C¨®mo la decoraci¨®n influye en nuestra vida sexual
?Y si el interiorismo del dormitorio tuviera su influencia en lo que pasa dentro de ¨¦l? Arquitectos y expertos en ¡®feng shui¡¯ dicen que s¨ª.
Generalmente, la culpa de nuestro pobre desempe?o sexual o la ausencia del mismo, la tiene casi siempre nuestra pareja ¨Co a la falta de ¨¦sta¨C, el estr¨¦s, el trabajo, el jefe, el cansancio, el paso de los a?os, los kilos de m¨¢s ¨Cy los de menos¨C, los hijos, los suegros, las navidades, la falta de sue?o, el dormir demasiado, los nuevos proyectos, el no tener ninguno¡ Las mujeres, adem¨¢s, tenemos una gran cantera donde buscar la causa ¨²ltima, que es la de los cambios hormonales que nos persiguen durante gran parte de nuestra existencia.
Muy pocas veces consideramos el entorno, el escenario donde deber¨ªan tener lugar secuencias de cine porno y donde lo que pasa es, tristemente, apto para todos los p¨²blicos, como el culpable. Es decir, la decoraci¨®n y el espacio como elemento potenciador o inhibidor de la libido, el deseo y hasta la lujuria. Pensamos que lo esencial es el men¨², despreciando la importancia del mantel, la vajilla, las copas, la luz o la cuberter¨ªa, que contribuyen, y mucho, a hacer que un carpaccio sea algo exquisito o que parezca que estamos en una carnicer¨ªa devorando carro?a. Con el sexo pasa lo mismo, por eso a la eterna pregunta de ?en tu casa o en la m¨ªa?, cuando la cosa pasaba a mayores, yo casi siempre contesto que la cama la pongo yo; no tanto por un af¨¢n hospitalario o de desprendimiento, sino para ahorrarme la terrible visi¨®n de s¨¢banas que, tras a?os sin pasar por la lavadora, adquieren vida propia; alfombras con una saludable y abundante flora bacteriana y cuatros de ba?o en los que uno entra pero no tiene la completa seguridad de que pueda salir de ellos con vida. Todos hemos tenido sexo en lugares inc¨®modos e improvisados, pero si se trata de pasar la noche, es mejor hacerlo a buen recaudo. De la misma manera que podemos comer algo en la calle que nos resulte delicioso, pero cuando se trata de sentarse en un restaurante, la cosa cambia.
F¨ªjense si el escenario es importante, tambi¨¦n para el sexo, que el arquitecto japon¨¦s Rintaro Kikuchi, cree que ah¨ª est¨¢ la causa de que sus compatriotas tengan una an¨¦mica, cuando no inexistente, vida sexual y ha dise?ado un apartamento especialmente pensado para incrementar la libido de sus due?os o inquilinos. Seg¨²n Rintaro, la raz¨®n por la cual casi la mitad de los adultos japoneses son c¨¦libes y el pa¨ªs cuenta con cuotas de natalidad alarmantemente bajas, est¨¢ en que, como declaraba al Telegraph, ¡° los apartamentos que los j¨®venes solteros pueden alquilar en Tokio son muy estrechos y tienen poca luz natural, por lo que son oscuros y deprimentes. En los ba?os solo puede entrar una persona y las cocinas son tan diminutas que casi no se puede preparar comida en ellas. No hay felicidad en esos hogares, donde la gente siente verg¨¹enza de invitar a alguien a entrar ¡±. ?
Un d¨ªa este arquitecto fue a visitar a una amiga que viv¨ªa en un distrito de Tokio y cuya vida sentimental se limitaba a una cadena de relaciones que duraban solo unos meses. Kikuchi se sinti¨® horrorizado al ver su apartamento, tan peque?o y poco confortable que lo ¨²nico que uno quer¨ªa al entrar en ¨¦l era volver a salir, pero ella le ret¨® a que trasformara aquel zulo en un lugar agradable. Tras una serie de mejoras y toques personales el piso qued¨® acabado y, seis meses m¨¢s tarde, su inquilina encontr¨® pareja y se cas¨®. Seg¨²n Kikuchi, ¡°tenemos que tener felicidad en nuestras vidas. Si vivimos en una casa acogedora nos sentiremos mejor con nosotros mismos, en nuestros trabajos y relaciones con los dem¨¢s. Eso nos har¨¢ m¨¢s atractivos y nos resultar¨¢ m¨¢s f¨¢cil encontrar pareja¡±.
