La nueva estrategia de Anna Wintour: la gala del Met invitar¨¢ a ¡®tiktokers¡¯ por primera vez en su historia

Tras a?o y medio de hibernaci¨®n, Nueva York reclamar¨¢ de nuevo su papel protagonista en el mapa global el pr¨®ximo mes de septiembre. La plegaria urbana comenzar¨¢ del 8 al 12, con la celebraci¨®n de su semana de la moda ante un p¨²blico completamente vacunado, y se rematar¨¢ el lunes 13 en la gala Met.?Entonces, la escalinata m¨¢s c¨¦lebre de la ciudad, la del museo Metropolitan, volver¨¢ a recibir a fot¨®grafos y celebridades para inaugurar la nueva exhibici¨®n del Costume Institute. Eso s¨ª, esta vez esas celebridades ser¨¢n menos y m¨¢s j¨®venes que nunca.

La reducci¨®n del n¨²mero de afortunados para hacer el pase¨ªllo tiene que ver con las imposiciones de la pandemia y supondr¨¢ un recorte de casi 200 personas. Adem¨¢s,?la variante delta mantiene Estados Unidos cerrado a los?habitantes de la Uni¨®n Europea. De seguir as¨ª para mediados de septiembre, en teor¨ªa, se caer¨ªa al menos una tercera parte de los nombres habituales.?El resto es decisi¨®n de la mujer que mueve los hilos de la exclusiva fiesta, Anna Wintour, encargada de aprobar o rechazar a cada uno de los invitados y responsable del ¨¦xito de la cita.

Aunque la lista definitiva de asistentes es secreto supremo hasta el ¨²ltimo momento, las edades y perfiles de los anfitriones?(as¨ª como el men¨², por primera vez vegano) dan idea del nuevo target que busca alcanzar la todopoderosa editora del Vogue estadounidense: Timoth¨¦e Chalamet (25), Billie Eilish (19), Amanda Gorman (23), y Naomi Osaka (23). Un actor que juega sobre la alfombra roja a romper con los estereotipos de g¨¦nero, la cantante favorita de la generaci¨®n Z, la poeta que se hizo viral en la investidura de Joe Biden y la tenista que abri¨® el debate sobre salud mental en el deporte. Personajes con discurso, muy en l¨ªnea con los derroteros que toman las propuestas de los creativos neoyorquinos m¨¢s noveles. Completan el cuadro tres sillones honor¨ªficos: para el dise?ador Tom Ford, el director de Instagram Adam Mosseri y la propia Wintour.

De Estados Unidos al mundo

La exposici¨®n que justifica el sarao, In America: A Lexicon of Fashion, abrir¨¢ al p¨²blico el 18 de septiembre, pero ser¨¢ solo una primera parte del colof¨®n que llegar¨¢ en mayo de 2022 con una segunda muestra (y una segunda fiesta), In America: An Anthology of Fashion. Comisariadas ambas por Andrew Bolton, tirando de historia se centrar¨¢n en visibilizar y apoyar a la moda local, tras unos meses duros para la industria que se han cebado especialmente con los creativos independientes. La tem¨¢tica marcar¨¢ el dresscode y justifica el sill¨®n de Ford. El del director de la red social se explica tambi¨¦n f¨¢cilmente: Facebook e Instagram patrocinar¨¢n el evento, garantizando m¨¢s atenci¨®n que nunca a las redes sociales.

Seg¨²n Page Six, este a?o no asistir¨¢n asiduos como Sarah Jessica Parker o el matrimonio formado por Gisele B¨¹ndchen y Tom Brady. ?En su lugar? Por ejemplo la tiktoker Addison Rae o la youtuber Emma Chamberlain, ambas de 20 a?os. En un volantazo inesperado en 2021, Wintour ha decidido recurrir a las estrellas de las redes, rindi¨¦ndose a los influencers con la misma rapidez (poca) con la que se ech¨® a los brazos de lo digital. Hasta ahora su m¨¢xima concesi¨®n al gremio fue en 2019, cuando cedi¨® a?invitar a cuatro populares creadores de YouTube. Esta vez ser¨¢n m¨¢s, cuenta en?Page Six?el contrariado agente de una de las actrices que se queda fuera:?¡°Me han dicho que hay muchos influencers en la lista de invitados. He o¨ªdo que Facebook e Instagram han cogido varias mesas y eso ha desanimado a muchos, junto con la obligatoriedad de la mascarilla¡±. Los nuevos perfiles y la mascarilla, pero tambi¨¦n la evoluci¨®n de los contagios o la decisi¨®n por parte de algunas celebrities de no vestirse de fiesta en estos momentos cambiar¨¢n el panorama sobre la colorida alfombra.

Esta fiesta le plantea a Wintour varios retos. Por un lado no cabe duda de que busca dar una imagen de vuelta a la normalidad y servir de palanca a la industria estadounidense, pero tambi¨¦n necesita interesar al p¨²blico global y recaudar fondos. La consecuci¨®n del primer objetivo se lo garantiza el tema chovinista de la velada; los dos ¨²ltimos, van de la mano. La gala del Met es uno de los eventos m¨¢s medi¨¢ticos del a?o, pero tambi¨¦n supone la principal fuente de financiaci¨®n para el Costume Institute. A raz¨®n de 35.000 d¨®lares el cubierto (unos 29.700 euros) y entre 200.000 y 300.000 d¨®lares por mesa, en una noche pueden llegar a recaudar m¨¢s de 13 millones de d¨®lares. Ese desembolso, que sale de empresas que se encargan despu¨¦s de invitar a los famosos, se paraliz¨® con la llegada de la covid y ahora es esperado con ansia en una instituci¨®n cuyas finanzas ya hac¨ªan aguas antes de la crisis. Esta vez nada puede fallar.

La gala, que cumple 75 a?os, es el sue?o dorado para cualquier experto en marketing. La organiza Wintour desde que en 1995 tom¨® el relevo de la socialit¨¦ Patricia Buckley y cada a?o supone alcance y difusi¨®n supremos para los presentes. Celebridades y marcas. Todo, adem¨¢s, rodeado por un atractivo aura de exclusividad y con el ¡®buenrollismo¡¯ que otorga la buena causa, financiar al instituto del vestido del Metropolitan. Pese a los precios, la inversi¨®n renta y por eso cada edici¨®n hay codazos entre marcas por hacerse con las mesas. Pero para que la rueda funcione es imprescindible esa difusi¨®n que garantizan los grandes nombres (actores de Hollywood, dise?adores, modelos, empresarios, pol¨ªticos¡­) y, si muchos se quedan fuera, ese alcance podr¨ªa no ser tan atrayente.

La b¨²squeda de esas otras audiencias que solo est¨¢n en TikTok y compa?¨ªa garantizar¨ªa el alcance, incluso si el evento es m¨¢s ¨ªntimo. Queda por saber si,?con estos nuevos invitados y el nuevo p¨²blico objetivo, la fiesta se retransmitir¨¢ en redes sociales. En las tres ¨²ltimas ediciones Wintour vet¨® los m¨®viles en el interior de la gala en un movimiento que, en este caso, m¨¢s que contracorriente parece dirigido a construir ese halo de inaccesibilidad. Porque, total, los que quisieron saltarse la prohibici¨®n lo hicieron sin consecuencias y con millonarios resultados en forma de ¡®me gusta¡¯. Es otra de las iron¨ªas de esta gala, tan exclusiva como medi¨¢tica.