Mar¨ªa Guerra, de La Script: c¨®mo hablar de cine y no morir en el intento
Cuando empez¨® en los a?os noventa a¨²n era raro que las mujeres se atreviesen a opinar de cine en primera l¨ªnea. Ahora, en su ¡®podcast¡¯ nadie puede quitarle la batuta.
Mar¨ªa Guerra cuenta que cuando hizo el M¨¢ster de EL PA?S (en la misma promoci¨®n que Jon Sistiaga o Javier Moreno) no ten¨ªa vocaci¨®n de periodista de cine: ¡°Yo era de letras y en mi ¨¦poca el cine en versi¨®n original era religi¨®n, pero nunca pens¨¦ que me iba a especializar en esto¡±. Antes hab¨ªa estudiado un m¨¢ster de literatura inglesa y hab¨ªa vivido dos a?os en Taiw¨¢n, porque eran los noventa y en Espa?a hab¨ªa un paro bestial que la anim¨® a probar suerte en el extranjero con el hombre que se acababa de convertir en su marido. ¡°Y claro, mi desenvoltura con el ingl¨¦s y esa experiencia previa me llevaron a la secci¨®n de internacional¡±. Pero cuando sali¨® del peri¨®dico, la ficharon en la SER, porque necesitaban una voz femenina (¡°en aquel tiempo se hablaba en esos t¨¦rminos¡±) y as¨ª empez¨® en El cine de Lo que yo te diga, el programa donde por primera vez entr¨® en contacto con el que ha sido su oficio desde entonces. ¡°Empec¨¦ a ir a los festivales con vocaci¨®n de reportera. Y despu¨¦s de todos estos a?os creo que lo he conseguido: sigo siendo m¨¢s periodista que cin¨¦fila. O sea, que a m¨ª me gusta el periodismo, me gusta contar lo que hay en un lado y ser la correa de transmisi¨®n para los oyentes¡±.
Lo que no significa en absoluto que no haya vivido en primera persona algunos de los momentos m¨¢s importantes de la historia del cine de los ¨²ltimos 30 a?os: ¡°Mi primer festival fue un Venecia en el que gan¨® Krzysztof Kieslowski con Azul y Robert Altman con Vidas cruzadas. Al a?o siguiente fue el Cannes de Pulp Fiction...¡±, explica con orgullo de veterana, pero sin nostalgia alguna, esta mujer actualizad¨ªsima a cuyo podcast, ¡®La Script¡¯, van a conversar desde los grandes a los peque?os de la industria: ¡°Muchos profesionales de este mundo est¨¢n expuestos a tanta frivolidad que parece que nunca hay un momento para conversar sobre lo que hacen¡±.
Guerra hace honor a su apellido con una forma ¨²nica de abordar el oficio: sostiene que el s¨¦ptimo arte solo se puede analizar desde la pol¨ªtica, postura que le ha valido alguna que otra pol¨¦mica, como la que se gener¨® este a?o cuando se atrevi¨® a preguntarle en vivo y en directo (y en ingl¨¦s, por supuesto) a Emma Stone c¨®mo compatibilizaba lo de ser feminista con ser la musa de un director, Yorgos Lanthimos, que desaf¨ªa muchas veces a las propias feministas. Ella misma admite que cuando empez¨® con la profesi¨®n el feminismo, como movimiento, gozaba de peor reputaci¨®n entre compa?eras. ¡°Las que consegu¨ªamos hacernos un hueco entre los hombres quer¨ªamos parecernos a ellos. Son mis compa?eras j¨®venes, desde La Pija y la Quinqui hasta In¨¦s Hernand, quienes me han apoyado y legitimado. Y es una maravilla¡±.
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