Minimalismo africano
En tan solo un a?o, el Babylonstoren se ha convertido en el hotel boutique del momento. Las claves son su refinada decoraci¨®n, su cocina org¨¢nica y las relajantes vistas a los vi?edos de Sud¨¢frica.
La idea de cambiar de vida, abandonar el mundo de la prensa de moda y decoraci¨®n y alejarse al campo rondaba por la cabeza de Karen Roos, antigua editora de moda de la revista Glamour en Nueva York y Elle Dec¨® Sud¨¢frica. Y lo hizo un a?o. Casi como si de una versi¨®n actual de Karen Blixen ¨Cautora de Memorias de ?frica¨C se tratara, abandon¨® su despacho y se alej¨® de la vida urbanita. A 60 kil¨®metros de Ciudad del Cabo, en el valle de Drakenstein, Roos encontr¨® exactamente lo que buscaba: una granja de 1777 de estilo cape dutch ¨Cla arquitectura caracter¨ªstica de los holandeses y flamencos que emigraron a este pa¨ªs en el siglo XVII, conocidos como ?b¨®ers?¨C rodeada por 200 hect¨¢reas de terreno. Y, al principio, pens¨® en convertirla en su residencia de fin de semana.
El edificio estaba en perfecto estado, pero, con ayuda de su marido, Koos Bekker ¨Cpropietario del grupo de comunicaci¨®n Naspers¨C, comenz¨® una restauraci¨®n integral para adaptarla a los nuevos tiempos y a su depurado gusto personal. La vivienda principal, Manor House, con planta en forma de H, pose¨ªa muros de piedra de casi un metro de grosor y techos de paja que restaur¨® para que mantuviesen su esencia. Con un cubo de cristal y acero cre¨® un anexo: una terraza cubierta en la que instal¨® la cocina junto al sal¨®n. La vivienda, adem¨¢s, posee tres dormitorios con ba?o y una biblioteca. En su decoraci¨®n predomina el tono blanco que contrasta con la madera de roble. El mobiliaro es una equilibrada mezcla de piezas encontradas en anticuarios y mercadillos e iconos del dise?o contempor¨¢neo firmados por Eero Aarnio, Antonio Citterio, los hermanos Ronan y Erwan Bouroullec, Xavier Lust, Michael Young, Katrin Olina o Philippe Starck.
Conocedora de las posibilidades del resto de las instalaciones, decidi¨® convertirlas en un peque?o hotel rural que inaugur¨® a principios del a?o pasado. Un refugio de solo 12?habitaciones, situadas en lo que antiguamente eran las casas de los jornaleros. Todos los espacios disfrutan de vistas a los vi?edos y al jard¨ªn, donde Roos ha creado un huerto. Es el lugar donde se relaja y con el que abastece a su peque?a clientela, quienes lejos de alejarse hasta Ciudad del Cabo para comer, prefieren permanecer en su restaurante org¨¢nico, Babel. Para crear este espacio se acondicion¨® el antiguo establo. Nada m¨¢s entrar, una enorme cabeza de toro, pintada sobre azulejo blanco, da la bienvenida y hace las veces de mural en el que los cocineros escriben la carta.
En poco m¨¢s de 12 meses de vida el ¨¦xito ha sorprendido a sus propietarios. La revista Tatler lo nombr¨® el mejor hotel de 2011 en la categor¨ªa de Food Glorious Food, y la publicaci¨®n especializada Fodor¡¯s la mejor apertura del a?o pasado. www.babylonstoren.com. Habitaciones desde 300 euros.
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En el interior de las suites predomina el mobiliaro blanco, como las sillas Steelwood de los Bouroullec.
Babylonstoren
Desde la cocina de la Manor House se observa el jard¨ªn.
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El sal¨®n de la casa principal est¨¢ presidido por una gran chimenea. La luz natural entra desde la pared acristalada de la cocina.
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Ba?o con silla de Starck y cl¨¢sica ba?era exenta.
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Detalle del perchero Baobab de Xavier Lust.
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