Glennon Doyle: ?Lo de ¡®cualquier tiempo pasado fue mejor¡¯ solo funciona para hombres blancos y heteros?
Lleva m¨¢s de 70 semanas en la lista de los m¨¢s vendidos de EE UU: el fen¨®meno Glennon Doyle llega a Espa?a con ¡®Indomable¡¯, las memorias en las que narra c¨®mo pas¨® de ser una madre y esposa devota cristiana a liberarse tras enamorarse de la futbolista Abby Wambach y erigirse en activista LGTBQ+.
Cuando un periodista se acerc¨® hace a?os al padre de Glennon Doyle y le dijo ?debe de estar muy orgulloso de su hija?, este lo mir¨® y le respondi¨®: ?Si le digo la verdad, sencillamente nos alegramos de que no est¨¦ en la c¨¢rcel?. Aquellos eran los d¨ªas en los que Doyle (Burke, Virginia, EE UU, 45 a?os) ejerc¨ªa de madre de tres hijos y de esposa devota. Era la ¨¦poca en la que triunfaba como escritora cristiana, aupada por el ¨¦xito de su blog Momastery y por narrar la maternidad creyente progresista en su primer libro de memorias, Carry on, warrior?(2013, traducidas aqu¨ª como Guerrera del amor). Doyle hab¨ªa generado un provechoso culto femenino cristiano por abrirse en canal escribiendo sobre c¨®mo super¨® la bulimia y sus adicciones al alcohol y a otras sustancias gracias a un embarazo inesperado, el amor incondicional de un marido y la llamada de Dios para contarlo. El arco moral de esa redenci¨®n familiar la hab¨ªa convertido, al fin, en ciudadana respetable y sobria, ejemplar.
En realidad, Doyle no era tan feliz como parec¨ªa en sus textos. Tambi¨¦n se encerraba furiosa en su monovolumen. Hab¨ªa descubierto que su pareja llevaba si¨¦ndole infiel desde hac¨ªa a?os. ?Que mi marido me hubiese traicionado no me provocaba la desesperaci¨®n que sentir¨ªa una esposa con el coraz¨®n roto. Sent¨ªa la rabia de una escritora con la trama destrozada. No hay furia que iguale a la de una autora de obras testimoniales cuyo marido le acaba de jorobar la historia?, escribe la afectada con la honestidad que la caracteriza en Indomable (Urano, 2021), su segundo libro de memorias. Un fen¨®meno editorial que en EE UU lleva en la lista de los m¨¢s vendidos de The New York Times m¨¢s de 70 semanas seguidas, desde que se public¨®. El suyo es un tomo sencillo, con nulas aspiraciones intelectuales, a medio camino entre los 12 pasos de sanaci¨®n de los adictos, manual de feminismo para principiantes y una jugos¨ªsima memorabilia (recuerdos) personal. Un libro en el que Doyle anima a las mujeres a dejar de complacer a los dem¨¢s, a no dejarse ?domesticar?,?mientras narra c¨®mo dej¨® a su marido y acab¨® cas¨¢ndose en 2017, enamorada hasta la m¨¦dula de Abby Wambach, la famos¨ªsima jugadora de f¨²tbol estadounidense, m¨¢xima goleadora y medallista ol¨ªmpica, que hab¨ªa puesto en suspenso su carrera por conducir borracha y a la que conoci¨® en un festival de escritores. Cuando Wambach le pidi¨® consejo para escribir su libro de memorias, se podr¨ªa decir que Doyle la enamor¨® al decirle: ?Mira, yo tengo una lista de antecedentes m¨¢s larga que tu brazo. Cu¨¦ntalo todo. No s¨¦ gran cosa del mundillo del deporte, pero s¨ª s¨¦ que ah¨ª fuera, en el mundo real, nos gustan las personas reales?.
Casi una d¨¦cada despu¨¦s de ese encuentro, Doyle y Wambach se han convertido en la nueva power couple l¨¦sbica estadounidense, mostr¨¢ndose sin descanso como personas reales desde su casa, en Tampa (Florida). La pareja ha amplificado su fama gracias a compartir con sus tres millones de seguidores sus matrimoniadas, como el orden de los platos y cubiertos al poner el lavavajillas o sus rencillas sobre lo sucio que est¨¢ un cepillo de dientes. Su objetivo pasa por normalizar y visibilizar, adem¨¢s de un su potente activismo pol¨ªtico LGTBQ+, una vida dom¨¦stica tan simple como la de los dem¨¢s. O c¨®mo resumi¨® Jessica Bennett, editora de g¨¦nero en The New York Times, a prop¨®sito del matrimonio ?m¨¢s altamente identificable? de todo Estados Unidos, ahora todo se reduce a: ??Y t¨², eres una Glennon o una Abby??.