Siguiendo su teor¨ªa, este arquitecto del deseo ha dise?ado ya unos apartamentos para solteros. El que est¨¢ pensado para el g¨¦nero masculino cuentan con suelos de madera, grandes ventanales, cocina espaciosa con un bar, que baja del techo para cuando la ocasi¨®n lo requiera, y piscina para dos en las azotea, desde donde se ve el anochecer y las estrellas. El modelo ideado para ella dispone de ba?era junto a un balc¨®n, ducha y cocina, en la que caben c¨®modamente dos personas, y barra de stiptease en medio del sal¨®n. Habr¨¢ que esperar a ver si los ¨ªndices de natalidad se disparan en un pa¨ªs en el que antiguamente sus habitantes iban a los ¡°hoteles del amor¡± cuando quer¨ªan hacer el ¨ªdem como dios manda, pero los bajos salarios de hace algunos a?os han empezado a enterrar esta costumbre.
El apartamento dise?ado para subir la libido dise?ado por el arquitecto Rintaro Kikuchi incluye una barra de poledance presidiendo el sal¨®n.
La precariedad, que seg¨²n ha declarado Marianne Thyssen, la responsable europea de empleo, ¡°no es algo malo¡± (siempre y cuando no le afecte a ella), ha dejado, a lo largo de la historia, su impronta en nuestros dormitorios, y por lo tanto, en nuestra forma de practicar el sexo. De hecho, la moda de dormir en una sola cama de matrimonio, que todav¨ªa la gran mayor¨ªa asocia al amor y a la complicidad, tuvo su origen en razones puramente econ¨®micas y comenz¨® en la era industrial, cuando la gente emigr¨® a las ciudades en busca de trabajo, las casas se achicaron, los caseros afilaron sus colmillos y las familias se hacinaban en inmundos espacios. Antes de la ¨¦poca victoriana era com¨²n que las parejas durmieran separadas. En la antigua Roma, los matrimonios que pod¨ªan permit¨ªrselo ten¨ªan un espacio para la vida sexual, independiente de sus habitaciones personales para dormir. Una sana costumbre que siempre he suscrito, porque una cosa es follar y otra descansar.
El doctor Neil Stanley, especialista en sue?o del Reino Unido, realiz¨® un estudio sobre personas que comparten la misma cama, y descubri¨® que ¨¦stas sufren un 50% m¨¢s de problemas de sue?o que quienes duermen en camas separadas. Pero adem¨¢s, existe una estrecha relaci¨®n entre el mal dormir y problemas como la depresi¨®n, trastornos card¨ªacos, apoplej¨ªas, enfermedades del pulm¨®n, accidentes de tr¨¢fico, laborales y divorcios. La tendencia a dormir en camas separadas, aunque se coloquen juntas, cobra cada vez m¨¢s auge en aras de la salud, y no tiene porque ser sin¨®nimo de una pobre vida sexual. Los estrechos ¡°nidos¡± matrimoniales de anta?o recuerdan a muchos el af¨¢n de la iglesia porque los reci¨¦n casados siguieran la m¨¢xima de ¡°creced y multiplicaos¡±, las familias numerosas y, en definitiva, la producci¨®n en serie de peque?os seres humanos, futuros obreros que perpet¨²en las ganancias de unos pocos.
