Camila Sodi, de ¡®Sin Huellas¡¯: ?En la era de las redes sociales si no tienes amor propio puedes meterte en lugares muy oscuros?
La actriz mexicana, conocid¨ªsima en su pa¨ªs desde peque?a por sus relaciones familiares (sobrina de Thal¨ªa, exmujer de Diego Luna, con quien tiene dos hijos) estrena en Espa?a ¡®Sin Huellas¡¯ (Amazon Prime) junto a Carolina Yuste.
Con la cara lavada, de hecho, magullada; con la misma camisa anodina, sucia y sudada, y con la misma coleta despeinada se presenta Camila Sodi (Ciudad de M¨¦xico, 36 a?os) durante ocho episodios en la serie Sin huellas (Prime Video), ¡°un paella western¡± en el que comparte protagonismo con Borja Luna (Las chicas del cable) y Carolina Yuste (Hasta el cielo).?Ellas?interpretan a dos limpiadoras a las que les tienden una trampa con cad¨¢ver y mafias en la costa alicantina. Su primera comedia, su primer proyecto en Espa?a y el primero en el que se libera por completo de ¡°ser la guapa¡±. Es un paso al frente para esta actriz mexicana, conocid¨ªsima en su pa¨ªs desde peque?a por sus relaciones familiares (sobrina de Thal¨ªa, exmujer de Diego Luna, con quien tiene dos hijos), y que aqu¨ª empez¨® a destacar por la serie Luis Miguel.
?Estaba intentando trabajar en Espa?a?
Estaba buscando trabajar en Espa?a, pero no activamente. Lanc¨¦ la idea al universo y cuando le pones tanta intenci¨®n el universo responde. Como a la semana me llamaron para esto. No sab¨ªa ni de qu¨¦ iba, pero algo me dec¨ªa que era la respuesta a eso.
?Una carrera se construye dej¨¢ndose llevar o con estrategia?
Tiene que ver con el sentimiento, pero tengo hijos y tambi¨¦n tiene que ver con d¨®nde vamos a vivir esos meses. Y ya entra algo m¨¢s fr¨ªo y log¨ªstico que el romance de elegir solo por intuici¨®n.
Sin huellas parece un antes y un despu¨¦s.
Es la primera vez que trabajo en Espa?a, y una comedia as¨ª, que me encanta. La comedia es de mis lugares m¨¢s c¨®modos. En la vida normal, con mis amigos, soy muy de hacer tonter¨ªas. Soy muy fan de los hermanos Marx, crec¨ª viendo las pel¨ªculas de Groucho, me le¨ª sus libros. Y para este personaje, mi inspiraci¨®n m¨¢xima era ¨¦l, es un tipo de comedia muy f¨ªsica, muy facial, muy fina¡
Tambi¨¦n es un punto y aparte, ya no es solo la cara guapa.
Nunca me he visto tan mal en ning¨²n proyecto [risas]. Y me encanta. Como actrices, como mujeres, no nos pueden reducir a nuestro aspecto f¨ªsico, porque encima no lo escogimos, as¨ª nacimos. Pero la sensaci¨®n de libertad que tienes de trabajar en un proyecto que no requiere que te veas como ¡®una mujer guapa¡¯ es la diferencia. Es la libertad pura.
?Nunca se sinti¨® encasillada por su aspecto?
S¨ª, he sentido que la gente puede encasillarte, pero lo que el otro opine de m¨ª est¨¢ fuera de mi jurisdicci¨®n [risas].
La relaci¨®n de las dos protagonistas habla de conexi¨®n, no hay nada de competitividad entre ellas¡
Es un gran momento para hablar de hermandad, de sororidad. S¨ª, existen mujeres muy complicadas, pero tambi¨¦n hombres muy complicados. Es importante quitarnos el estigma de que las mujeres solo podemos competir entre nosotras. Es al contrario.
?Ha sentido esa sororidad dentro de su profesi¨®n?
He sentido de todo: la que es tu hermana y te apoya, la que te mira de arriba abajo y te sonr¨ªe falsamente¡ Creo que todos lo hacemos lo mejor que podemos. Y lo importante, como dec¨ªa la premisa de Los cuatro acuerdos [de Miguel ?ngel Ruiz Mac¨ªas], es no tomarse nada personal.
Ha estado siempre muy expuesta al juicio p¨²blico, ?lleva esa premisa grabada para intentar mantener una vida sana?
Hasta hace poco las personas expuestas a la opini¨®n p¨²blica s¨ª ten¨ªamos que tener unos valores muy bien cimentados para no venirnos abajo, porque recibes muchas cr¨ªticas. Pero eso ha cambiado, no del todo para bien, con las redes. Todo el mundo que tenga una red social est¨¢ expuesto a que alguien, y ahora peor, sin cara, sin nombre, opine sobre ti. Y si no tienes un cimiento espiritual, amor propio, tus valores, esta cosa dentro de ti que te hace saber qui¨¦n eres, puedes llegar a lugares superoscuros. Estamos expuestos todo el d¨ªa a carne viva. Es una dicotom¨ªa: valoramos ser vulnerable y superficial. Luchamos por la atenci¨®n de gente que no conocemos. Estamos viviendo una ¨¦poca muy loca, pero pienso que es un cauce que nos va llevando a un lugar donde el agua est¨¢ tranquilita, te reflejas y puedes ver claramente qui¨¦n eres.
