¡°Las chicas guapas aman a Jes¨²s¡±: de Hakuna a Generation God, el auge de las marcas de moda cristianas para j¨®venes
Las redes sociales est¨¢n repletas de peque?as firmas de sudaderas y camisetas que mezclan la est¨¦tica urbana con mensajes b¨ªblicos. Analizamos un fen¨®meno que lleva a?os siendo difundido por algunas celebridades globales y que ahora ha calado entre la Generaci¨®n Z.
Generation God, Forty Six Ten, God Motive... al escribir el hashtag #christianfashion en TikTok, que arroja nada menos que 40,6 millones de v¨ªdeos, aparecen decenas de j¨®venes emprendedores que han creado recientemente marcas de moda con lemas cristianos en camisetas y sudaderas. Casi todas tienen v¨ªdeos virales y todas se parecen entre s¨ª: son marcas de moda urbana, con dise?os deportivos similares a los de Supreme o Palm Angels si no fuera por que en lugar de logos se leen frases como ¡°God¡¯s got this¡±, ¡°Seek first his Kingdom¡±, ¡°God is good¡± , ¡°Pretty girls love Jesus¡± o incluso camisetas de la NBA que cambian el nombre y el n¨²mero de los jugadores por vers¨ªculos. La mayor¨ªa de estas marcas, que ya existen tambi¨¦n en Espa?a (aunque aqu¨ª su est¨¦tica es mucho m¨¢s cl¨¢sica), donan parte de sus ingresos a organizaciones cristianas locales o a la propia iglesia a la que pertenecen sus fundadores, aunque casi todas hacen env¨ªos internacionales.
@_trust_in_him Dropping Tomorrow 12pm Est ? #fyp #christianitytiktok #christianclothingbrand #fashion #christianhoodie #jersey #christianfashion
? WFM - Realestk
¡°La moda urbana siempre se ha asociado con la narrativa de la ambici¨®n personal, la construcci¨®n de la comunidad y el esfuerzo. Gracias a marcas como Cross Colours y FUBU, la moda urbana ha estado ligada a los mensajes, aportando un espacio para la gente que quiere hacer notar sus opiniones¡±, explican en la revista Refinery 21 en un reportaje sobre el auge de la relaci¨®n entre moda y religi¨®n. Cross Colours y FUBU fueron, de hecho, las primeras marcas creadas por afroamericanos para afroamericanos en plena popularizaci¨®n del hip hop. Ahora que ese estilo urbano es una macrotendencia, aupada por la influencia global de las estrellas del g¨¦nero, esas sudaderas de algod¨®n son hoy para algunos el lienzo perfecto para difundir el mensaje b¨ªblico. No est¨¢ claro si los miembros de la Generaci¨®n Zeta son m¨¢s espirituales que sus mayores (hay estudios contradictorios al respecto), lo que s¨ª es un hecho es que, como nativos digitales, se han educado para dar su opini¨®n p¨²blicamente en las redes sociales, ya sea de la ¨²ltima serie de turno o sobre el modo (est¨¦tico) en que viven su fe. Pero este auge de la moda urbana que ¡®predica¡¯ desde sus dise?os ( #Christianstreetwear acumula m¨¢s de 10 millones de videos en TikTok) no es espont¨¢neo: muy al contrario, varios prescriptores globales llevan a?os difundiendo este mismo mensaje.
@shopholyapparel Changing the world for the better???#christian #christianapparel #christianclothing #smallbusiness #jesus #god #holyapparel
? why are ALL people under this sound so pretty - ?
