El derecho a empezar de cero: firmas de moda que ofrecen empleo a refugiados por conflictos
Solo durante 2020, m¨¢s de 82 millones de personas tuvieron que huir de sus pa¨ªses para sobrevivir. Ante un panorama semejante, las donaciones y la ayuda son necesarias, pero no suficientes. Varias empresas de moda, grandes y peque?as, han puesto en marcha distintas iniciativas para que miles de refugiados puedan adquirir nuevas destrezas, acceder m¨¢s r¨¢pidamente al mercado laboral y, as¨ª, empezar a reconstruir poco a poco sus vidas.
Sol Escobar lleva a?os compaginando su trabajo en la Universidad de Cambridge con el voluntariado de ayuda a refugiados en los campos de Calais (Francia) y en distintas ¨¢reas del Reino Unido. Durante el confinamiento, en marzo de 2020, comenz¨® a hablar, v¨ªa redes sociales, con un grupo de mujeres que habitaban una casa de acogida en espera de conseguir el estatus de refugiadas. ¡°Me di cuenta de que la ropa, adem¨¢s de un bien de primera necesidad, puede ser una herramienta de empoderamiento. El hecho de que puedan elegir cualquier cosa, tambi¨¦n lo que visten, y no simplemente aceptar lo que les dan, les devuelve la dignidad¡±. As¨ª naci¨® Give your best, una especie de Vinted o Depop gratuito para personas asiladas. ¡°La gente dona su ropa y la fotograf¨ªa como en un e-commerce. Si no pueden costearse los gastos de env¨ªo o no tienen tiempo para hacer fotos, lo recogemos y nos encargamos nosotros¡±, explica. Dos a?os despu¨¦s, cuenta con m¨¢s de 60 voluntarias (todas mujeres, la mayor¨ªa disfrutaron de este servicio y hoy tienen un trabajo estable), varias personas contratadas, tambi¨¦n refugiadas, y pretenden ampliar su red, gracias a una subvenci¨®n estatal, creando una aplicaci¨®n y colaborando con distintas firmas de moda. ¡°Es una forma de dar salida al gran problema de la sobreproducci¨®n. Se trata de redistribuir el producto que ya no est¨¢ circulando¡±, dice.
En este ¨²ltimo mes, la mayor¨ªa de las grandes marcas de moda han donado dinero y productos para las v¨ªctimas del conflicto ucranio. M¨¢s de tres millones de personas han huido ya del pa¨ªs, engrosando una muy tr¨¢gica lista que no para de crecer cada a?o: seg¨²n datos de ACNUR, en 2020 huyeron de Siria, Afganist¨¢n o Venezuela, entre otros pa¨ªses, m¨¢s de 82 millones de personas. Gente que ve c¨®mo sus rutinas y su estabilidad desaparecen de la noche a la ma?ana, que deja atr¨¢s todo, pertenencias, familias y carreras para empezar desde el principio en lugares desconocidos. De ah¨ª que las donaciones sean necesarias, pero no suficientes. ¡°Yo me he encontrado a mujeres que ten¨ªan por fin entrevistas de trabajo, pero no la ropa adecuada para hacerlas¡±, explica Sol, ¡°Puede parecer una frivolidad, pero muchas de estas personas tienen que reinventar su vida sin apenas herramientas. Necesitan sentirse ¨²tiles, conservar, aunque sea m¨ªnimamente, la capacidad de elecci¨®n y tener m¨¢s o menos control sobre su imagen personal o sus gustos para iniciar de verdad el proceso de reconstrucci¨®n¡±, afirma. No es nada f¨¢cil: en Reino Unido, donde opera el proyecto de Sol, los refugiados reciben un estipendio de 10 libras al d¨ªa para cubrir casi todo, ¡°que se va en coger el metro¡±, dice. En Espa?a se les sufraga acogida y manutenci¨®n, y se les da de media 50 euros mensuales para ocio personal.
