Un bar, 18 a?os de encuentros y un divorcio: el periplo de amor entre Bruce Springsteen y su corista, Patti Scialfa
A pesar de que el m¨²sico se cas¨® con la actriz y modelo estadounidense Julianne Phillips, al poco tiempo se dio cuenta de que su verdadera alma gemela estaba dentro de su propia banda.
Como Bruce Springsteen desvel¨® en su exitosa autobiograf¨ªa, Born to Run, publicada en espa?ol en 2016 por Penguin Random House, esta ?es una historia inusual de dos personas que han estado girando en c¨ªrculos una alrededor de la otra, toc¨¢ndose tangencialmente y con cautela durante dieciocho a?os, antes de conectar?. El rockero hace referencia nada m¨¢s y nada menos que a Patti Scialfa, la artista que en 1984 ingres¨® como corista de su m¨ªtica E Street Band y que el 8 de junio de 1991 pas¨® a ser su segunda esposa. La suya, d¨¦cadas despu¨¦s, contin¨²a siendo una historia de amor y profesional de esas que bien merecen ser contadas. Sin embargo, no cabe duda de que al apodado como El Jefe le cost¨® asentar la cabeza porque, tal como ¨¦l mismo rememor¨® en esas p¨¢ginas, ?a los dos a?os de estar en una relaci¨®n simplemente se acababa. En cuanto intimidaba con alguien hasta el punto de sacar a la luz mi fragilidad, yo ya no estaba. Carpetazo, todo terminaba y yo volv¨ªa a la carretera, metiendo en mi bolsa otro final triste. Rara vez era la mujer en s¨ª de lo que hu¨ªa. Tuve muchas novias encantadoras que me importaban y a las que yo importaba. El problema era lo que ellas pulsaban en m¨ª, la exposici¨®n emocional, las implicaciones de una vida de cargas familiares?.
Antes de con Patti lo intent¨® con la actriz y modelo estadounidense Julianne Phillips, quien se convertir¨ªa en su primera esposa en 1985. En aquel momento el m¨²sico no solo saboreaba las mieles del ¨¦xito tras el bombazo que supuso su ¨¢lbum Born in the U.S.A., sino que de repente se convirti¨® en un personaje p¨²blico que acaparaba las portadas de la prensa del coraz¨®n de la ¨¦poca por motivos que poco ten¨ªan que ver con sus triunfos musicales. Aun con esas, lejos de lo que proyectaban ambos de cara a la galer¨ªa, tras darse el s¨ª quiero su vida conyugal no fue tan de color de rosa como se esperaba.
Sobrepasado por las dudas, el propio Bruce relat¨® c¨®mo una noche, cenando con Julianne en un restaurante de Los ?ngeles, sus inseguridades y sus fantasmas personales le jugaron una muy mala pasada: ?Mientras charl¨¢bamos educadamente a la luz de las velas, con las manos cogidas, una parte de m¨ª intent¨® convencerme de que ella simplemente me estaba usando para prosperar en su carrera o para conseguir¡ algo. Nada m¨¢s lejos de la realidad, Julianne me amaba y no hab¨ªa en ella ni una pizca de malicia o de inter¨¦s por aprovecharse de m¨ª. Una vez m¨¢s, el temor de ¡®poseer¡¯ algo, de permitir que alguien entrase en mi vida, alguien que me amase, hac¨ªa sonar una mir¨ªada de campanas y silbatos y motivaba una feroz reacci¨®n. Me convert¨ª en hipersexual, luego en asexual, sufr¨ª m¨²ltiples ataques de ansiedad y pas¨¦ de una punta del gr¨¢fico de la miseria humana a la otra, mientras todo el tiempo trataba de ocultarlo. Estaba aterrado, pero no quer¨ªa asustar a mi joven esposa. Fue un modo equivocado de manejar el asunto y gener¨® una distancia psicol¨®gica entre nosotros justo en el momento en que intentaba dejar que alguien entrase en mi vida?. Aquello, visto ahora en perspectiva, realmente estaba abocado al desastre.