Las dimensiones actuales de los pisos no dejan muchos espacios exclusivamente destinados al sexo, pero hay cosas que se pueden hacer para que el dormitorio sea una habitaci¨®n excitante y pensada para el juego, en vez de para la procreaci¨®n. El Feng Shui, esa acupuntura del espacio por la que se rigen muchos de los pol¨ªticos y famosos para dise?ar sus casas y oficinas, cuenta tambi¨¦n con un apartado especialmente destinado a la sexualidad y las relaciones de pareja, con f¨®rmulas para intentar incrementarlas. Sallie Tsui Sien, de Singapur, es una maestra en Feng Shui que hace consultas y da cursos por toda Espa?a. Seg¨²n Sallie, ¡°hay dos cosas a tener en cuenta en esta practica: la forma, que comprende la decoraci¨®n, colores, objetos¡ y la f¨®rmula, que es la m¨¢s importante y compleja, y que necesita de c¨¢lculos basados en datos del cliente como fecha de nacimiento, ocupaci¨®n u objetivos personales. Esto es lo que hacemos cuando alguien nos manda un estudio sobre un determinado espacio o sobre un proyecto de construcci¨®n¡±. A¨²n cuando el Feng Shui no disponga siempre de reglas fijas, existen algunas m¨¢ximas a tener en cuenta para la decoraci¨®n o colocaci¨®n de muebles en el dormitorio. Siempre con fines pecaminosos y no precisamente para incrementar el descanso, sino todo lo contrario. Seg¨²n Sallie estos son los puntos a tener en cuenta:
El exterior es importante y tiene su influencia sobre el interior. Hay que asomarse a la ventana del dormitorio y comprobar que no hay esquinas de edificios que apunten a nuestra rec¨¢mara. Si as¨ª fuera, hay que poner cortinas o visillos de color tierra para contrarrestar sus efectos.
Nada por arriba y nada por abajo, en lo que se refiere a la cama. El elemento clave del dormitorio debe tener un cabecero de madera ¨Cnunca de metal o de hierro-. No debe tener vigas encima y, en caso de que las haya, las que est¨¢n justo sobre la cama deben cubrirse con una tela o mosquitero. Tampoco es bueno que haya cosas o cajas debajo de la cama, ni siquiera que ¨¦sta tenga un compartimento, incluido en el somier, a modo de almac¨¦n. Deben tambi¨¦n evitarse los ventiladores o l¨¢mparas con adornos acabados en punta que cuelguen sobre este mueble.
Colores c¨¢lidos y adornos a pares. Una habitaci¨®n con todo blanco es un refrigerador y a nadie le apetece practicar el sexo en una nevera. Los colores c¨¢lidos como el rojo, naranja o los tonos tierra son los m¨¢s indicados para edredones, cortinas o paredes. Aunque las cuatro paredes de rojo pueden ser excesivas, una buena soluci¨®n es pintar solo una en un color subido de tono. Para la decoraci¨®n del dormitorio, el Feng Shui recomienda los binomios. Dos mesas de noche, dos l¨¢mparas, dos sillas¡ y adornos que simbolicen el par. Las fotos o retratos de familiares hay que dejarlas para otras habitaciones.
Espejos, s¨®lo los indirectos. Los amigos de verse reflejados en la cama, en plena faena, deben despedirse de este capricho si quieren abrazar el Feng Shui, ya que aqu¨ª est¨¢n prohibidos los espejos que reflejen la cama directamente, aunque pueden ponerse en otra zona de la habitaci¨®n.
Orden sin conexiones. Hay que evitar lo que Sallie llama el ¡°exceso de informaci¨®n¡±, demasiadas cosas o adornos, y optar por la simplicidad. Los armarios deben estar ordenados ya que eso contribuye a una mayor claridad mental. Evitar tambi¨¦n, en la medida de lo posible, las ondas electromagn¨¦ticas, el wifi, los m¨®viles encendidos y la televisi¨®n en el dormitorio. Al menos para los que van a tener sexo con otro de su misma especie y no con una webcam.
La habitaci¨®n roja del dolor de 50 sombras de Grey, el anti sexo seg¨²n el Feng Shui por tener todas las paredes rojas.
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