Cuando dejar caer contactos, marcas o nombres de restaurantes es signo de baja autoestima
Las redes sociales han incrementado este tipo de comportamientos que perpet¨²an la idea de que el lujo es el mejor sin¨®nimo de ¨¦xito
No es lo mismo mencionar que saliste a cenar el s¨¢bado, que dejar caer en la conversaci¨®n que te encontraste con Puchito (el nombre con el que sus amigos conocen a C Tangana) en un restaurante de moda. Tampoco es lo mismo decir que te han regalado un bolso por tu cumplea?os, que mencionar, como quien no quiere la cosa, el nombre la marca del bolso que le regalaste a tu madre por su aniversario. Por ejemplo, Louis Vuitton.
Todos hemos conocido a alguien que presume constantemente de marcas o de los lugares que frecuenta. El name dropping, en su traducci¨®n al espa?ol ?dejar caer nombres?, tiene un componente m¨¢s complejo y perverso, a medio camino entre fardar y seducir, que es lo que lo hace interesante. No se trata simplemente de presumir sino de dejar caer palabras clave con disimulo, como si realmente no le di¨¦ramos importancia, para conseguir, precisamente con esa falsa modestia, una mayor admiraci¨®n de nuestro interlocutor.
Este es un comportamiento que la psic¨®loga Susana Ivorra dice ver habitualmente en su consulta de Palma Mallorca. ¡°Es habitual que algunos pacientes, para darse importancia, dejen caer el nombre de Rafa Nadal como quien no quiere la cosa. Lo mismo pasa con el conocido Restaurante Flanigan, que citan como de pasada, como si fueran habituales del local¡±. ?El objetivo es sencillo: ¡°Impresionar a la persona que nos escucha y que nos considere importantes por asociaci¨®n¡±.
Puede parecer un comportamiento algo obvio, pero todos recordamos el caso del peque?o Nicol¨¢s y como consigui¨® enga?ar a todo el mundo y hacerse pasar por alguien importante, a ra¨ªz de sus fotos con personajes p¨²blicos. Otro ejemplo es el caso de C. Tangana, que en sus inicios nombraba a determinados personajes p¨²blicos en Twitter (como fue el caso de Carlotta Cosials, o especialmente el de Pablo Iglesias) con enlace a sus v¨ªdeos, como parte de su estrategia de marketing y posicionamiento.
Dos perfiles a tener en cuenta
Todos, alguna vez, hemos querido impresionar o causar admiraci¨®n. O hemos presumido de conocer a alguien o ir alg¨²n sitio que nos hac¨ªa especial ilusi¨®n. Pero este tipo de estrategias no son an¨¦cdotas puntuales, sino que se corresponden a perfiles y objetivos muy concretos.
¡°No en todos los casos, pero por lo general, los name droppers son personas con una gran necesidad de aceptaci¨®n y admiraci¨®n¡±, explica la psic¨®loga Susana Ivorra.? ¡°Creen que necesitan adornar su realidad para que eso pase, como si por ser simplemente quienes son, no fuera suficiente¡±.
Mercedes Cimas, tambi¨¦n psic¨®loga, insiste en que estos comportamientos tienen m¨¢s que ver con caracter¨ªsticas de la personalidad, que con la clase social a la que pertenezcas. ?¡°Hay personas con m¨¢s necesidad de hacer de su identidad su clase social o filiaci¨®n. Si t¨² necesitas sentirte validado por tu clase social, tender¨¢s a hacer name dropping para sentirte seguro, porque necesitas que los dem¨¢s te vean as¨ª¡±. Es decir, que m¨¢s que fardar, se trata de una necesidad de ¡°autovalidaci¨®n¡±.
Aunque para que este tipo de t¨¦cnicas funcionen, hace falta un segundo factor a tener en cuenta: contar con un p¨²blico f¨¢cil de impresionar. ¡°B¨¢sicamente personas que tienen la creencia de que el lujo o la fama aportan algo excepcional, como si por frecuentar ciertos lugares, llevar ciertas marcas o codearte con ciertas personas fueras a ser mejor persona o m¨¢s feliz¡±, reflexiona Ivorra. Una forma de pensar que es m¨¢s que evidente que tambi¨¦n va en aumento.