Amigu¨ªsima de Oprah, consejera de Gwyneth Paltrow y?asesora en la campa?a presidencial de Biden tras ver c¨®mo la candidatura de su favorita, Elizabeth Warren, quedaba fuera de la carrera dem¨®crata, Doyle nos recibe en sudadera v¨ªa Zoom una tarde de principios de junio desde su rinc¨®n de escritora, ese desde el que tanto ha retransmitido. Elocuente y? despierta, nos avisa educadamente de que solo puede ofrecernos 30 minutos porque tiene cita para grabar el podcast que copresenta con su hermana,?We can do hard things,? al que ha invitado hasta a su ex a hablar sobre su ruptura y que, como todo lo que toca, escribe o produce, tambi¨¦n se ha convertido en otro fen¨®meno en la lista de los m¨¢s escuchados de Apple en EE UU. Durante la conversaci¨®n se escuchar¨¢, de fondo, a Wambach recogiendo la colada de la habitaci¨®n. Es como estar en uno de sus v¨ªdeos de Instagram.
?Por qu¨¦ defiendes la ?honestidad radical? en tu escritura?
Porque no entiendo por qu¨¦ alguien que se considera artista no est¨¢ preparado para contarlo todo. Es curioso porque much¨ªsima gente describe a mi libro como ¡®autoayuda¡¯ y es, precisamente, lo opuesto. Este libro no va sobre ayudarte, va sobre dejar de intentarlo todo el rato, ?sabes? Es m¨¢s un libro de autorrendici¨®n. Tambi¨¦n porque escribo para ser libre. Para no avergonzarme de lo que pienso, escribo de la forma m¨¢s honesta que s¨¦. Cuando creo que no puedo hablar de algo, s¨¦ que eso es lo pr¨®ximo que tengo que contar en mis textos. Es en la ra¨ªz de esa negaci¨®n a creer que soy diferente a los dem¨¢s la que me mueve. No creo que la verg¨¹enza y el orgullo sean las dos caras de una misma moneda. El orgullo dice: ?Soy mejor que el resto?; la verg¨¹enza, ?soy peor que los dem¨¢s?. Ninguna de esas dos cosas son siempre verdad. En nuestro interior, estamos exactamente igual.? Cuando me desintoxiqu¨¦, en las reuniones aprend¨ª que una forma de vivir libre es no esconderte nada. Y por eso lo hago. Es un principio de sobriedad. Es mi forma de vida.
Escribes: ?Escog¨ª una personalidad, un cuerpo, una fe y una sexualidad tan diminutos que tuve que contener el aliento para caber dentro. Nadie puede contenerlo tanto tiempo?. ?Por qu¨¦ crees que las mujeres est¨¢n domesticadas socialmente?
Yo lo entend¨ª de ni?a. Sab¨ªa que no pod¨ªa tener hambre, no pod¨ªa ser ambiciosa y no se me permit¨ªa tener un cuerpo voluminoso, apetito o deseo. Vivimos bajo el patriarcado. Por supuesto que no vas por la calle andando, de peque?a, y? te dices: ?Oh, claro, soy as¨ª porque vivo bajo el orden patriarcal?. No lo analizas intelectualmente, pero lo sabes. Nuestros cuerpos lo saben desde ni?as.
Durante a?os escond¨ªas dos boles debajo de su cama: uno lleno de comida para atiborrarte y otro vac¨ªo para vomitar. ?Ha sido sanador contarlo?
Cuando tienes un desorden alimenticio crees que algo est¨¢ roto en tu interior. Yo me sent¨ª as¨ª durante a?os, pero ahora s¨¦ que no es extra?o que todas estas ni?as pasen por lo mismo. No est¨¢n rotas, simplemente siguen las normas culturales sobre la delgadez. Es liberador contarlo y decirte: ?Pues no soy tan rara?.?Lo m¨¢s esperanzador es que, si llegas a esa verdad, a entender que a las mujeres se nos ha condicionado a ser peque?as, ese es un proceso que se puede deshacer. No nacemos marcadas y jodidas, es el mundo el que nos jode. Y eso significa que podemos revertirlo.
