Jefes con capucha o por qu¨¦ nos invade la sudadera del CEO emprendedor
De los m¨¢rgenes sociales a s¨ªmbolo de estatus entre los CEOS del capitalismo de plataforma. La metamorfosis del ¡®hoodie¡¯ en la nueva cultura empresarial tiene una explicaci¨®n l¨®gica y causal.
Un extra?o fen¨®meno asalta nuestra burbuja algor¨ªtmica en los m¨®dulos de Google Ads desde que empez¨® la cuarentena. Un grup¨²sculo de hombres con sonrisa satisfecha y triunfal posa con sudaderas con capucha y asegura desde nuestras pantallas que ellos saben c¨®mo podemos empezar a emprender para convertirnos en CEOs y prosperar en la vida. Sus prendas incluyen el logo de The Power MBA,?una escuela de negocios que, seg¨²n su web, ?ha cambiado la forma de aprender? a trav¨¦s de m¨¢sters de negocios y marketing digital que organizan desde su p¨¢gina. Solos, en tr¨ªos o en grupo. Los anuncios de los emprendedores? encapuchados no dejan de perseguirnos por internet y siempre bajo el mismo hilo conector: su sudadera deportiva.
Estos tipos de las sudaderas llevan persiguiendome online toda la cuarentena ? pic.twitter.com/fCnkL7fMuz
— Aitor Goyenechea ? (@AitorGoy) April 14, 2020
La invasi¨®n publicitaria del m¨¢ster de emprendedores con capucha se ha convertido en tal g¨¦nero en s¨ª misma durante el confinamiento que cuando un usuario de Twitter afirm¨® sentirse ?perseguido por los tipos de las sudaderas toda la cuarentena?, el CM del centro contest¨®?resignado?que ?si aparecemos m¨¢s de lo normal es porque el resto no invierten en publicidad online?. M¨¢s all¨¢ de promocionar un m¨¢ster de negocios al uso como tantos otros, lo que m¨¢s atormenta a los internautas, y lo que a su vez la ha convertido en ic¨®nica en un alarde de genialidad tardocapitalista, es el hincapi¨¦ en la prenda deportiva como protagonista e hilo conector de las im¨¢genes de la campa?a. CEO¡¯s con capucha y sudadera universitaria: he aqu¨ª la imagen del ¨¦xito para conquistar la c¨²spide del capitalismo de plataforma.
Las puertas que abre la sudadera con capucha (masculina)
La culpa es de Mark Zuckerberg. Si Steve Jobs fue uno de los responsables involuntarios de asociar el minimalismo del jersey de cuello alto negro a la genialidad ¨Cde forma tramposa, ah¨ª est¨¢ Elizabeth Holmes para certificar?que tambi¨¦n sirve como h¨¢bil disfraz de una estafa millonaria¨C, el fundador de Facebook ha hecho lo propio al instaurar al hoodie como nuevo paradigma de triunfo en la econom¨ªa de plataforma. Ponte una sudadera con capucha y disponte a vender tu start up. Si eres hombre, y si tu hoodie es de la universidad en la que te graduaste, probablemente se te abrir¨¢n m¨¢s puertas si vas a cerrar un negocio con otro exalumno del centro. Este, al fin y al cabo, es el nuevo uniforme de los campeones.
?Sali? con un chico que trabajaba en una empresa emergente y se refirio? a esta indumentaria cuando hablo? de obtener fondos?, apunta Caroline Criado P¨¦rez sobre el patr¨®n de la sudadera con capucha universitaria para acceder al club de los CEO¡¯s de la gig economy en La Mujer invisible (Seix Barrial, 2019). La sudadera universitaria tambi¨¦n es una simb¨®lica puerta giratoria, una especie de gui?o entre iguales a la hora de cerrar negocios y que pasa a agravar las dificultades que tienen las mujeres a la hora de obtener financiaci¨®n empresarial. ?El reconocimiento del patro?n basado en la sudadera con capucha es real. Y el hecho de que se conceda tanta importancia a un patro?n ti?picamente masculino puede verse agravado por la creencia comu?n de que la tecnologi?a es un campo donde la ¡®genialidad¡¯ innata (que, como hemos visto, se asocia de manera estereotipada con los hombres) es ma?s importante que trabajar con ahi?nco (de ahi? lo de fetichizar a los desertores de Harvard)?, escribe Criado P¨¦rez, se?alando hacia Zuckerberg y su legado de disc¨ªpulos encapuchados listos a llevarse lo que quede del pastel en esa falsa horizontalidad de la econom¨ªa colaborativa.
