Terri Schiavo recibe la extremaunci¨®n y una comuni¨®n simb¨®lica el d¨ªa de Pascua
Dos sacerdotes cat¨®licos dan unas gotas de vino a la mujer, cuya vida se apaga lentamente por inanici¨®n
La estadounidense Terri Schiavo, cuya vida se apaga lentamente por inanici¨®n, recibi¨® ayer la extremaunci¨®n y una comuni¨®n simb¨®lica -unas gotas de vino en lugar de la hostia consagrada- despu¨¦s de que su marido, Michael, accediera a satisfacer el ¨²ltimo deseo de sus padres. A pesar de que sus padres se han rendido tras agotar todas las v¨ªas judiciales para salvarla, su consejero espiritual ha exigido hoy al gobernador de Florida, Jeb Bush, que intervenga en el caso. Bush se ha negado a desafiar a la Justicia, mientras los familiares de la mujer han pedido a los manifestantes que se han congregado delante del hospital que abandonen su protesta.
En un primer momento, Michael Schiavo, que ni ha visitado a Terri ni ha concedido entrevistas, le neg¨® la comuni¨®n (que por orden judicial se le administrar¨ªa s¨®lo cuando la muerte sea inminente) y sus suegros le acusaron de violar los derechos religiosos de su hija. Sin embargo, al final dio su visto bueno. Tras lograr la autorizaci¨®n, dos sacerdotes cat¨®licos colocaron una gota de vino en la lengua de la mujer de 41 a?os que, tras pasar los ¨²ltimos 15 a?os en coma profundo, vive una lenta y cruel agon¨ªa desde el d¨ªa 18, cuando un juez de Florida orden¨® la retirada de la sonda que la manten¨ªa con vida. Desde entonces, no recibe alimentos ni agua. En el sacramento estuvieron presentes los familiares de Terri, mientras en las puertas del hospicio Woodside, el centro del condado de Pinellas (Florida) donde est¨¢ ingresada Terri, continuaban las protestas a favor del "derecho a vivir" de la mujer.
El sacerdote Thaddeus Malanowski ha explicado hoy que su colega Joseph Braun dio la extremaunci¨®n a Terri, mientras ¨¦l sosten¨ªa la mano derecha de la mujer a quien no se le pudo suministrar la hostia consagrada porque su lengua estaba reseca. Seg¨²n el religioso, Schiavo no reaccion¨® cuando le suministraron el vino y despu¨¦s Malanowski le ungi¨® aceite, la bendijo y la absolvi¨® de sus pecados. La mujer recibi¨® el sacramento despu¨¦s de que sus padres perdieran todas sus demandas judiciales para lograr que le reinsertaran la sonda. Ni los padres de Schiavo ni su marido han dado nuevos datalles sobre su estado, pero uno de los curas ha indicado que su "muerte es inminente". Ayer, la familia dijo que estaba deteriorada, con los ojos hundidos, los labios rotos y sangrando por la lengua y los ojos a causa de la deshidrataci¨®n. Por su parte, abogado de Michael, George Felos, declar¨® la noche del s¨¢bado que "est¨¢ preciosa", y que "reposa tranquilamente".
Bush se niega de nuevo a intervenir
En un ¨²ltimo intento por prolongar la vida de Terri, el monje franciscano Paul O'Donnell, consejero espiritual de Bob y Mary Schindler, los padres de Terri, ha instado al gobernador de Florida, Jeb Bush, a utilizar sus poderes ejecutivos para evitar que fallezca por inanici¨®n. O'Donnell ha recordado a Bush que en el estado de Florida una persona va a la c¨¢rcel por dejar morir de hambre a un animal. "Gobernador haga algo hoy, no se una a la cultura de la muerte. Ella est¨¢ viva, pidi¨¦ndole su ayuda y que la libere de su cautiverio", ha rogado el sacerdote a las afueras del hospital.
Bush, hermano menor del presidente estadounidense George W. Bush y tan conservador como ¨¦l, ha reiterado hoy que debe respetar las decisiones judiciales y que, por lo tanto, no puede intervenir. La ¨²ltima vez que el gobernador lo hizo fue el pasado jueves, cuando pidi¨® que se estabilizase el estado de la mujer mientras se revisaba un dictamen m¨¦dico que indicaba que Schiavo pudiera estar en un estado de "m¨ªnima consciencia".
Adem¨¢s, a trav¨¦s del Departamento de Familias y Ni?os de Florida, intent¨® que se le retirase la custodia legal al marido, Michael, que insiste en que dejen morir en paz a Terri. Seg¨²n el diario The Miami Herald a ¨²ltima hora del jueves abort¨® la toma por la fuerza de Terri para evitar un enfrentamiento entre la polic¨ªa del condado de Pinellas, que custodia a Terri, y la guardia estatal. Al parecer, la polic¨ªa local advirti¨® a sus colegas que a menos que fueran con una orden judicial les impedir¨ªan la entrada. Pese a que hay leyes que permiten otorgar la custodia de una persona discapacitada al Estado si se demuestra que es v¨ªctima de negligencia o abuso, ninguna de estas iniciativas prosper¨®.
El doble rasero republicano
Al jefe de la mayor¨ªa republicana en la C¨¢mara de Representantes de EE UU, Tom DeLay, f¨¦rreo defensor de la vida de Terri Schiavo, no le ha debido hacer ninguna gracia que la prensa airee su doble rasero en cuanto a desconexi¨®n de moribundos. DeLay, que calific¨® de "acto b¨¢rbaro" la decisi¨®n judicial de dejar morir a Schiavo y se pregunt¨® "qu¨¦ clase de hombre" es su marido, permiti¨® que retiraran los tubos a su padre, que qued¨® en un estado similar al de Terri despu¨¦s de un accidente de tr¨¢fico.
El congresista ha estado al frente de las maniobras pol¨ªticas de su partido para impedir que a Terri se la deje morir y promovi¨® una ley, aprobada por el Congreso y promulgada de urgencia por el presidente Bush, que permiti¨® que el caso llegara a tribunales federales. Pero en 1988, DeLay no era el firme partidario de la vida que es hoy, cuando su padre, Charles Ray DeLay, de 65 a?os, sufri¨® un accidente que le caus¨® una hemorragia cerebral y qued¨® en estado de coma permanente, seg¨²n han informado los principales medios de comunicaci¨®n estadounidenses.
El legislador pidi¨®, como toda su familia, que retiraran a su padre las conexiones que lo manten¨ªan con vida y ¨¦ste falleci¨® 28 d¨ªas despu¨¦s del accidente. Al igual que Terri, Charles hab¨ªa expresado a su familia que no deseaba que se prolongara artificialmente su vida en caso de quedar en estado de incapacidad total. Y, al igual que Terri, DeLay padre no hab¨ªa dejado esa voluntad expresada por escrito.
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