¡°V¨ªstete con ropas que amas para un mundo que odias¡± o c¨®mo Carrie Brownstein se agarr¨® a la m¨²sica para superar una tragedia

A pesar del auge del capitalismo y al aislamiento al que, parad¨®jicamente, nos condenan las redes sociales, el esp¨ªritu comunitario de las Riot Grrrl sigue latente. La ¨²ltima ola del feminismo y la sororidad convierten a Sleater-Kinney, uno de los grupos de chicas que abanderaron la escena de los noventa (junto a Bikini Kill, Babes in Toyland o L7), en paradigmas. Ah¨ª est¨¢n fen¨®menos como la serie We are lady parts (Filmin) o bandas espa?olas como Melenas, Cari?o o Ginebras. Por no hablar del maravilloso ensayo publicado por la editorial Contra a mediados del a?o pasado, Las chicas al frente: la verdadera historia de la revoluci¨®n Riot Grrrl, de Sara Marcus. Durante el par¨®n que hicieron Sleater-Kinney (de 2006 a 2014), Carrie Brownstein (Seattle, 49 a?os), guitarrista y cantante del grupo, no se qued¨® de brazos cruzados. Junto a Fred Armisen escribi¨® y protagoniz¨® la serie sat¨ªrica Portlandia, sobre los excesos del fen¨®meno hipster. Desde su regreso en 2014, Sleater-Kinney ha publicado cuatro ¨¢lbumes y girado por todo el mundo. Hablamos con Brownstein con motivo de Little Rope, su nuevo disco, un ¨¢lbum marcado por la muerte en coche de su madre y su padrastro.

?De qu¨¦ manera le ha ayudado el arte a canalizar el dolor?

La creatividad nos ayuda a comunicarnos con lo desconocido, el arte plantea m¨¢s preguntas que respuestas. Examina y procesa ideas que no tienen una definici¨®n concreta. La creaci¨®n es un ritual que nos hace sentir vivos: las canciones perdurar¨¢n m¨¢s all¨¢ de la muerte. En esta ocasi¨®n, me hizo apreciar la conversaci¨®n que las canciones permiten tener con el mundo.

Su relaci¨®n con su compa?era en la banda, Corin Tucker, se remonta al instituto. ?C¨®mo ha fortalecido su amistad grabar un disco en unas circunstancias tan dif¨ªciles?

Nos ha acercado todav¨ªa m¨¢s. Para nosotras, componer es una manera de comunicarse, de transmitir nuestro estado de ¨¢nimo con ese vocabulario que hemos creado. La m¨²sica nos permite expresar lo que nos ocurre de un modo que trasciende el lenguaje.

Little Rope le permiti¨® incluso hablar con su yo del pasado: ten¨ªan muchas canciones cuando entraron en el estudio, temas escritos antes de la tragedia, como Dress Yourself.

As¨ª es, la canci¨®n dice: ¡°V¨ªstete con ropas que amas para un mundo que odias¡±. Ese tema era muy personal porque trata sobre heridas que tengo desde hace tiempo. Por eso fue tan raro sentir que me hablaba de la muerte de mi madre, fue como un regalo que yo me hac¨ªa para transitar por esos momentos dif¨ªciles.

Tucker canta en este ¨¢lbum m¨¢s que en los anteriores: al parecer fue por necesidad, porque a veces a usted le resultaba dif¨ªcil hacerlo. ?Qu¨¦ proceso creativo es m¨¢s cat¨¢rtico para usted: componer, cantar, tocar la guitarra?

Siempre he usado la guitarra como mi voz, para expresarme. En Dig Me Out [canci¨®n que abre el disco hom¨®nimo que Sleater-Kinney public¨® en 1997], me comunico a trav¨¦s del riff, y Corin ofrece el equivalente con su voz. Me siento c¨®moda tocando la guitarra. Emula la voz: puede ser triste, bella, discordante¡­

Con el auge de las redes sociales y el liberalismo, la sociedad es cada vez m¨¢s individualista. Hay movimientos, como el de las Riot Grrrl, que crean comunidad, como tambi¨¦n ha sucedido con la ¨²ltima ola del feminismo. ?Podr¨ªa hablarnos de la sororidad detr¨¢s de su banda y de lo que supuso el fen¨®meno de las Riot Grrrl?

Fundamos el grupo en un contexto de activismo pol¨ªtico muy comunitario, as¨ª era Olympia [Washington] en 1994. Con las Riot Grrrl era importante ayudar, apoyar, acreditar y difundir el trabajo de las dem¨¢s. En el arte, la comunidad es importante porque se trata de compartir ideas. En aquella ¨¦poca, la escena, no solo en Estados Unidos, sino en otros lugares, era anticapitalista y antimaterialista: la diferencia entre lo underground/indie y lo mainstream estaba clara. Ese modelo ya no existe.

Y los artistas lo sufren.

Exacto. Especialmente en Estados Unidos, el arte est¨¢ desprestigiado. Las ciudades son caras y la gente lo quiere todo gratis, por lo que los artistas no pueden pagar el alquiler ni vivir cerca de otros artistas. No culpo a los m¨²sicos. Intentan ganar dinero en un contexto complicado. No disponemos ni del sistema ni de los recursos para apoyarlos. Nosotras tuvimos la suerte de trabajar en una discogr¨¢fica indie y no vendimos nuestros principios. Los m¨²sicos hoy lo tienen dif¨ªcil. Pero creo que el esp¨ªritu de las Riot Grrrl sobrevive.

?Qu¨¦ bandas siguen fieles a esos valores?

La camarader¨ªa permanece, abundan grupos con chicas que se apoyan: Big Jonie, Palehound, Black Belt Eagle Scout¡­ Hay una escena muy interesante.

Aprendieron a tocar juntas, hoy triunfan los workshops online. ?Se ha perdido la magia de lo f¨ªsico?

Estamos cada d¨ªa m¨¢s aislados. Mucha gente no tiene espacio en casa o en otro lugar para reunirse con otros creadores. Tocar juntos, con o sin p¨²blico, es una experiencia ¨²nica; una parte fundamental de la m¨²sica.

Durante el descanso de Sleater-Kinney se vio su faceta c¨®mica con la serie Portlandia. Hab¨ªa escenas hilarantes: los vecinos persiguiendo un rayo de sol o la obsesi¨®n por conocer el origen de un pollo que se van a comer¡­ El humor es una medicina: ?no lo echa de menos?

Lo extra?o. El humor es un filtro para ver el mundo y procesar lo que nos sucede. Implicarme en esta serie durante ocho temporadas me hizo sentir afortunada.

?C¨®mo fue volver al estudio en 2014 para grabar No Cities to Love tras un par¨®n de ocho a?os?

La m¨²sica ha sido una constante en mi vida desde la adolescencia, y Sleater-Kinney, desde que ten¨ªa 20 a?os. Volver a grabar fue natural. Desde el principio tuve claro que no se trataba de hacer una reuni¨®n para tocar cl¨¢sicos. Quer¨ªamos temas nuevos.

?Y c¨®mo ha cambiado la din¨¢mica al ser dos?

Corin y yo hemos compuesto juntas desde el principio. Me gustaba que Janet [Weiss] a?adiera la bater¨ªa: es brillante. Aprendimos mucho de ella, es una gran arreglista. A Corin y a m¨ª nos gusta encerrarnos a componer con la guitarra, nos lanzamos ideas la una a la otra en un proceso muy el¨¢stico.