Basta con echar un vistazo a los ¨²ltimo CEOs del sector para entender el fen¨®meno y propagaci¨®n: ?C¨®mo acude Will Shu, CEO de Deliveroo, a una charla a Techcrunch? Con una sudadera con capucha. ?Qu¨¦ se pon¨ªa el fundador de Tuenti y actual socio con m¨¢s licencias de VTC en Espa?a, Zaryn Dentzel, para ser entrevistado en televisi¨®n? Una sudadera con capucha. ?Qu¨¦ une a?cada?una de las im¨¢genes de emprendedores?que anuncian su start up? S¨ª, lo han adivinado, una sudadera con el logo de su empresa emergente. Son una aut¨¦ntica legi¨®n.
Del barrio a s¨ªmbolo de la ¡®gig economy¡¯
Que el hoodie se haya convertido en el nuevo c¨®digo est¨¦tico entre los aspirantes a l¨ªderes empresariales?es pura causalidad. Sumado a la invasi¨®n del?athleisure y de la apropiaci¨®n de la est¨¦tica calle por las firmas de lujo ¨Cah¨ª est¨¢n todas esas sudaderas de Supreme y de Louis Vuitton como marcadores sociales¨C, los mil¨¦nicos tambi¨¦n han normalizado el uso de la ropa deportiva en el trabajo porque la sociedad, b¨¢sicamente, les demanda ser multitarea en todo momento.
Antes del coronavirus, el tardocapitalismo nos quer¨ªa disponibles en todo momento, desdibujando las fronteras entre la jornada laboral y el tiempo libre. A diferencia de los leggings como icono e uniforme de la mujer freelance, entendida como trabajadora rasa ¨Cnunca hemos visto a CEOs dando charlas tecnol¨®gicas en mallas deportivas¨C, la sudadera con capucha ha roto el techo de cristal y se ha convertido en el nuevo s¨ªmbolo del trabajador de esta era, pero no de uno cualquiera, sino del aspirante a creador de start ups de ¨¦xito a lo Silicon Valley.
Resulta parad¨®jico como el siglo XXI?logr¨®, en cierta manera y solo para unos pocos privilegiados, desechar el estigma social de marginalidad y rebeld¨ªa que implicaba vestirla.?Dise?ada a principios de los a?os 30 del siglo pasado ¨Cla marca Champion Products asegura que fabric¨® el primer modelo tal y como lo conocemos¨C, el objetivo del hoodie era proteger de las inclemencias del tiempo a atletas, estudiantes y obreros.?Las capuchas no tomaron las calles hasta mediados de los 70, en Nueva York, cuando los grafiteros necesitaron prendas para ocultarse del radar de la polic¨ªa. La cultura hip hop, los Z-boys de Santa M¨®nica y el desembarco del skate har¨ªan el resto.
En 2012,?Trayvon Martin, un adolescente de 17 a?os, fue tiroteado?y asesinado por un vigilante de barrio en Florida (EEUU) por llevar la capucha puesta. Aunque Trayvon iba desarmado y volv¨ªa de comprar golosinas, el asesino, Georges Zimmerman, consider¨® que su actitud era sospechosa por llevar el hoodie puesto.?Las capuchas est¨¢n prohibidas desde hace a?os en algunos centros comerciales de Australia y Reino Unido. Curiosamente, no lo est¨¢n en el m¨¢ster de los emprendedores, donde vestirlas, por lo visto, simboliza convertir tu negocio en un ¨¦xito.
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