Silvia Abril: ¡°El peor delito, a d¨ªa de hoy, contin¨²a siendo estar gorda¡±
La idea del movimiento ¡®body positivity¡¯ es normalizar cuerpos y medidas. ?Es posible en un mundo que imita el perfeccionismo de lo digital y mercantiliza todo lo que toca? Seis mujeres a gusto con su figura, que escapa de l¨ªneas puristas, hablan del fen¨®meno.
Hacer las paces con las lorzas, los michelines, las arrugas; llegar incluso a quererlos. Aceptar que luchar contra el paso del tiempo no solo es agotador, sino imposible. Probar nuevas est¨¦ticas, como quien prueba platos ex¨®ticos, y descubrir que el ojo no solo se acostumbra a ellas, sino que reemplazan a modelos anteriores. Asumir, con agrado, que no todo es susceptible de llevar etiquetas, ?a dios gracias! Constatar que algunos defectos, incluso peque?as minusval¨ªas f¨ªsicas, pueden encerrar cierta belleza, como esa t¨¦cnica japonesa, conocida como Kintsugi, que repara objetos rotos rellenando sus grietas con oro o plata. En lugar de ocultar los fallos, se acent¨²an y se celebran, ya que son la prueba de la imperfecci¨®n de la vida misma. Todo esto proclama el movimiento conocido como body positivity, aunque la mayor parte de las veces sea asociado, ¨²nicamente, a las modelos curvy y a la talla XXL.
Pero esta ideolog¨ªa no es nueva. Sus or¨ªgenes se remontan a la era victoriana. Como parte de la primera ola del feminismo (1850-1890) surgi¨® una iniciativa llamada The Victorian Dress Reform Movement, que intentaba acabar con la insana costumbre del cors¨¦ y denunciaba el canon de belleza de entonces, que tantos desmayos, problemas respiratorios y malformaciones de espalda provocaba. Se ped¨ªa, tambi¨¦n, el derecho de las mujeres a llevar pantalones y la aceptaci¨®n de todo tipo de cuerpos, independientemente de las medidas de sus cinturas.
La moda, a la que siempre se le ha culpado del establecimiento de este tipo de ¡®torturas¡¯, ha sido, sin embargo, significativa a la hora de popularizar esta nueva filosof¨ªa con modelos generosas y tallas m¨¢s all¨¢ de la 38. Primero fue el nuevo tallaje y luego los cuerpos rotundos. ?El body positivity es ya una realidad en la industria de la moda y ahora que los asuntos femeninos han adquirido visibilidad e importancia es improbable que volvamos a los modelos de belleza tan poco realistas del pasado?, dice Lynne Webber, directora general de Marina Rinaldi, firma pionera en el dise?o de ropa para mujeres de medidas generosas, all¨¢ por 1980. ?Es m¨¢s ¨Ccontin¨²a¨C, la cada vez m¨¢s frecuente presencia de modelos curvy en pasarelas, campa?as publicitarias, editoriales y portadas de revistas har¨¢ que muy pronto la etiqueta plus size deje de tener sentido?.
?Pueden unas cuantas modelos, con algo de sobrepeso pero j¨®venes y radiantes, revolucionar las reglas est¨¦ticas del juego? En opini¨®n de Lara Herrero, soci¨®loga, sex¨®loga y poeta, ?es muy probable que estemos cambiando algunas, pero las ra¨ªces de las existentes son muy profundas y, adem¨¢s, surgen nuevos complejos. La gordura debe ser sexy y la grasa debe localizarse en el culo, los pechos, los muslos, los labios. Tener un cuerpo de reloj de arena, lo que no siempre es f¨¢cil?. Herrero tiene un blog llamado Sexo positivo, en el que trata de visibilizar otras est¨¦ticas, cuerpos y vulvas. ?La pornograf¨ªa y la moda de la depilaci¨®n integral han creado una nueva meta. Las mujeres deben tener unos genitales recogidos, uniformes, de ni?a; y muchas no dudan en recurrir a la cirug¨ªa est¨¦tica para conseguirlos?, por ejemplo.
Tal vez aceptemos ahora m¨¢s las redondeces, pero estas deben acompa?arse de una cara bonita. En caso de no tenerla, mejor estar delgada o vestir con las ¨²ltimas tendencias. La perfecci¨®n de la piel es otra nueva asignatura del mundo real, obsesionado en copiar al digital, donde las dermis lucen sin m¨¢cula, por obra y gracia de los filtros y de Photoshop. ?La gente se ha vuelto muy exigente en cuanto al cutis?, apunta Lidia Y¨¦lamos, maquilladora, ?las imperfecciones cut¨¢neas crean enormes complejos y la industria cosm¨¦tica cuenta con todo un arsenal para tapar cicatrices, manchas, poros, venas, arrugas, granos, pecas. Est¨¢ pendiente el movimiento face positivity, y el contouring es ya la involuci¨®n del maquillaje?.