En ese sentido, apelas al poder de la imaginaci¨®n para cambiar esas estructuras. Es curioso porque hoy en d¨ªa, con el auge de las reivindicaci¨®n de las esposas tradicionales?(tradwives), est¨¢ volviendo cierta nostalgia a regresar a la forma de vida nuestros padres, como si nos llevase a una vida mejor.
La nostalgia solo funciona para una fracci¨®n muy peque?a de la humanidad. Solo a unos pocos se les puede aplicar la f¨®rmula de cualquier tiempo pasado fue mejor. Es masculina, es para hombres, blancos y heteros. Todos los visionarios, como Gloria Steinem o Martin Luther King han dependido de su imaginaci¨®n. ?l tuvo ese sue?o sobre un mundo de igualdad. Hablaba desde un espacio que no se hab¨ªa creado. La nostalgia tambi¨¦n es racismo y misoginia. No da opciones a los m¨¢rgenes, as¨ª que solo podemos depender de nuestra imaginaci¨®n. Eso es todo lo que tenemos y lo que nos queda, porque todas las estructuras con las que nos hemos encontrado no estaban hechas para nosotras y, de hecho, se crearon para no darnos espacio de ninguna forma.
Alcanzaste la fama escribiendo sobre tu fe en Dios. Ahora escribes sobre no saber si Dios existe tal y como cre¨ªas. Ten¨ªas un p¨²blico fiel que te segu¨ªa, y compraba tus libros, por alinearte con esas creencias. ?No te ha dado miedo perderlos?
S¨ª, lo ten¨ªa. Me hab¨ªa pasado toda una vida creando una comunidad. La gente me conoc¨ªa como una mujer de familia, la esposa de un hombre, una madre, una cristiana. Pero si elijo el confort de los dem¨¢s, lo que esperan de m¨ª por encima de mi verdad, no puedo avanzar. Puede que decepcionase a mucha gente, pero ten¨ªa que ser fiel a m¨ª misma. A las mujeres nos ense?an que lo m¨¢s importante es complacer a los dem¨¢s, pero tienes que luchar contra esa idea. Es genial cuando entiendes que no vas a gustar a todo el mundo, cuando dejas de intentarlo. ?Solo vas a vivir una vida! A corto plazo da much¨ªsimo miedo, pero a largo plazo, cuando analizo este proceso, te puedo asegurar que ha sido maravilloso.
No has dejado de creer en cierta energ¨ªa conectada a tu interior, a la que llamas ?mi verdad? y a la que accedes en un proceso similar a la meditaci¨®n. ?C¨®mo definir¨ªas tu relaci¨®n con Dios en la actualidad?
La fe no es un juicio. No es un caso a defender. Es una energ¨ªa. Nunca me he sentido m¨¢s cerca a Dios o como queramos llamar a esa energ¨ªa. Mi fe y yo hemos llegado a un punto en el que no me importa lo m¨¢s m¨ªnimo no forzarme a explic¨¢rselo a alguien para que lo entienda. No necesito contar una f¨®rmula matem¨¢tica para que lo entiendan. Pienso en ello como el arte. El arte no est¨¢ bien o est¨¢ mal. Importa c¨®mo te afecta y a qu¨¦ lugar te lleva.
Est¨¢s muy politizada en tu activismo.
Todo lo que digo o hago, todo en mi vida es pol¨ªtico. Estar fuera de la pol¨ªtica ser¨ªa ser una cobarde. Tampoco me alineo con ning¨²n partido. Mi sitio siempre estar¨¢ con los marginados y los desvalidos, esa es la gente que me tendr¨¢ siempre a su lado.
?Y c¨®mo llevas lo de ser la nueva pareja de moda en Instagram?
Es muy divertido para Abby?y para m¨ª porque somos una pareja del mismo g¨¦nero que podemos vivir nuestro amor de forma p¨²blica y mostrar a todo el mundo que lo ¨²nico que nos diferencia es que somos dos mujeres. Lo que m¨¢s nos ha sorprendido es que, medi¨¢ticamente, parece que ense?ar lo desordenada que est¨¢ nuestra casa haya hecho m¨¢s por normalizar el matrimonio gay que cualquier manifestaci¨®n o protesta.
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