilegal por asociarse a una secta¨C, existe un vac¨ªo legal en torno al uso de ayahuasca. La cuesti¨®n de fondo reside en si esta se considera una droga recreativa o si puede tener fines cient¨ªficos/ terap¨¦uticos (o religiosos, como en Brasil, EE UU u Holanda). Ni siquiera la Junta Internacional de Fiscalizaci¨®n de Estupefacientes (JIFE), organismo de la ONU, regula su consumo. Esta laguna legal ha derivado en que la posesi¨®n y env¨ªo de las plantas que componen esta bebida haya producido medio centenar de detenciones en los ¨²ltimos 10 a?os, pues se entiende que se est¨¢ manejando DMT.

Contra el turismo de ayahuasca

Antrop¨®logos como Eugenia Fotiou han analizado la motivaci¨®n occidental detr¨¢s de este turismo de ayahuasca, y han visto que la transformaci¨®n personal basada en la espiritualidad y la mejora de la salud con fuentes alternativas a la medicina alop¨¢tica son los dos motores principales.

Para los que creen en el ritual desde lo aut¨¦ntico, este turismo es una lacra. Esto es, una falta de respeto a las tradiciones ancestrales de la Amazon¨ªa, un motivo para extraer legal o ilegalmente las plantas y expoliar el h¨¢bitat y causa del aumento de la criminalidad y muertes conectada a rituales no controlados.

Entonces, ?por qu¨¦ en los pa¨ªses de origen la ayahuasca no solo es legal y un apreciado recurso terap¨¦utico o incluso, como en Per¨², es Patrimonio Cultural Inmaterial de la Naci¨®n?

La cruzada de la biomedicina

Como en el caso del cannabis y otras plantas con efectos sobre las conexiones cerebrales, la Psicoterapia estudia la ayahuasca y sus posibles beneficios para el tratamiento de problemas mentales/ emocionales. Sus defensores no la clasifican de ¡°cura milagrosa¡±, sino que la usan ¨Ccomo los chamanes¨C para trabajar con los procesos inconscientes que muestra el individuo bajo los efectos de la infusi¨®n. Por eso, estas sesiones deben realizarse con expertos (chamanes) y acompa?ados por personas de confianza, como un psicoterapeuta, si lo que se persigue es este viaje terap¨¦utico.

En Per¨², la ayahuasca est¨¢ indicada para reducir la ansiedad y equilibrar el sistema nervioso por su efecto relajante. En este sentido, se habla de ella como tratamiento contra las adicciones, la depresi¨®n y el estr¨¦s postraum¨¢tico. Los resultados probados de la ayahuasca como biomedicamento han llevado a muchos expertos a investigar.

Charles Grob revel¨® en el marco del Proyecto Hoasca, en 1993, que los adolescentes ind¨ªgenas que consum¨ªan ayahuasca ten¨ªan 7 veces menos adicci¨®n a sustancias, depresi¨®n, ansiedad, trastornos de la imagen corporal y trastorno de d¨¦ficit de atenci¨®n por hiperactividad que los adolescentes de las ciudades estudiados.

En 2016, uno de los estudios m¨¢s interesantes al respecto es Explorando el potencial terap¨¦utico de la Ayahuasca: la ingesta continuada aumenta las capacidades relacionadas con el mindfulness de Jordi Riba, doctor en Farmacolog¨ªa y jefe del grupo de Neurofarmacolog¨ªa del Instituto de Investigaci¨®n del Hospital Sant Pau de Barcelona, y otros autores internacionales. En esta y otras investigaciones de estos especialistas, personas con depresi¨®n que no hab¨ªan respondido a otras tratamientos mejoraron. Los autores comparan los efectos de la ayahuasca con los de la meditaci¨®n. Seg¨²n los estudios, el consumo de ayahuasca ayuda a focalizar, al autocontrol y a trabajar el optimismo.

Expandir la conciencia: ?positivo o negativo?

Como para cualquier remedio, existen contraindicaciones en la toma de esta bebida. Las personas con problemas psicol¨®gicos o psiqui¨¢tricos importantes, desde el trastorno l¨ªmite de la personalidad, el disociativo a la psicosis y con condiciones f¨ªsicas que choquen de frente con una purga (diabetes, esclerosis, dolencias digestivas graves, embarazo, etc.) son diana perfecta para efectos secundarios no deseados, incluida la muerte o el empeoramiento de la enfermedad mental.

Al tomar la poci¨®n, pueden aparecer n¨¢useas, v¨®mitos y diarrea, y reacciones intensas de miedo, recuerdos n¨ªtidos, agradecimiento y aceptaci¨®n personal, o tambi¨¦n paranoia, ansiedad y agitaci¨®n. La idea es alterar la conciencia para abrir la mente y pasar a un estado de relajaci¨®n y de sensaci¨®n de libertad.

Los investigadores han determinado que esta apertura est¨¢ relacionada con la actividad de la ayahuasca sobre el neoc¨®rtex, la am¨ªgdala y la ¨ªnsula, encargadas de la percepci¨®n, las funciones motoras y la gesti¨®n emocional. Los cambios sobre el cerebro pueden desconectar recuerdos emocionales anteriores para dar paso a nuevos, sin filtros, lo que significa que la persona no juzga y est¨¢ m¨¢s abierta a estos cambios.

Con todo, los mismos investigadores realizaron pruebas de rendimiento y memoria a consumidores habituales de ayahuasca y a otros ocasionales, y resolvieron que la bebida empeoraba la memoria, mientras que la reacci¨®n a est¨ªmulos era m¨¢s r¨¢pida.

La ciencia sigue comparando procesos para apoyar o poner en tela de juicio a lo que algunos llaman droga y otros llaman terapia milenaria, y que en todo caso, siempre ense?a otra dimensi¨®n.