?La filosof¨ªa de ver el lado bueno de nuestros cuerpos es m¨¢s necesaria que nunca, ya que la insatisfacci¨®n con los mismos es la semilla de problemas ps¨ªquicos, alimenticios y sexuales?, comenta Lourdes Paraj¨®n, psic¨®loga especializada en trastornos de la alimentaci¨®n del Hospital Universitario Quir¨®n Salud, en Pozuelo, Madrid. ?Ha crecido la autoexigencia, tambi¨¦n en hombres, y esto es un miedo a no adaptarse. Se premia la originalidad, pero dentro de la norma, y hay mucho aspaviento para, finalmente, acabar en la uniformidad. El que se siente a gusto consigo mismo, con su cuerpo, no solo es m¨¢s feliz; est¨¢ siendo muy creativo, innovando, buscando su propio proyecto, y no dej¨¢ndose llevar por el patr¨®n?, se?ala esta psic¨®loga.
El 70% de las mujeres no se representa en las im¨¢genes que ven cada d¨ªa en los medios y el 67% pide que las marcas den un paso adelante y empiecen a asumir la responsabilidad de los roles que utilizan. Son algunas de las cifras que se derivan de una encuesta que ha realizado la marca Dove. Seg¨²n este estudio, 7 de cada 10 mujeres se reconocen presionadas para alcanzar ese est¨¢ndar de belleza irreal. Un 30% se sienten inseguras y un 49% est¨¢n incomodas al escoger la ropa que quieren.
Sin embargo, en el banco de fotos de Getty Images, el t¨¦rmino de b¨²squeda ¡®personas reales¡¯ ha aumentado un 192% en el ¨²ltimo a?o, el de ¡®mujeres diversas¡¯ un 168% y el de ¡®mujeres fuertes¡¯ un 187%, lo que evidencia la demanda de una representaci¨®n m¨¢s realista de la mujer y la belleza. Todo esto ha derivado en el proyecto #ShowUs o #Mu¨¦stranos, el almac¨¦n de im¨¢genes m¨¢s grande del mundo creado por mujeres con el fin de mostrar cuerpos m¨¢s democr¨¢ticos. Un proyecto firmado entre Dove, Getty y Girlgaze, un marketplace de m¨¢s de 200.000 f¨¦minas creativas de todo el mundo, que retratan la (?nueva? o ?hasta ahora ignorada?) realidad femenina.
Toda ideolog¨ªa tiene sus militantes y el body positivity cuenta con una legi¨®n de blogueras que luchan en su particular campo de batalla, YouTube. Probablemente una de las m¨¢s interesantes sea la mexicana Virgie Tovar, no solo por sus estramb¨®ticos looks, sino tambi¨¦n porque ha acu?ado un pu?ado de conceptos entorno al tema. ?Pierde odio, no peso? es su mantra; ha escrito el ya cl¨¢sico manual Tienes derecho a permanecer gorda, y no duda en hablar de la ¡®gordofobia estructural¡¯, debido al hecho de que el mundo est¨¢ pensado para cuerpos est¨¢ndar, o la ¡®discriminaci¨®n rom¨¢ntica¡¯, ya que nuestras construcciones sociales influyen en hacia qui¨¦n nos sentimos atra¨ªdos.
?La gente piensa que cuando pierde peso empieza a dejar de criticarse y a amarse a s¨ª misma, pero esto no ocurre. Estar delgada no va a hacer que te quieras?, dice Tovar, que tambi¨¦n organiza Babecamps, concentraciones de mujeres grandes con el fin de que se acepten y realicen todo tipo de actividades sin pudor. El sexo es un importante apartado en su discurso, porque la anatom¨ªa es su herramienta b¨¢sica y porque Virgie pretende que el hecho de acostarse con alguien con sobrepeso deje de ser algo extraordinario. ?Mucha gente ve el tener sexo con alguien gordo como una desviaci¨®n, o algo que se hace una vez en la vida, como excepci¨®n. Incluso a m¨ª me daba miedo practicarlo con otros de mi talla, porque me hab¨ªan ense?ado que esos cuerpos eran feos e indeseables, pero es todo lo contrario. Es un banquete delicioso y sexy. Es todo un gusto tocar suavidad, sin huesos, solo carne y piel?, asegura.