En el documental de Max Los pecados de Hillsong, la iglesia hipster a la que acud¨ªan las Kardashian y Justin Bieber, entre otros famosos, aparece un joven cristiano llamado Ben Kirby que se convirti¨® en una peque?a celebridad de Internet gracias a su cuenta de Instagram Preachers and sneakers, hoy en suspenso tras la oleada de cr¨ªticas que recibi¨® de algunos de los predicadores que aparec¨ªan en su perfil. Kirby lleg¨® a escribir un libro en 2021 titulado ¡°PreachersNSneakers: Authenticity in an Age of For-Profit Faith and (Wannabe) Celebrities " (Predicadores y zapatillas: la autenticidad en la era de la fe con ¨¢nimo de lucro y de los que buscan la fama) en el que detallaba c¨®mo los pastores de estas megaiglesias (as¨ª se denomina en Estados Unidos a las congregaciones de rama protestante que atraen al p¨²blico joven a trav¨¦s de macroeventos retransmitidos en Youtube) llevaban deportivas y prendas exclusivas de marcas de moda urbana que pod¨ªan ascender a m¨¢s de mil d¨®lares la pieza.
Carl Lenz, ex portavoz de la iglesia Hillsong , conocido como ¡®el pastor de Instagram¡¯ y hoy retirado del ojo p¨²blico tras varios esc¨¢ndalos de corrupci¨®n e infidelidades, lleg¨® a predicar con la colecci¨®n que Louis Vuitton lanz¨® junto a Supreme, una de las colaboraciones m¨¢s caras que se recuerdan y una de las m¨¢s exclusivas, ya que s¨®lo se comercializaron unas pocas decenas de piezas. Pero Kirby, que se preguntaba ¡°?Deber¨ªan los pastores enriquecerse? ?por qu¨¦ nos enfadamos cuando lo hacen?¡± en la sinopsis de su libro, tambi¨¦n vio la oportunidad de hacerlo y, en contra de lo que ¡®predicaba¡¯, lanz¨® su propia firma de moda urbana cristiana: ¡°El Se?or trabaja con combinaciones de colores misteriosas¡±, rezaba su eslogan.
Jerry Lorenzo, Kanye West y la misa como pasarela
Una de las marcas favoritas de los fans de la moda urbana (creyentes o no) es Fear of God, una ense?a fundada en 2013 que, como el resto de sus competidoras en el sector, funciona por tiradas fuera de estaci¨®n de pocas unidades que pese a su precio (una camiseta rebasa los doscientos euros) se agota al instante y se revende en webs por el triple de su valor. Hasta ah¨ª no es muy distinta de Palace o de lo que fue Supreme hace una d¨¦cada, pero el nombre es literal: ¡°Mi perspectiva vital la moldean mis creencia. El nombre es un vers¨ªculo b¨ªblico que habla de las nubes, la paz y la oscuridad que rodea al Reino de Dios¡±, contaba su fundador, Jerry Lorenzo, en una entrevista para la web de los almacenes brit¨¢nicos Selfridges. El dise?ador californiano afirma que su marca no tiene que ver con la religi¨®n y que es para todo el mundo independientemente de sus creencias, pero en la mayor¨ªa de sus entrevistas deja claro su mensaje ¡°Su trono se sustenta en la justicia. Por eso a Dios como una figura muy cool¡±, contaba a otra de las plataformas multimarca que venden sus prendas, Sensse.
Si el perfil de Fear of God tiene m¨¢s de dos millones de seguidores es gracias, en parte, a personajes como Justin Bieber y Kanye West, que lo han citado en sus respectivos perfiles de forma recurrente. Bieber, que encontr¨® su propia redenci¨®n en Hillsong, se separ¨® de la iglesia tras las acusaciones de infidelidad y abuso de poder de Lentz y se uni¨® a Churchome, una congregaci¨®n de corte evang¨¦lico comandada por otros dos predicadores con pinta de influencers: Judah y Chelsea Smith. El caso de West es mucho m¨¢s complejo.
Si bien la relaci¨®n de la religi¨®n con el hip hop es larga y complicada y las estrellas del g¨¦nero han hecho referencia a Dios en m¨²ltiples canciones (una b¨²squeda r¨¢pida sobre la llamada ¡®Naci¨®n del 5%¡¯ aclara bastantes cosas), el artista ahora conocido como Ye supo llevarla al mainstream y, por el camino, capitalizarla. En 2013 rompi¨® esquemas con Yeezus, un ¨¢lbum experimental cuyas letras hablaban de temas como el conflicto entre la divinidad y el ego o la redenci¨®n. Dos a?os m¨¢s tarde lanzaba su exitosa marca Yeezy, cuyo nombre viene del juego de palabras entre Jes¨²s y Kanye. Y en 2019 comienza a orquestar los llamados Sunday services, esa amalgama entre la misa y la m¨²sica que mezclaba himnos g¨®spel tradicionales con temas propios y donde la moda ten¨ªa un lugar protagonista.
