Steve Grand, el ¨ªdolo gay que desaf¨ªa los tab¨²es del ¡®country¡¯
El pr¨®ximo lanzamiento de un ¨¢lbum-manifiesto sobre el amor homosexual convierte al cantautor estadounidense en el s¨ªmbolo contra los prejuicios de su g¨¦nero musical.
El pasado mes de julio un desconocido Steve Grand sub¨ªa a YouTube el videoclip de un single que ni el propio autor sab¨ªa que formar¨ªa parte de un ¨¢lbum. All-American boy, un tema de tintes patri¨®ticos en el que un chico gay confiesa su amor por un amigo heterosexual, concit¨® en pocas horas el inter¨¦s de miles de usuarios en redes sociales que tuvieron muy claro que aquello era algo m¨¢s que una novedad. Un s¨ªmbolo, se felicitaron algunos. El v¨ªdeo, t¨ªmidamente expl¨ªcito, supuso un golpe en el coraz¨®n de la vetusta p¨¢tina hom¨®foba del country. El torrente viral de aquella pieza visual, financiada por el propio Grand, alcanz¨® en tiempo r¨¦cord una cifra de visitas millonaria. Nueve meses despu¨¦s, el Frank Ocean del sonido Nashville ha publicado dos canciones y acaba de anunciar que grabar¨¢ un ¨¢lbum completo gracias al dinero recaudado en la plataforma de crowdfounding Kickstarter. ?La cantidad? Un montante nada desde?able, 326.593 d¨®lares.
Pese a que Grand no pueda considerarse un artista country en el sentido estricto de la palabra (tambi¨¦n hace pop, rock, folk¡), tanto las letras de las canciones que hacen referencia a la idiosincrasia de la Am¨¦rica rural como los ic¨®nicos recursos que emplea en el videoclip y la recientemente estrenada Back to California hacen de ¨¦l un elemento indisociable de esa ¨®rbita. A sus 23 a?os, este m¨²sico educado en un id¨ªlico pueblo de Illinois, seguramente demasiado id¨ªlico y demasiado pueblo para sus inquietudes, ha conseguido que la comunidad LGTB de su pa¨ªs lo considere una referencia. Por la naturalidad con la que ejerce de s¨ª mismo en un entorno aparentemente hostil y por ese universo creativo de met¨¢foras vagamente rebuscadas sobre el amor entre iguales, la revista Out lo incluy¨® el a?o pasado en su c¨¦lebre lista de homosexuales m¨¢s influyentes.
El activismo de Grand trasciende el campo musical: lidera campa?as para denunciar el bullying e iniciativas que buscan asistir a j¨®venes machacados por las mal llamadas terapias de reeducaci¨®n sexual, una pesadilla que el cantante sufri¨® en primera persona. Seg¨²n ha confesado recientemente, a los 13 a?os sus padres lo enviaron a un campamento cristiano para "que dejara de ser gay". Afortunadamente, esos d¨ªas quedaron atr¨¢s y actualmente su caso sirve para inspirar esperanza a quienes viven casos an¨¢logos. Su ¨¢lbum debut, que recibir¨¢ el mismo nombre que el primer single, promete ir en esa direcci¨®n: "Explorar¨¢ la diferencia entre la desilusi¨®n de la juventud en las primeras etapas de la vida adulta y la intensidad de la amistad adolescente", ha explicado Grand.
Hay quien asegura que Grand no merece la atenci¨®n que ha recibido, pues ni es el primer artista country abiertamente gay (tal y como lo presentaron en el programa de televisi¨®n Good morning America) ni su discograf¨ªa va m¨¢s all¨¢ de tres canciones digeribles. Lo cierto es que el g¨¦nero musical en el que transita tiene una larga historia de canciones y autores gais. K.D. Lang, Chely Wright, Kacey Musgraves o Ned Sublette son solo algunos de los ejemplos. No obstante, nadie puede discutir que nuestro protagonista ha sabido ofrecer algo diferente. Una evidente buena presencia y la decisi¨®n de estrenarse en internet han actuado de queroseno para que su caso trascienda. Ya lo dice la periodista Delia Rodr¨ªguez en su libro Memecracia, los virales que nos gobiernan: "Vivimos inmersos en un lugar desconcertante en el que las ideas que logran captar la atenci¨®n ciudadana y guiar su comportamiento no son las mejores, ni las m¨¢s nobles, ni las m¨¢s ¨²tiles, ni las m¨¢s veraces; solo son las m¨¢s contagiosas".
Aprovechando el poder que detenta desde hace meses, Grand no solo ha logrado recaudar una cifra importante en Kickstarter para financiar el ¨¢lbum All-American boy, tambi¨¦n ha conseguido contratos publicitarios para firmas de moda, portadas en revistas especializadas, la confirmaci¨®n de un tour de conciertos por su pa¨ªs y la participaci¨®n en el pr¨®ximo Indy Pride Festival de Indian¨¢polis. Incluso ha fundado Grandnation, su propia compa?¨ªa, que hace las veces de discogr¨¢fica, agencia de prensa y management. "Ha llegado la hora de liberar mi esp¨ªritu y vivir mi propio sue?o americano, son tiempos de valent¨ªa", advierte en su perfil de Twitter. Ojal¨¢ lo consiga. De momento ya puede arrogarse el m¨¦rito de haber plantado la bandera arcoiris en uno de los reductos m¨¢s procelosos de la industria de la m¨²sica.
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