?Hace que tus fotos buenas parezcan peores?: por qu¨¦ Dispo, el Instagram sin filtros, es la nueva red social de moda

Aunque tras los meses de reclusi¨®n forzada la acepci¨®n del t¨¦rmino ¡®fiest¨®n¡¯ aparezca algo nebulosa en nuestra mente, no hace tanto tiempo de aquellas ma?anas de domingo en las que visit¨¢bamos la carpeta de im¨¢genes del m¨®vil para recomponer el puzle de lo sucedido la noche anterior y que la resaca nos imped¨ªa recordar. En la d¨¦cada de los noventa el episodio se repet¨ªa a diario, despu¨¦s de viajes, reuniones familiares o cualquier otro evento social, cuando no hab¨ªa otro remedio que esperar a revelar el carrete de nuestra c¨¢mara para saber si al menos alguna de las im¨¢genes tomadas hab¨ªa salido bien. Una sensaci¨®n que aquellos que no la vivieron, nacidos en el milenio de la fotograf¨ªa digital, quieren ahora sentir y reivindicar con la aplicaci¨®n que tratar¨¢ de discutirle el trono a la todopoderosa Instagram. Adi¨®s a los filtros y a la inmediatez, hola a Dispo.

Dispo es la abreviatura de ¡®disposable¡¯, ¡®desechable¡¯ en ingl¨¦s, y es una red social que imita las funciones de las c¨¢maras de usar y tirar. Su funcionamiento es tan sencillo como abrir la aplicaci¨®n, hacer las fotograf¨ªas oportunas y esperar hasta las nueve de la ma?ana del d¨ªa siguiente para poder verlas, imitando la sensaci¨®n de expectaci¨®n que sol¨ªamos experimentar cuando llev¨¢bamos nuestras c¨¢maras desechables a los especialistas en revelado. Cuando est¨¢n listas, el usuario o usuarios ¨Csu ¡®revelado¡¯ puede compartirse con las personas que queramos¨C reciben una notificaci¨®n en su m¨®vil, pudiendo compartir, comentar o dar Me gusta a las fotos de sus amigos o a las etiquetadas por otros ¡®fot¨®grafos¡¯ en diferentes tem¨¢ticas.

En apenas unos meses de vida, Dispo ya est¨¢ valorada en m¨¢s de 200 millones de d¨®lares, con el respaldo de gur¨²s de Silicon Valley como Alexis Ohanian, cofundador de Reddit ¨Cel foro online m¨¢s popular¨C y marido de Serena Williams. El ¨¦xito reciente de la compa?¨ªa es tal que ya est¨¢ situada en el cuarto puesto de las aplicaciones de foto y v¨ªdeo m¨¢s descargadas de la tienda de Apple, pis¨¢ndole los talones a una Snapchat en declive y por delante de ¡®emergentes¡¯ de moda como Twitch. Como otra de las redes sociales m¨¢s recientes y exitosas, Clubhouse, a la plataforma solo se puede acceder mediante invitaci¨®n de alguno de sus usuarios, disparando la demanda y provocando incluso su venta en Internet. Una condici¨®n que apunta a ser meramente temporal, ya que todav¨ªa est¨¢ una versi¨®n beta, y da la opci¨®n de apuntarse a una lista de espera.

Buena culpa del ¨¦xito de Dispo la tiene su cofundador y cara visible, David Dobrik. Con m¨¢s de 18 millones de seguidores solo en Youtube, este eslovaco de 24 a?os que se hizo un nombre en la ya extinta Vine, es un trasunto de Ibai Llanos en Estados Unidos, alz¨¢ndose como una de las estrellas digitales por antonomasia de la generaci¨®n Z. ¡°Cuando iba de fiesta a casa de mis amigos, sol¨ªan tener c¨¢maras desechables repartidas por toda la casa y nos animaban a hacer fotos a lo largo de la noche. A la ma?ana siguiente, las recog¨ªan y revelaban, y miraban las im¨¢genes en plan, ¡®?Qu¨¦ co?o pas¨® anoche?¡¯¡±, declar¨® Dobrik al The New York Times para resumir con una an¨¦cdota el esp¨ªritu detr¨¢s de Dispo y que recuerda a los hilarantes t¨ªtulos de cr¨¦ditos de Resac¨®n en Las Vegas.

La interfaz de la app busca imitar la simpleza de las c¨¢maras de usar y tirar, replicando un disparador y un visor tradicional de peque?o tama?o mediante el cual podemos encuadrar el campo visual que abarque la imagen. Las ¨²nicas opciones que admite la aplicaci¨®n a la hora de hacer la fotograf¨ªa es a?adirle flash o hacer zoom. Nada de edici¨®n instant¨¢nea ni filtros para retocar, cortar o embellecer a la imagen. Una apuesta por la austeridad tecnol¨®gica que va m¨¢s all¨¢ de la reivindicaci¨®n nost¨¢lgica para intentar canalizar los gustos de las generaciones m¨¢s j¨®venes, que con redes sociales como TikTok han evidenciado su predicamento por la espontaneidad. ¡°Mientras que all¨¢ por 2011 los filtros de Instagram convert¨ªan en guapa a cualquier persona, los filtros de TikTok diez a?os despu¨¦s hacen que todo el mundo parezca feo. Y al mismo tiempo que Instagram te ofrece filtros para que tus fotos malas parezcan buenas, Dispo deliberadamente hace que tus buenas fotos parezcan peores¡±, afirm¨® Rex Woodbury, director de Index Ventures, una firma de capital riesgo especializada en el sector tecnol¨®gico.

La est¨¦tica ¡®desechable¡¯ ya se ha convertido en la obsesi¨®n de modelos, cantantes, actores y dem¨¢s personalidades de la escena p¨²blica de Estados Unidos. En lugar de aplicar un filtro que le aporte esa apariencia noventera ¨Cd¨¦cada de auge de estos dispositivos, estrellas del calibre de Gigi Hadid o Joe Jonas han apostado por abrir cuentas en Instagram dedicadas exclusivamente a subir las fotograf¨ªas tomadas con c¨¢maras de usar y tirar. David Dobrik tiene m¨¢s de tres millones de seguidores en una cuenta del mismo tipo. En un art¨ªculo publicado por LA Times, medio que rese?a el regreso de este tipo de c¨¢maras, varios miembros de la generaci¨®n Z destacan ¡°su autenticidad, espontaneidad y ese grano en la imagen tan cool¡± como mayor atractivo. Parece que la tecnolog¨ªa, como la moda, tambi¨¦n es c¨ªclica.

La crisis sanitaria provocada por la pandemia del coronavirus ha acelerado este cambio de tendencia, obligando a los usuarios de aplicaciones como Instagram ¨Ccuyo mete¨®rico crecimiento se ha estancado en los ¨²ltimos dos a?os¨C a constre?ir su ambici¨®n art¨ªstica a los l¨ªmites impuestos por el confinamiento. La cotidianidad se apoder¨® de los perfiles, oblig¨¢ndonos a cambiar las fotos ante paredes multicolor y los retratos de poke bowls, por im¨¢genes de bizcochos m¨¢s o menos hundidos y selfis con mascarilla. Lo instagrameable dio paso a una forzada naturalidad, castigando a todos aquellos lo suficientemente fr¨ªvolos como para continuar presumiendo de vidas privilegiadas en meses tan complicados. Veremos si Dispo consigue aparcar para siempre la frivolidad, hasta ahora inherente, de las redes sociales.