Las misas de Kanye (que se llevaron a cabo hasta 2022, cuando fueron canceladas tras aquella camiseta de ¡®White Lives Matter¡¯) recibieron toda la atenci¨®n medi¨¢tica del mundo, pero quiz¨¢ su c¨¦nit lucrativo lleg¨® en Coachella de 2019, cuando ofreci¨® una de esas liturgias dentro del festival y, de paso, cre¨® un merchandising cristiano para la ocasi¨®n: calcetines con la frase ¡®Jes¨²s camina¡¯ a cincuenta d¨®lares y sudaderas del ¡®Esp¨ªritu Santo¡¯ a 165. Cuando ese mismo a?o lanz¨® el ¨¢lbum Jesus is King dedicado directamente a la Biblia, algunas revistas de moda se preguntaron c¨®mo vestirse para predicar en el desierto, tal y como hac¨ªa ¨¦l en los videoclips que acompa?aban al lanzamiento. Ye reforz¨® su apuesta por el combo moda-religi¨®n cuando, en marzo de 2020, orquest¨® uno de sus Sunday services durante la semana de la moda de Par¨ªs. La pasarela convertida en misa para presentar la nueva colecci¨®n de Yeezy horas despu¨¦s de que lo hiceran, el mismo dia, Chanel, Louis Vuitton o Miu Miu. Cuando sus delirios racistas y antisemitas le llevaron a la cancelaci¨®n hace dos a?os, se supo que Yeezy reportaba a Adidas m¨¢s de trescientos millones de d¨®lares anuales. Los v¨ªdeos en TikTok sobre c¨®mo vestirse para acudir a un Sunday Service (de forma monocrom¨¢tica y a poder ser con firmas de moda urbana) rebasan los dos millones.
No es solo un fen¨®meno anglosaj¨®n
En los ¨²ltimos a?os, ha habido una estrategia de rejuvenecimiento por parte de la Iglesia cat¨®lica para que su mensaje cale en las nuevas generaciones baste recordar al sacerdote portugu¨¦s Guillherme Peixoto, que se hizo viral el a?o pasado por su faceta de DJ en las ¨²ltimas Jornadas Mundiales de la Juventud. Tambi¨¦n ha habido un repunte de las ¡®macroiglesias¡¯ fuera de los Estados Unidos. Hillsong lleva once a?os operando en Espa?a, tal y como detalla su Instagram (con 28.000 seguidores). Y movimientos como el de Hakuna, nacido en las JMJ de 2013, demuestran c¨®mo la religi¨®n, y en este caso la religi¨®n cat¨®lica, han calado entre las nuevas generaciones generando todo un estilo de vida adaptado a las redes sociales. Creado por el cura Jos¨¦ Pedro Manglano (Josepe) tras su salida del Opus Dei, Hakuna se define como ¡°una Asociaci¨®n privada de fieles, aprobada por el Cardenal Arzobispo de Madrid, D. Carlos Osoro¡± que difunde su mensaje a trav¨¦s principalmente de la m¨²sica. Hakuna Group Music ha agotado localidades en el Wizink y, como cualquier fen¨®meno musical que se precie, tiene su propia marca de moda, llamada Arte Cero: sudaderas y camisetas, tambi¨¦n de estilo urbano pero con colores pastel, estampadas con frases motivacionales al estilo de Mr. Wonderful y palabras clave (Noqueado, Ojal¨¢...) que s¨®lo reconocen en un principio los iniciados en el grupo religioso. Su precio va de los veinte a los sesenta euros y las ventas sirven para financiar a la propia entidad, pese a que las escuchas y las entradas a conciertos siguen siendo su principal fuente de ingresos.