Salir de M¨¦xico, donde es conocida desde peque?a, ?la ayuda a ver una versi¨®n m¨¢s real de s¨ª misma?
Por suerte, o no, he tenido siempre gente muy famosa muy cerca, en mi familia, en mi familia elegida, mi exmarido¡ He estado toda mi vida rodeada de personas con mucha fama y, desde que soy muy chiquita, tengo muy claro que eso no te define, no te da un valor especial, no te da nada si no tienes todo lo dem¨¢s en su lugar. No me identifico con esa parte m¨ªa, cuando viajo o trabajo en otra parte del mundo, no siento lo que sentir¨ªa, no s¨¦, Brad Pitt o alguien muuuy famoso. Para m¨ª es todo m¨¢s normal.
?Nunca ha tenido la necesidad de huir de esa fama?
Cuando era m¨¢s joven s¨ª, cada vez que ve¨ªa una c¨¢mara o a alguien de la prensa del coraz¨®n yo corr¨ªa, literalmente.
?Es dif¨ªcil conciliar esa vida profesional con la personal? En su caso, dej¨® de trabajar cuando tuvo a sus hijos.
Par¨¦ de trabajar seis a?os cuando eran muy bebitos. Par¨¦ porque nadie te devuelve ese tiempo. Era mi prioridad, nada me hac¨ªa m¨¢s feliz. Fue una decisi¨®n que a¨²n me aplaudo y que pude hacer gracias a las circunstancias y a la vida, pero hay muchas mujeres que tienen que regresar a trabajar en cuanto dan a luz. Eso es algo que, como sociedad, tenemos que cambiar.
?Le cost¨® volver a trabajar despu¨¦s de ese par¨®n?
Me cost¨® much¨ªsimo, porque viv¨ªa en Los ?ngeles, no estaba tratando de trabajar en Hollywood, viv¨ª all¨ª embarazada y era muy chiquita. Cuando regreso a M¨¦xico fue un momento superdif¨ªcil, justo cuando me divorcio y necesitaba irme porque en Estados Unidos no pod¨ªa pagar a alguien que me cuidara a los ni?os, necesitaba estar cerca de mi mam¨¢. Y todo era diferente, tuve que ir literalmente, toc, toc, ¡°Oigan, se acuerdan de m¨ª¡±. Hice un casting y los productores me dijeron: ¡°No festejes, porque hace mucho que no trabajas y tenemos miedo¡±. Les gust¨® mi trabajo, pero miraban la rentabilidad. Les ped¨ªa una oportunidad, rogu¨¦.
?Y ah¨ª volvi¨® a cambiar su suerte? Ya no ha parado.
A partir de ah¨ª, despegu¨¦, porque soy muy movida. Voy a 300 kil¨®metros por hora, soy un Lamborghini, no me puedo quedar quieta¡ Acabo de escribir mi propia serie, Cualquier parecido.
?Hollywood no fue una opci¨®n?
No lo fue porque cuando estaba all¨ª estaba embarazada, lactando, luego tuve otro beb¨¦, lactando¡
?Ahora puede serlo? ?El gran momento latino es ya real?
S¨ª, veo cambio, tengo a Diego ah¨ª, muchas amigas, hay gente que lo est¨¢ petando y me encanta. Para m¨ª es una opci¨®n siempre y cuando se alinee con la escuela de mis hijos, el trabajo de mi exmarido. Si no van conmigo, van con el padre. Pero m¨¢s bien tendr¨ªa que ser alg¨²n trabajo espec¨ªfico. Siempre quise ser una estrella del pop, pero es una fantas¨ªa, porque en eso no estoy dispuesta a invertir lo que se requiere. Y lo mismo me pasa con perseguir el sue?o americano o el franc¨¦s. Como mam¨¢, no puedo permitirme dejar todo e irme a ver qu¨¦ sale donde sea. Me va incre¨ªble, tengo trabajos de puta madre, me divierto. Si sale trabajo en Madrid, guay; si sale en Los ?ngeles, guay; si sale en M¨¦xico, ching¨®n. Estoy, m¨¢s bien, surfeando la ola y ya.
?Ser estrella del pop ven¨ªa por su t¨ªa, Thal¨ªa, eso la marc¨®?
S¨ª, crecer con ella de chiquita, viendo todo eso, nos marc¨® a m¨ª y a mi familia. Es algo muy emocionante. Pero tambi¨¦n tengo un hermano que ten¨ªa una banda y me llevaba al estudio. Ese sue?o era una mezcla, como todo en la vida, una sopita, un pozole.
*Estilismo: Paula Delgado.?Maquillaje y peluquer¨ªa: Rebeca T. Figueroa (Another Agency) para Givenchy Beauty.
Agradecimientos: UMusic Hotel Madrid, umusic-hotels.com
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.