Por qu¨¦ Anna Wintour quiere ensalzar a Mariano Fortuny
El dise?ador espa?ol y su vestido ¡®Delphos¡¯, fruto de la uni¨®n artesanal y t¨¦cnica, se ganan su puesto en la reputada exposici¨®n anual de la gala MET.
En 2016, la expectaci¨®n que genere el MET en terreno patrio no solo tendr¨¢ que ver con la tem¨¢tica de su pr¨®xima exposici¨®n o las transparencias de Beyonc¨¦. La noticia que nos ha llamado la atenci¨®n es que dos nombres espa?oles resuenan con fuerza entre los dise?adores que formar¨¢n parte de esa muestra, llamada ¡®Manus vs. Machina: la moda en la edad de la tecnolog¨ªa¡®. Del 5 de mayo al 14 de agosto del pr¨®ximo a?o, los dise?os de Crist¨®bal Balenciaga y Mariano Fortuny (entre otros) invitar¨¢n a explorar el impacto de la tecnolog¨ªa y c¨®mo los dise?adores reconcilian lo hecho a mano y lo hecho a m¨¢quina en la creaci¨®n de la alta costura y de un pr¨¦t-¨¤-p?rter adelantado a su tiempo.
Gracias a sus conocimientos, y esas incre¨ªbles manos, Balenciaga dominaba los tejidos a voluntad para dise?ar creaciones que iban ¡°dos temporadas por delante de los dem¨¢s¡±, como dec¨ªa la periodista Carmel Snow desde Harper¡¯s Bazaar. Su legado es indiscutible y su puesto en la muestra, m¨¢s que merecido. Pero hay otro nombre menos conocido sin el que la moda actual no ser¨ªa la misma: ?qui¨¦n es Mariano Fortuny y por qu¨¦ se merece un hueco en la exposici¨®n del MET de Nueva York?
Lauren Bacall apost¨® por Mariano Fortuny en los ?scars de 1979. Un modelo similar podemos ver en el Museo del Traje (Madrid)
Cortes¨ªa del Museo del Traje (Madrid)
1) Un dise?ador que domina la mano y la m¨¢quina: Cuando Thomas P. Campbell, el director y CEO del MET dec¨ªa que ¡°moda y tecnolog¨ªa est¨¢n conectados de una manera indisoluble¡±, parec¨ªa que hablaba teniendo en mente a Fortuny, este hombre del Renacimiento nacido en Granada en 1838. La vena art¨ªstica le vino de familia tanto por su padre, con el que compart¨ªa nombre, como por parte de madre, la dinast¨ªa de los pintores Madrazo.
Pero hablar de pintura se queda corto al lado de Mariano. Su formaci¨®n como ingeniero contribuy¨® a hacer de su perfil uno de los m¨¢s completos del panorama cultural. Lucina Llorente, responsable de Tejidos del Museo del Traje (Madrid) explica para S Moda que ideol¨®gicamente estaba ¡°muy pr¨®ximo al Arts & Crafts [movimiento intelectual liderado por William Morris que defend¨ªa la labor del artesano], pero no puede prescindir de las m¨¢quinas. ?l no las adquir¨ªa, las creaba. No renunci¨® a ellas, al contrario, se sent¨ªa muy orgulloso de las m¨¢quinas. Fue un hombre de ciencia y a la vez un artista¡±.
Natalia Vodianova ha llevado el delphos en dos ocasiones: El Costume Institute Gala y los British Fashion Awards del a?o 2009
Cordon Press/ Getty
2) Cre¨® el Delphos, el vestido perfecto para el MET: El mayor m¨¦rito que se le atribuye a Fortuny es haber creado el famoso vestido Delphos. Inspirado por el chit¨®n j¨®nico, una prenda de la antigua Grecia, el artista enfund¨® a la mujer en una t¨²nica de seda plisada con colores vistosos (lilas, naranjas, esmeraldas¡) a la que a?ad¨ªa cuentas de cristal de Murano que ayudaban a conseguir la ca¨ªda perfecta de la tela. M? del Mar Nicol¨¢s recoge en un escrito sobre la colecci¨®n de Fortuny del Museo del Traje que el tintado de las prendas lo preparaba ¨¦l mismo siguiendo antiguas recetas. Lo que ha dado pie a la leyenda es el plisado, imposible de replicar en su totalidad. Seg¨²n Llorente, Fortuny realizaba un doble plisado de la tela y lo que le diferenciaba de otros es que usaba ¡°prote¨ªna (clara de huevo) para plisar. Mientras que otros utilizaban almid¨®n, que deja la tela tiesa, el huevo da movilidad¡±. Su mujer Henriette le ayudaba en el laborioso proceso del plisado, que se consegu¨ªa retorciendo con las manos la tela mojada y someti¨¦ndola a un complicado procedimiento de un artilugio inventado por ¨¦l mismo.
El vestido Delphos liberaba el cuerpo de la mujer y se relacion¨® con mujeres adelantadas a su tiempo.