No faltan, tambi¨¦n, quienes ven en la gordura una muestra del declive de nuestra sociedad, de su precariedad y camino al abismo. ?El capitalismo, como el patriarcado, es un virus que muta y fagocita a todo lo que le hace resistencia?, subraya Delfina Mieville, sex¨®loga y soci¨®loga experta en g¨¦nero y derechos humanos. ?No olvidemos que anta?o la riqueza era gordura y ahora es delgadez; ya que no todo el mundo puede acceder a alimentos sanos y vivir en ambientes libres de contaminantes. Por lo tanto, hay que crear un nicho de mercado para los de abajo, para que sigan comprando?, apunta.
Dentro de esa presi¨®n para ser felices y sentirnos a gusto en un mundo cada vez m¨¢s hostil, uno puede preguntarse: ?Y qu¨¦ pasa si no acepto todas mis sombras? ?Al no saber sostener la frustraci¨®n, somos mucho m¨¢s fr¨¢giles y peligrosas para nosotras mismas. El cuerpo es un gran eco del mensaje de c¨®mo estoy, c¨®mo me siento, qu¨¦ me duele; pero no siempre tenemos tiempo ni ganas de atenderlo. La verdadera revoluci¨®n est¨¢ en la escucha integrada del yo (sobre todo si se es mujer, y se han escuchado tantos mensajes sobre c¨®mo se supone que debemos ser). Con este cuerpo, esta mente y en este momento har¨¦ lo que se ajuste a m¨ª, como ser ¨²nico y diferente. Y ser¨¦ m¨¢s libre?, sentencia Mieville.
S¨ªlvia Abril ¨C Aprender a quererse
?Dir¨ªa que me han invitado a participar en este reportaje porque de positivity tengo mucho y, en cuanto al body, porque me muestro tal y como soy y no trato de estar estupenda a todas horas. De hecho, mi madre siempre me dice ¡®hija, ?a ver si alg¨²n d¨ªa sales mona en la tele!?. Con La ni?a de Shrek, uno de sus personajes m¨¢s populares, S¨ªlvia Abril no solo hizo re¨ªr a media Espa?a, sino que enamor¨® a Andreu Buenafuente. ?Esto demuestra su vena perversa y, en cuanto a esa ni?a descuidada, asquerosa, sin filtros y que no esconde un ¨¢pice su despertar sexual; me ha servido para reivindicar el fe¨ªsmo. No necesitamos estar espectaculares para triunfar en nuestras profesiones y vidas. No pasa nada por afear el f¨ªsico?. S¨ªlvia parece estar vacunada contra todo tipo de complejos, aunque reconoce que de peque?a sent¨ªa ciertos celos por su hermana, ?todo un bellez¨®n?. ?El peor delito, a d¨ªa de hoy, contin¨²a siendo el estar gorda, aunque a m¨ª me chiflan los cuerpos de Botero. Y otro: envejecer. Tengo 48 a?os y me acerco a la menopausia, un momento tambi¨¦n muy body positivity, porque debemos aceptarnos, al margen de lo que diga o piense la sociedad?. Acaba de estrenar El parque m¨¢gico, pel¨ªcula de animaci¨®n, y tiene dos proyectos secretos con Antena 3.
Blanca Arias ¨C El mito del g¨¦nero
Desde edad temprana sinti¨® que su talla no era igual a la de otras chicas. ?Me ve¨ªa gordita, pero mi entorno y mi pareja me ayudaron a superar esta etapa. Me acepto tal y como soy?, confiesa la artista. Las instalaciones, performances y acciones de la barcelonesa, de 20 a?os, ahondan en los or¨ªgenes de la formaci¨®n del mito del g¨¦nero desde la perspectiva queer. ?Intento profundizar en la ra¨ªz del concepto binario, para luego cuestionarlo?. Blanca estudi¨® Historia del Arte y su estancia en Londres dio un toque internacional a sus proyectos. Su fanzine, I promise you i¡¯m queer, llega a la conclusi¨®n de que este colectivo tambi¨¦n se ha regulado y normativizado, como el resto; mientras The gender reader, es una instalaci¨®n online basada en el tarot e ideada para adivinar el g¨¦nero del interlocutor. ?Los comienzos del mundo digital auguraban promesas para acabar con los estereotipos de g¨¦nero, alentadas por el ciberfeminismo, pero result¨® que se reforzaron a¨²n m¨¢s?. En su Instagram predomina el rosa: ?Combato los c¨¢nones con la exageraci¨®n de los mismos?.
