Viaje sin destino
Los campings y las caravanas se han hecho un lifting. Ahora son la aventura alternativa m¨¢s solicitada por los amantes del dise?o, el lujo y las peripecias.
Un no rotundo, acompa?ado de un gesto de absoluto desconcierto, era la respuesta de muchos ante la propuesta de pasar un fin de semana en una roulotte o en una tienda de campa?a. Ahora, todo ha cambiado. Las nuevas caravanas se asemejan m¨¢s al camerino de una estrella que a aquella imagen de transporte vacacional de la d¨¦cada de los 80. En Espa?a, los aficionados al camping han modificado el paisaje. Anualmente m¨¢s de 30 millones de personas duermen en una de las 650.000 parcelas repartidas entre los 1.184 campings nacionales, sin contar las zonas de acampada libre.
Los precios por alquilar uno de estos terrenos por d¨ªas ?oscila de los 40 a los 70 euros?, asegura Carlos Vidal, presidente de la Federaci¨®n Espa?ola de Clubes Campistas. ?Tambi¨¦n depende de las tiendas de campa?a ¨Cequivalentes a las estrellas hoteleras¨C con que lo haya valorado la federaci¨®n?, afirma. Cinco tiendas garantiza spa, restaurantes, pistas de p¨¢del y una clientela m¨¢s selecta. Pero hay una versi¨®n todav¨ªa superior, la denominada glamping. ?En realidad, es un concepto que siempre ha estado ah¨ª, pero que se bautiz¨® as¨ª hace un par de a?os. Es la evoluci¨®n l¨®gica y natural del camping, es decir, acampar al aire libre en parajes solitarios, pero con todos los detalles de un hotel de lujo, como muebles victorianos, ba?eras con patas, wifi¡?, afirma In¨¦s Garc¨ªa L¨®pez, de la agencia de viajes a medida Nuba.
Esta lujosa forma de estar en contacto con la naturaleza puede costar en torno ?a los 5.000 euros por 10 d¨ªas, o incluso 1.000 euros por noche y persona, depende del lujo que quiera el cliente?, asegura Garc¨ªa L¨®pez.
Muchas de las empresas encargadas del dise?o de caba?as y tiendas de campa?a para estos resorts son espa?olas, como TipiWakan, que fabrica y alquila tipis a medida en Girona, o Baltasare Ben Yurts, que produce en M¨¢laga yurtas mongolas.
Tambi¨¦n los hoteles, atentos a esta corriente, ofrecen a los amantes del dise?o m¨¢s contempor¨¢neo casas rodantes y tematizadas (rockera, vintage, ultrafemeninas) en lugar de una suite, eso s¨ª, dentro de sus complejos. Algunos ejemplos son el Hutten Palace Caravan Hotel, en Berl¨ªn, o el Grand Daddy, en Sud¨¢frica. Nada que ver con la vida en una roulotte de Charlize Theron y Kim Basinger en el drama minero Lejos de la tierra quemada (2008).
En 1947, Pierre Franchiset dise?¨® la furgoneta Citro?n H, hoy convertida en la extensi¨®n del hogar de un matrimonio franc¨¦s.
La estilista brit¨¢nica Jane Field-Lewis, propietaria de un caravana de los 70 afirma: ?Es el lugar donde soy m¨¢s creativa?. De la misma d¨¦cada es la Airstream de su compa?ero, el dise?ador gr¨¢fico Chris Haddon. Ambos son autores de los libros My Cool Caravan y My Cool Campervan (Ed. Pavilion Books). Una aventura que los ha llevado a recorrer m¨¢s de 6.000 kil¨®metros por el Reino Unido buscando los modelos retro m¨¢s atractivos. ?Notamos que el t¨¦rmino cool tambi¨¦n se comenzaba a asociar con las caravanas y autocaravanas?, asegura Haddon. Los dos comenzaron a buscar propietarios que, como ellos, hubieran restaurado modelos cl¨¢sicos ?o las hubieran convertido en hermosos hogares?.
El n¨²mero fue tan grande que con las im¨¢genes y testimonios crearon estos dos libros fotogr¨¢ficos y testimoniales. Ahora las dos obras de las que son autores son las biblias de los estetas del hogar rodante. Otros usuarios prefieren contratar a un decorador para personalizar su nuevo modelo. Leticia Mart¨ªnez, del estudio de interiorismo Viceversa, se ha encargado de algunos de estos proyectos. ?Usamos materiales resistentes y ligeros para no aumentar el peso. Papeles vin¨ªlicos, corian, laminados para los suelos, telas plastificadas o 100% lavables?, asegura.
El Mini ya tiene compa?ero de viaje, su caravana.
Entre los modelos m¨¢s innovadores est¨¢ Sealander. Esta caravana tiene dos motores hidr¨¢ulicos que la convierten en lancha.
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