La llevaba Julia Roberts y sal¨ªa en ¡®Friends¡¯: la camiseta de Custo como s¨ªmbolo indiscutible de los 2000
El ¨¦xito de esta prenda no surgi¨® de la noche a la ma?ana. Esta es la historia de c¨®mo los hermanos Dalmau triunfaron internacionalmente con su propuesta colorida e inspirada en el surf californiano.
En los primeros a?os 2000 todo nos ol¨ªa a nuevo. Nos cre¨ªamos que est¨¢bamos estrenando algo en todo momento; como si vivi¨¦semos en un Domingo de Ramos eterno. Sucede cada principio de siglo. Incluso cada arranque de d¨¦cada. El ser humano es el ¨²nico animal que tropieza dos veces con la misma piedra; tiene una capacidad sorprendente de sorprenderse pese a su vasta experiencia sorprendi¨¦ndose.
En esos d¨ªas en Espa?a Internet comenz¨® a popularizarse, la peseta dio paso al euro, nos iniciamos en el sue?o de Antonio Resines en Los Serrano y se emiti¨® en TVE la primera edici¨®n de Operaci¨®n Triunfo. El fen¨®meno fan transgeneracional alcanz¨® unas cuotas inimaginables con casi 13 millones de personas pegadas al televisor para ver como Rosa L¨®pez, desde entonces apodada Rosa de Espa?a, ganaba el concurso. Durante toda la competici¨®n los j¨®venes aspirantes a representar a Espa?a en Eurovisi¨®n vistieron camisetas ce?idas multicolor cuando les tocaba cantar los temas m¨¢s bailables. ?Eran de Custo? Al menos lo parec¨ªan. Tenemos que hablar de las camisetas con grafismos de Custo Barcelona.
El ¨¦xito de esta prenda no surgi¨® de la noche a la ma?ana. Los hermanos leridanos David y Custodio viajaron en 1980 a California donde se enamoraron perdidamente de la ropa de los surfistas. A su vuelta a Barcelona decidieron crear una camiseta masculina inspirada en aquel estilo con una palmera impresa sobre un fondo playero. No les result¨® nada f¨¢cil encontrar quien las produjese, pero al final un proveedor textil de Matar¨® se anim¨® a acompa?arles en esta aventura. A la marca la bautizaron como CUSTO LINE.
El primer sitio donde empezaron a vender las camisetas fue en la playa. Costaban 360 pesetas; nada baratas. Los turistas las confund¨ªan con souvenires, pero a la gente joven de la ciudad condal les empezaron a hacer gracia as¨ª que las tiendas m¨¢s vanguardistas las empezaron a comercializar en sus establecimientos. Seg¨²n avanzaba la d¨¦cada los dise?os se tornaron m¨¢s abstractos y en 1986 lanzaron su primera colecci¨®n femenina. En 1990 sus inconfundibles estampados hab¨ªan te?ido todo tipo de prendas.
De la pasarela Gaud¨ª dieron el salto a la de Londres en 1995 y dos a?os despu¨¦s presentaron su colecci¨®n dentro de la temporada de desfiles de Nueva York. En 1996 hab¨ªan roto con la textil Meyba y se rebautizaron como Custo of Barcelona que acab¨® resumida en Custo Barcelona tras una feria de ventas. El plan de expansi¨®n internacional era de todo menos ambicioso. Custo viaj¨® a Los ?ngeles y les present¨® el g¨¦nero a varias tiendas de la ciudad. En plena fiebre por el minimalismo solo tres negocios apostaron por la colorista marca espa?ola.
La casualidad se puso el disfraz de estilista y sus prendas empezaron a aparecer en los cap¨ªtulos de la serie Friends. Las camisetas de Custo Barcelona sirvieron para vestir y definir a la carism¨¢tica, naif y positiva Phoebe (interpretada por Lisa Kudrow). La todopoderosa Miranda de Sexo en Nueva York? (a la que daba vida la actriz Cynthia Nixon) tambi¨¦n se pirraba por los prints catalanes.
En 1999 se estren¨® Novia a la fuga,?en la que Julia Roberts aparece con una camiseta de Custo Barcelona estampada en tonos tierra durante una escena que se desarrolla en un campo de f¨²tbol americano. Se lleg¨® a rumorear que era una estrategia de marketing de la firma. Ellos lo negaron. No era la primera vez que esta prenda de Custo se colaba en la gran pantalla; un par de a?os antes Bridget Fonda visti¨® una en Jackie Brown de Quentin Tarantino. Gracias al apoyo de las estrellas de Hollywood se acu?¨® el t¨¦rmino de Customan¨ªa.
Despu¨¦s de esta incursi¨®n en el cine y en los armarios de las celebrities, tiendas como Saks y Neiman Marcus empezaron a vender las camisetas de Custo Barcelona, la neoyorkina Henri Bendel incluso lleg¨® a crear vitrinas especiales para la firma. En 2001 abrieron su primer punto de venta propio en Barcelona, aunque muchos establecimientos multimarca de todo el territorio nacional ya vend¨ªan sus colecciones. Y pensar que entonces cre¨ªamos que las hab¨ªan puesto de moda Arancha de Benito y Elsa Pataky. Los hermanos eligieron al modelo Asdr¨²bal, exmarido de Bibiana Fern¨¢ndez, como imagen de su casa.
Hoy la firma reconoce y define a sus camisetas Custo como ?un referente de su l¨ªnea de moda. La combinaci¨®n perfecta en cada una de sus prendas ha conseguido dotarle de un estilo ¨²nico y desenfadado, alegre y divertido a la vez que sofisticado. Bordados, estampados de serigraf¨ªa, camisetas divertidas para el d¨ªa as¨ª como elegantes para la noche. La camiseta, su prenda fetiche, ha sido la encargada de llevarlos a pasear su moda en las mejores pasarelas tanto nacionales como internacionales?. Fue una camiseta pero pod¨ªa haber sido cualquier otro soporte. Los hermanos Dalmau solo quer¨ªan que los dise?os de David quedasen color sobre blanco en alg¨²n sitio. A veces la mejor estrategia es no tener estrategia. La camiCusto define una d¨¦cada, la primera del siglo XXI.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.