Por qu¨¦ Google y Facebook se empe?an en hacernos llorar
Los gigantes de Silicon Valley remiten a nuestras emociones con campa?as publicitarias que buscan empatizar con la frialdad tecnol¨®gica. ?Son realmente efectivas?
¡°Si no te hacemos llorar, es que hemos fallado en algo¡±. As¨ª de clara fue Lorraine Twohill, la vice presidenta de marketing global de Google, cuando explic¨® al New York Times por qu¨¦ el gigante tecnol¨®gico iba a basar en las emociones todas sus campa?as publicitarias. Dicho y hecho. Desde hace un par de a?os, no hay campa?a o viral de la compa?¨ªa que no consiga arrancar una lagrimita a sus espectadores (como tan bien destacaban en Hello Giggles). Historias en las que no importa la velocidad de tu buscador habitual o los GygaBytes que puede almacenar tu correo. Historias para celebrar (y promocionar) un new age tecnol¨®gico en el que la digitalizaci¨®n de informaci¨®n muestra su lado m¨¢s humano y sentimentaloide.?
Si bien desde Apple ya hab¨ªan abierto la veda al demostrar que no hace falta ense?ar un ordenador para llegar al p¨²blico (recuerden el video de 1984 de Ridley Scott o cuando parafraseaban a Keruoac en The Crazy Ones), ha sido Google la que ha pasado directamente a la fase de que-alguien-me-pase-un-pa?uelo para poder ver sus anuncios. Todo comenz¨® durante la final de la Superbowl de 2010, cuando probaron ante los estadounidenses c¨®mo un simple buscador puede ser el n¨²cleo de toda una historia de amor overseas:
Tras el ¨¦xito de la campa?a, los de Silicon Valley apostaron por seguir explotando las emociones con el lanzamiento de Google Chrome. He aqu¨ª la historia de Daniel Lee, el atento y ¨¹bertierno padre que decide crear un mail al nuevo integrante de su hogar; porque los ni?os ya no vienen con un pan bajo el brazo, vienen con un '@gmail.com' listo para recolectar recuerdos.
?Qu¨¦ tal si a?adimos un grado m¨¢s de emoci¨®n a las relaciones paternofiliales y hacemos que Jessie, una universitaria que estudia lejos de casa, se comunique con Elliot,? su padre (viudo) y mejor amigo del mundo?
Para rematar, exploremos las 'segundas oportunidades', o c¨®mo usar la web de forma certera para recuper a tu chica apelando a las vivencias compartidas:
Otro gigante tecnol¨®gico que tambi¨¦n ha intentado emocionarnos a trav¨¦s de la publicidad ha sido Facebook. Para celebrar su bill¨®n de usuarios, la compa?¨ªa de Mark Zuckerberg lanz¨® un anuncio en octubre dirigido por Alejandro Gonz¨¢lez I?arritu (premiado por otro spot deportivamente emocional, esta vez para Nike). Un video que no ense?aba ning¨²n ordenador, pero que trataba de mostrarnos las bondades de la red social por excelencia:
Pese a las buenas intenciones, la campa?a de Facebook no ha logrado calar tan hondo como esperaba (hagan click si no en la web arechairslikefacebook). "El resultado es bonito, pero en general, poco cre¨ªble", explica Guillermo L¨®pez Linares, responsable de estrategia en la agencia Estr¨¦s. Para L¨®pez, el problema de la campa?a radica en que "han intentado vender algo de lo que la gente duda (voy a compartir este momento m¨¢gico con mi novia en el c¨¦sped de un parque en cuanto llegue a casa) en vez del aspecto en el que son fuertes (capacidad de adicci¨®n, mantener la cercan¨ªa con tus amigos, etc). Google lo hace al rev¨¦s: nuestro producto es el eje del anuncio, y desde ah¨ª te llevamos a historias. Mejor o peor hechos, nos creemos que esas cosas pueden hacerse con Google, y por ah¨ª creo que, en un tiempo de tanto escepticismo, lo hacen mucho mejor que Facebook", explica.
A Jos¨¦ Luis Moro, socio y director general creativo de la agencia I love Remo, tampoco le convenci¨® la campa?a de Facebook. "Puede pecar de haberse convertido en el t¨ªpico anuncio tipo Barrio S¨¦samo: si le quitas la m¨²sica y las im¨¢genes, queda un mensaje vac¨ªo y s¨®lo sirve para recordarte que las sillas sirven para sentarse", cuenta. "En el fondo todos quieren ser como Apple. Todav¨ªa nadie ha podido olvidar el s¨²per referente que supuso el Think Different", apunta.
A favor o en contra, ?hasta cu¨¢ndo puede durar este tipo de publicidad que humaniza a la tecnolog¨ªa? "Con la llegada de la crisis, las marcas tienen la sensaci¨®n de apelar a las emociones, de convertirse en grandes mam¨¢s que te acojan en sus brazos", apunta Moro. As¨ª que, posiblemente, mientras nuestros bolsillos apuren hasta el ¨²ltimo c¨¦ntimo ¨Cy pese a que Google y Facebook no suponen un gasto para el consumidor¨C, puede que tengamos que someternos a esta tendencia que busca empatizar y ganarnos con la l¨¢grima f¨¢cil. No ganaremos para pa?uelos.
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