La importancia del contexto social
El name dropping podr¨ªa ser una herramienta para hacer marketing de uno mismo. Como explica el trabajo On Name-Dropping: The Mechanisms Behind a Notorious Practice in Social Science and the Humanities,?los nombres no solo proporcionan legitimaci¨®n, sino tambi¨¦n ?orientaci¨®n en el discurso. As¨ª, parte del objetivo del name dropping es permitir a los otros conocer nuestro contexto social.?¡°Por lo tanto, se recurre al name dropping como una manera de dar informaci¨®n sobre nosotros mismos¡±, explica la soci¨®loga experta en comunicaci¨®n ?y marketing Rosario Guill¨¦n.?De esta forma ¡°los t¨¦rminos o personajes de nuestro name dropping, variar¨¢n dependiendo del status al que aspiramos¡±.
Adem¨¢s, el contexto social es importante para que esta pr¨¢ctica resulte efectiva o nos vaya en contra. Y es que soltar nombres sin ton si son, puede darnos mala imagen ante personas realmente importantes. O peor, podemos decir que conocemos a alguien que la otra persona s¨ª que conoce y quedar en el m¨¢s absoluto rid¨ªculo a la m¨ªnima pregunta. El estudio Efectos de mencionar nombres en las primeras impresiones analiz¨® qu¨¦ ocurr¨ªa al mencionar el nombre de Roger Federer en una primera conversaci¨®n y conclu¨ªa?que ¡°se apreciaba menos al individuo y se lo percib¨ªa como menos competente cuando se asociaba estrechamente con Roger Federer, y no se lo percib¨ªa como m¨¢s deportista¡±.
¡°Hay aportaciones recientes que hablan de que el name dropping a menudo es una mala estrategia. Por un lado, dentro del discurso, puede distraer a nuestros oyentes. Adem¨¢s, puede hacer que se nos perciba como manipuladores, si la estrategia es muy descarada y, por otro lado, al intentar beneficiarnos del status de otro, acentuamos nuestras propias carencias¡±, concluye la soci¨®loga.
Redes sociales, terreno perfecto para ?dejar caer nombres?
Quiz¨¢s por esto las redes sociales son terreno abonado para la t¨¦cnica del name dropping.?Principalmente porque es mucho m¨¢s f¨¢cil ¡°mostrar¡± un objeto o un lugar en nuestro perfil, sin que sea protagonista, y crear una imagen de nosotros mismos a nuestros seguidores, que adem¨¢s no tienen con qu¨¦ contrastarla.
¡°Al final, en las redes sociales estamos viendo muchos comportamientos que antes se hac¨ªan offline¡±, a?ade a este respecto Cimas. Y es que, es obvio que las redes sociales han avivado nuestra necesidad de impresionar. ¡°Las redes sociales han generado en muchas personas una comparaci¨®n constante con los trocitos visibles de la vida de otras personas, pero no sabemos qu¨¦ hay detr¨¢s¡±, recuerda Susana Ivorra.
Un comportamiento del que adem¨¢s se benefician los propios personajes, las marcas o los lugares de moda que llenan sus mesas de gente que acude a hacerse la foto de rigor, m¨¢s que por la comida. ¡°Mientras socialmente se valore como signo de estatus el dinero, el lujo, las marcas y la fama esto seguir¨¢ ocurriendo y con mayor frecuencia¡±, apunta de nuevo Ivorra. Adem¨¢s, este tipo de mensajes impactan cada vez m¨¢s en las nuevas generaciones. ?As¨ª lo afirma Mercedes Cimas, que en su consulta trabaja con muchos adolescentes. ¡°Esta idea err¨®nea de lo que es el ¨¦xito est¨¢ ya muy interiorizada. Los influencers m¨¢s seguidos por los j¨®venes hoy d¨ªa son el ep¨ªtome de todo este tipo de mensajes¡±. El name dropping alcanza su sublimaci¨®n absoluta cuando se puede practicar de las formas m¨¢s sutiles posibles porque los sistemas de etiquetado y geolocalizaci¨®n ofrecen posibilidades infinitas: desde dejar caer que se est¨¢ en un sitio en el que realmente no se esta hasta hacer ?presente? de alguna manera en las im¨¢genes subidas a alguien a quien ni siquiera conocemos. ¡®Name dropping¡¯ nivel experto.
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