La situaci¨®n actual ha hecho que Emma Sinclair, fil¨¢ntropa y CEO de la empresa de software Enterprise Alumni, moviera a casi medio centenar de empresas, la mayor¨ªa tambi¨¦n con sede en Reino Unido, para crear una estructura que permita a los refugiados la inserci¨®n en el mercado laboral. Entre las implicadas hay varias grandes compa?¨ªas dedicadas a la moda, como Asos o Marks & Spencer. Pero no se trata de una implicaci¨®n puntual. Lo comuniquen p¨²blicamente o no, algunas empresas del sector llevan a?os trabajando en la sombra para devolverles a centenares de personas una vida digna: ¡°Empezamos a emplear refugia- dos durante la guerra de Irak, cuando los kurdos tuvieron que huir de sus hogares¡±, explican desde el Departamento de Recursos Humanos de Lush. Cuentan con varias decenas en plantilla, ocupando puestos diversos, ¡°desarrolladores web, expertos en SEO, dise?adores, inform¨¢ticos, auxiliares de almac¨¦n o vendedores¡± y, durante este semestre, pretenden contratar entre 500 y 600 personas m¨¢s, ¡° tambi¨¦n ofrecemos asesor¨ªa y creaci¨®n de curr¨ªculos para candidatos que lo deseen¡±, explican.
En Espa?a, Uniqlo tiene en plantilla a cuatro personas con estatus de refugiado (el a?o pasado eran seis) y, en el mundo, actualmente son unos 120. Comenzaron a darles prioridad en 2011, sobre todo a los que llegaban buscando asilo a Jap¨®n, donde est¨¢ la sede de la compa?¨ªa.?¡°Durante los procesos de selecci¨®n avisamos a los partners y contactos por si tienen disponibles curr¨ªculos de personas con estatus de refugiado¡±, explican. Una vez en la empresa, reciben formaci¨®n y clases de idiomas. ¡°No hay activo ning¨²n programa especial para Ucrania porque queremos dar oportunidades con independencia de la nacionalidad¡±, explican.
¡°A medida que iba trabajando como voluntaria en los albergues me daba cuenta de que muchos, especialmente los afganos, ten¨ªan nociones y experiencia en la confecci¨®n¡±, relata Catherine Chapron, una directora de instituto jubilada que en 2019 decidi¨® crear Reprise, un taller de costura en Antony, una peque?a ciudad a las afueras de Par¨ªs, en el que varios refugiados rehacen y redise?an ropa usada (la mayor¨ªa procedente de donaciones) para luego venderla. Un a?o m¨¢s tarde, el proyecto llamaba la atenci¨®n del Instituto Franc¨¦s de la Moda y del grupo Kering (Saint Laurent, Gucci o Balenciaga, entre otras firmas), que decidi¨® apoyarlos con asesor¨ªa, equipamiento y creando sinergias entre estudiantes y profesionales del sector. ¡°Ofrecemos formaci¨®n creativa y t¨¦cnica y ya hemos lanzado dos colecciones. La idea es fomentar la integraci¨®n apoyando un modelo de negocio circular¡±, apunta. Ninguna de estas compa?¨ªas recibe compensaciones fiscales por estas iniciativa y los trabajadores reciben el mismo rango salarial que el resto de empleados de sus plantillas. Como Reprise, desde hace a?os proliferan modelos encaminados a poner en contacto a firmas de menos recursos log¨ªsticos con personal. En 2006, el exejecutivo en marcas de lujo Simone Cipriani cre¨® Ethical Fashion Initiative, una plataforma que une marcas de todo tipo con artesanos refugiados o en riesgo de exclusi¨®n, en su mayor¨ªa procedentes de ?frica Central, pero tambi¨¦n de Siria, Afganist¨¢n o Am¨¦rica Latina. ¡°Hemos regenerado el capital social de muchas familias¡±, asegura. Trabajan con Camper, Stella McCartney o Vivienne Westwood, y dan soporte financiero e industrial para alumbrar firmas propias, como Indego, una marca de accesorios y ropa de hogar creada por refugiadas burundesas.
El pasado verano, la C¨¢mara de la moda italiana, el organismo que aglutina a buena parte de las firmas de lujo del pa¨ªs, puso en marcha, apoyada por ACNUR y la asociaci¨®n Mygrants, Fashion Deserves the World, un proyecto a trav¨¦s del que decenas de personas asiladas pueden optar a formaci¨®n y pr¨¢cticas remuneradas. El pasado septiembre, durante la Semana de la Moda de Mil¨¢n, lanzaron otra iniciativa para marcas cuya mano de obra procede de refugiados, como Sep, que trabaja con mujeres en campamentos jordanos, o Cartiera, una ense?a de accesorios creada por artesanos que han huido del sudeste asi¨¢tico. ¡°Es un paso necesario si queremos que esta industria sea una herramienta para el cambio¡±, explica Carlo Capasa, presidente de la C¨¢mara. Ahora se habla de diversidad y sostenibilidad, pero conviene recordar que no hay sostenibilidad real sin capital humano y no hay diversidad sin verdadera integraci¨®n social.
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