Lidia Y¨¦lamos ¨C La piel ilustrada
??Qu¨¦ guapa eres! Si adelgazaras unos poquitos kilos m¨¢s estar¨ªas much¨ªsimo mejor?, es el mantra que Lidia lleva escuchando toda su vida. ?El movimiento body positivity ha supuesto una tregua a la dictadura est¨¦tica, pero corre el peligro de radicalizarse, de volverse un nuevo tirano. Yo empiezo a ver conductas sospechosas hacia mujeres delgadas, a las que se tacha de anor¨¦xicas sin serlo?. Esta almeriense de 26 a?os, afincada en Madrid, ha trabajado de maquilladora para series como Estoy vivo. Sus momentos vitales son registrados en su piel en forma de tatuajes, como una cr¨®nica ilustrada de su existencia. ?Lo que menos me gusta de mi cuerpo son mis estr¨ªas; ya que engordo y adelgazo con bastante facilidad, pero lo suplo con mis dibujos. Trato de que sean agradables, achuchables, que la respuesta de un ni?o que los vea sea una sonrisa, aunque algunos recuerden momentos tristes?.
Penny JayG ¨C Humor morado
?Mi activismo consiste en realizar todo lo que quiero sin estar en un cuerpo heteronormativo?. Penny es creadora de Riot Comedy, show que reivindica la presencia de mujeres en el mundo del humor, y colaboradora de Se?oras fet¨¦n, espacio que se emite en Playz. ?Existe todav¨ªa la idea troglodita de que nosotras no somos graciosas. Yo reivindico la risa, como una de las mejores herramientas de comunicaci¨®n: capta la atenci¨®n del p¨²blico, lo relaja y hace que los mensajes entren mejor?. Los de Penny giran entorno al feminismo, los movimientos sociales y el hecho de pesar 95 kilos y no sentirse mal por ello. Las letras de las canciones de su grupo musical de subnopop, Los Lomanos, hablan tambi¨¦n de las mismas cuestiones; y su l¨ªnea de ropa, Killjoys (ecol¨®gica y con certificado de no explotaci¨®n), cuenta con prendas como unas braguitas con el eslogan ?Feminazi? o una camiseta que asegura: ?De ser se?oro tambi¨¦n se sale?.
Lapili ¨C Baile con curvas
De ni?a, en la academia de baile, sent¨ªa que su cuerpo no se ajustaba al molde de la danza cl¨¢sica o el flamenco. ?Mi t¨ªo me introdujo en el hip-hop, el reggae y el dancehall; y luego conoc¨ª el afrobeat, el kuduro o el afrohouse que me descubrieron cuerpos reales y looks m¨¢s que sorprendentes?. Como a Lapili le gustaba llevar pendientes de aros muy grandes y los que exist¨ªan eran muy pesados, empez¨® a dise?ar unos aretes con materiales ligeros. Poco tiempo despu¨¦s, los vend¨ªa online. Recientemente, ha estrenado su nueva colecci¨®n: prendas elaboradas con ropa de segunda mano y tejidos de lo m¨¢s diversos (cortinas, tela de tapizar, manteles). Su grupo de m¨²sica, Glitch Gyals, cuenta con temas como No depilada, una oda a la pluralidad capilar (??por qu¨¦ ser¨¢ que no se hace la cera?, ser¨¢ que es sincera; ?por qu¨¦ ser¨¢ que no se hace el bigote?, ser¨¢ que tiene cipote?). ?El movimiento body positivity me parece estupendo, pero, en el fondo, esto ya no deber¨ªa existir?, sentencia.
Luna Lionne ¨C De tal palo, tal astilla
Ser hija de Rossy de Palma supera al mejor curso de body positivity que uno pueda imaginarse. ?Mi madre siempre dice que hay que ir por la vida como si se llevara un paraguas transparente, para que las criticas resbalen y no te mojen?, revela. Pero los consejos maternos no la inmunizan a una contra las crisis vitales, y la de la adolescencia trae un espejo de aumento: ?A los 12 o 13 a?os pegu¨¦ un estir¨®n y me convert¨ª en una mujer caribe?a, pero me sent¨ªa demasiado grande, llamaba mucho la atenci¨®n. Hasta que comprend¨ª que el cuerpo es nuestra casa y hay que quererlo. Adem¨¢s, a veces, las cosas que no nos gustan de nosotros, pueden ser las m¨¢s atractivas para los dem¨¢s?. Luna es un rat¨®n de biblioteca, pasi¨®n que comparte con su progenitora: ?Ella me descubri¨® a Rupi Kaur. Su libro, Milk and honey, me marc¨® mucho. Habla de sobrevivir al maltrato y del empoderamiento femenino. Algo que me toca de cerca, porque siempre he vivido en un matriarcado?. Estudiante de Comunicaci¨®n digital y Humanidades, oficia de community manager para la serie Arde Madrid, que trabaja ya en su segunda temporada. ?Soy multicultural. Me gusta la mezcla de razas que hay en m¨ª. Pero es dif¨ªcil aceptar lo que somos y tenemos. Cuando voy a Senegal veo anuncios de productos que aclaran la piel o que alisan el pelo. Pero no hay que centrarse en detalles. Lo importante es estar sano?, concluye.
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