Tambi¨¦n existen firmas nacionales como Alma (en sus sudaderas se puede leer ¡®?l Sana¡¯ o ¡®Jes¨²s Sacia¡¯ con letras psicod¨¦licas) o The Heaven Lift : ¡°No somos una ONG, pero destinamos el 100% de nuestro beneficio a proyectos de evangelizaci¨®n y acci¨®n social que hagan de nuestro mundo un lugar mejor.¡± cuentan en su p¨¢gina web. Ambas ejemplifican c¨®mo se est¨¢ importando un negocio que, si bien viene de Norteam¨¦rica y de Reino Unido, tiene paulatinamente m¨¢s presencia global dada la influencia de sus prescriptores y el uso cotidiano de las redes sociales entre los j¨®venes. Hay mercado. Cada vez son m¨¢s las influencers que no s¨®lo no esconden sus creencias, sino que las difunden en redes. Ni ellas ni los clientes de estas marcan buscan esa est¨¦tica modesta con la que asociamos a los muy religiosos, tampoco portan s¨ªmbolos tradicionales (de los que han hecho uso la moda y el lujo con fines meramente est¨¦ticos durante d¨¦cadas) sino que buscan modernizar su mensaje con esas prendas urbanas que lleva cualquier miembro de la Generaci¨®n Z, con la salvedad de que si antes el mensaje ten¨ªa que ver con el grupo favorito o la reivindicaci¨®n social, ahora tiene que ver con una especie de evangelizaci¨®n digital.
El fen¨®meno ha llegado a tales cotas que ya no solo se trata de que Shein intente capitalizarlo vendiendo camisetas con mensajes religiosos o de que existan cientos de marcas de moda crisitanas; tambi¨¦n hay cada vez m¨¢s firmas que juegan con la religi¨®n expl¨ªcitamente sin saber si sus fundadores la profesan o se trata de un juego iconoclasta. Marcas ¡®sacr¨ªlegas¡¯, como las llama la revista de moda urbana Highsnobiety. Un buen ejemplo de ello es ese fen¨®meno viral llamado Praying, una ense?a creada por dos j¨®venes brit¨¢nicos que agotaron existencias del bikini ¡®Padre, hijo y esp¨ªritu santo¡¯ o de la camiseta ¡®La favorita de Dios¡¯ despu¨¦s de que la idea levantara ampollas en redes sociales (tambi¨¦n tienen una sudadera dedicada a Melania Trump). Las zapatillas sagradas y bendecidas con agua bendita que cre¨® el colectivo art¨ªstico MSCHF hace cuatro a?os (y que costaban 2.000 d¨®lares) se agotaron tambi¨¦n entre los devotos con bolsillos abultados. Muchos se debieron llevar un chasco cuando, un a?o m¨¢s tarde, lanzaron unas Air Max ¡®sat¨¢nicas¡¯ que llev¨® Lil Nas X y les valieron una denuncia de Nike. Aunque quiz¨¢ la marca m¨¢s controvertida sea Rose in Good Faith (educado en la buena fe), un proyecto que ha alcanzado el ¨¦xito en los ¨²ltimos cuatro a?os gracias a extra?as colaboraciones, como la de la zapatilla de pl¨¢stico reciclado hecha a base de juguetes sexuales sin utilizar o una c¨¢psula junto al BYU Virginity Club, una asociaci¨®n dedicada a promover la virginidad en las universidades.
Cuando el MET dedic¨® su exposici¨®n anual a la relaci¨®n entre moda y religi¨®n, en 2018, se pensaba en un di¨¢logo entre tradici¨®n, sociedad, representaci¨®n y arte. Seis a?os m¨¢s tarde dicha relaci¨®n poco tiene que ver con las v¨ªrgenes de Gaultier y Lacroix o con el imaginario cristiano de Dolce & Gabbana. Puede que hoy, dadas las circunstancias, esos dise?os fueran catalogados de blasfemos, porque de lo que ahora se trata es de difundir el mensaje y dejar claras las creencias, a poder ser, en sudaderas caras.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.