Cierto es que Patti, con apenas 17 a?os, en 1970 contest¨® a un anuncio de un diario para sumarse a la banda de Springsteen. De hecho, hablaron por tel¨¦fono y ¨¦l gentilmente le dijo que ?viaj¨¢bamos much¨ªsimo y que mejor que siguiera en el instituto?. Y, asimismo, cuatro a?os m¨¢s tarde, esta vez en persona, Bruce volvi¨® a darle una respuesta negativa porque, aunque ?era encantadora y muy buena, al final nos quedamos con nuestra formaci¨®n de siempre?. Por capricho del destino, sus caminos volvieron a cruzarse en 1984 en la sala de conciertos The Stone Pony de Asbury Park. Despu¨¦s de verla cantar el?Tell Him?de The Exciters, no dud¨® en acercarse a entablar una conversaci¨®n con aquella pelirroja que ya le era familiar. ?Nos conocimos, flirteamos, tomamos una copa y nos hicimos amigos. La noche terminaba con ella en mi regazo. A eso de las tres de la madrugada la dejaba en casa de su madre; unas sonrisas, un beso en la mejilla, un ¡®nos vemos en el club¡¯ y la noche llegaba a su fin?. A pesar de la tensi¨®n sexual que hab¨ªa entre ambos, su historia no prosper¨® porque el autor de Hungry Heart oficialmente estaba con Julianne. Eso s¨ª, tras aquel reencuentro, lo que s¨ª que consigui¨® Patti fue formar parte de la E Street Band escasos d¨ªas antes de arrancar la maratoniana gira de Born in the U.S.A.?A la tercera fue la vencida.
En una noche de septiembre de 1987, pocas semanas antes de editar Tunnel of Love, todo cambi¨®. Aprovechando que Julianne se encontraba en un rodaje, ¡°yo me quedaba en Nueva Jersey y volv¨ªa gradualmente a mis antiguos h¨¢bitos, los bares y las salidas nocturnas, pero aquello no era vida matrimonial. Fue durante uno de esos periodos cuando Patti y yo nos juntamos con la ostensible excusa de trabajar nuestros ¡®d¨²os¡¯¡±. Como pueden imaginarse, ensayar no ensayaron mucho.
?Tras diecisiete a?os de encontrarnos espor¨¢dicamente, m¨¢s de dos a?os trabajando juntos, flirteando en broma, lleg¨® un momento en que mir¨¦ a Patti y vi algo diferente, algo nuevo, algo que se me hab¨ªa escapado hasta el momento y que nunca antes hab¨ªa experimentado. Al principio me dije que era algo pasajero. No lo era. Era ¡®ese¡¯ algo. El secreto no durar¨ªa mucho y se lo cont¨¦ a Julianne en cuanto comprend¨ª lo serio que era lo m¨ªo con Patti, pero no hab¨ªa salida digna o elegante para aquello?, narr¨® en las ya mencionadas memorias. L¨®gicamente, Bruce dio el paso de divorciarse y empezar una nueva etapa con su corista. ?Cuando nos casamos, Julianne era joven y su carrera estaba empezando, mientras que yo, con treinta y cinco a?os, pod¨ªa parecer ya una persona realizada, razonablemente madura y bajo control, aunque en mi interior segu¨ªa siendo emocionalmente poco desarrollado y secretamente inaccesible. Ella es una mujer de gran discreci¨®n y decencia y siempre me trat¨®, a m¨ª y mis problemas, de forma honesta y con buena fe, pero, al final, realmente no supimos solucionarlo y le fall¨¦ como pareja y como esposo?, apostill¨® al respecto.
Pese a que despu¨¦s de casarse con Patti ?hubo muchos duelos emocionales, el ocasional producto de belleza volando por los aires y muchas discusiones?, en el libro Springsteen se abri¨® en canal acerca de los verdaderos motivos por los que, m¨¢s all¨¢ de sus tres hijos en com¨²n, en la actualidad siguen siendo una de las parejas m¨¢s s¨®lidas de la industria: ?Pusimos a prueba nuestra capacidad para aguantar las inseguridades del otro, duramente. Y fue algo bueno. Pod¨ªamos pelear, sorprender, decepcionar, animar, abatir, ser inflexibles, claudicar, da?ar, curar, volver a pelear, amar, recomponer, y luego volver a la carga otra vez. Ambos est¨¢bamos destrozados en muchos aspectos, pero confi¨¢bamos en que, con trabajo, nuestros pedazos rotos volver¨ªan a encajar de una manera que podr¨ªa crear algo factible, maravilloso. Y as¨ª fue. Creamos una vida y un amor para una pareja de forajidos emocionales. Esa similitud es algo que nos ata y nos une estrechamente?. Y que les dure.
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