Cordon Press/ Cortes¨ªa del Museo del Traje (Madrid)
3) Sus dise?os figuran como patentes: adem¨¢s de artesano, Fortuny deja clara su faceta como inventor en la l¨ªnea de Da Vinci o Edison. Prueba de ello son las 177 patentes que posee, seg¨²n palabras de Llorente, entre Par¨ªs y M¨²nich. El propio sistema que cre¨® para el vestido Delphos lo patent¨® en 1909, dando m¨ªnimas explicaciones al respecto de su funcionamiento. El secreto se lo llevar¨ªa a la tumba. Otras patentes incluir¨ªan sistemas de estampaci¨®n de tejidos revolucionarios.
4) Tuvo una f¨¢brica donde produc¨ªa telas: Sorprende que un artesano de la ¨¦poca defendiese la industrializaci¨®n de lo que ¨¦l mismo hac¨ªa. Nicol¨¢s describe c¨®mo desde su empresa Societ¨¤ Anonima Fortuny, con sede en la isla veneciana de Giudecca, se dedic¨® a la impresi¨®n mec¨¢nica de tejidos, con la salvedad de sedas y terciopelos, que estampar¨ªa a mano. Tampoco dej¨® de lado su faceta empresarial: adem¨¢s de a?adir etiquetas con su nombre a las creaciones, tambi¨¦n crear¨ªa un packaging espec¨ªfico para el Delphos: enrollado sobre s¨ª mismo dentro de una caja y envuelto en seda. El escritor L.P. Hartley as¨ª lo describir¨ªa en su libro ¡®Eustace and Hilda¡¯ (Marcel Proust o Gabriele d¡¯Anunzio ser¨ªan otros literatos que le dedicaron palabras de admiraci¨®n).
Detalle de cintur¨®n de un vestido Delphos.
Cortes¨ªa del Museo del Traje (Madrid)
5) Liber¨® el cuerpo de la mujer: Lucina Llorente explica que como artista, Fortuny ¡°pertenec¨ªa a una ¨¦lite que estaba en contra de la imagen de mujer encorsetada de la ¨¦poca¡±. Fortuny hizo realidad ese ideal intelectual de ninfa griega de los prerrafaelitas y las pinturas de Alma-Tadema a trav¨¦s del vestido Delphos y su primera creaci¨®n, el velo Knossos. A?os antes que Coco Chanel, permiti¨® la libertad de movimiento en el cuerpo de la mujer, que muestra su figura sin artificios. Tanto es as¨ª, que a menudo el Delphos obligaba a vestirlo como una segunda piel, sin ropa interior debajo. Su alegato ser¨ªa art¨ªstico, no social: ¡°¨¦l era pintor, siempre pensaba en la belleza del cuerpo femenino¡±, comenta Llorente.
El plisado de los vestidos Delphos, imposible de replicar, ha dado pie a la leyenda.
Cordon Press/ Cortes¨ªa del Museo del Traje (Madrid)
6) Fue un adelantado a su tiempo: Ahora parece normal que Dior nos transporte al s. XVIII en un desfile o que Louis Vuitton introduzca referencias orientales, pero ese es uno de los m¨¦ritos que se le pueden atribuir a Fortuny. Adaptar prendas y t¨¦cnicas de otros tiempos y otras culturas y convertirlas en piezas atemporales cuando (casi) nadie lo hac¨ªa supuso la moda m¨¢s avante-garde de principios de s. XX. Adem¨¢s, gracias a sus posibilidades (sobre todo en el escenario), el vestido Delphos se convirti¨® en una prenda que encajaba a la perfecci¨®n con una nueva forma de pensar m¨¢s liberal de musas como Isadora Duncan, Ruth St. Denis, Luisa Casati o Eleonora Duse (la primera mujer en aparecer como portada de la revista Time), mujeres tambi¨¦n adelantadas a su tiempo.
7) Elev¨® la moda a la categor¨ªa de arte: Llorente describe que con Mario Fortuny ¡°la moda se puso en manos de un artista¡±. M¨¢s que dise?ador, ¨¦l se consider¨® un ¡°pintor espa?ol¡±, pero traslad¨® su talento a la tela, cubri¨¦ndola de colores, estampados y t¨¦cnicas ¨²nicos. En esa l¨ªnea se mover¨ªa tambi¨¦n ¡°Duffy, del que Paul Poiret adquir¨ªa telas, Elsa Schiaparelli o Sonia Delaunay¡±. Figuras con un bagaje art¨ªstico que dieron el salto a la moda sin perder de vista su visi¨®n ¨²nica y que han contribuido a que este tipo de piezas ocupen un puesto de honor (m¨¢s que merecido) en un museo como una obra maestra.
Caja de vestido Delphos
Cortes¨ªa del Museo del Traje (Madrid)
Casaca y vestido delphos; velo Knossos del Museo del Traje.
Cortes¨ªa del Museo del Traje (Madrid)
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