Francia aumenta de 15 a 18 a?os la edad legal para que las j¨®venes puedan casarse

El Senado franc¨¦s ha aprobado esta noche por unanimidad una enmienda que iguala la edad m¨ªnima legal de hombres y mujeres para poder casarse. A partir de ahora, las chicas, que pod¨ªan contraer matrimonio desde los 15 a?os seg¨²n una norma que data de 1804, deber¨¢n esperar hasta los 18 a?os, al igual que los varones. La propuesta, que contaba con el respaldo de todos los grupos pol¨ªticos y del Gobierno, pretende combatir las uniones forzadas, sobre todo de inmigrantes. Se calcula que unos 1.200 menores se casan al a?o en Francia, a los que hay que sumar otros 70.000 enlaces que se realizan en el pa¨ªs de origen de los padres de la menor o del novio. Con el mismo fin, el Gobierno planea tipificar en breve como delito la obligaci¨®n al matrimonio.

Esta diferencia de requisitos para el casamiento es un vestigio del C¨®digo Civil napole¨®nico, promulgado en 1804 y que establece que los varones pueden contraer matrimonio desde los 18 a?os y las mujeres desde los 15 a?os. La propuesta de equiparar la edad para los dos sexos quiere acabar con una discriminaci¨®n que viola "el principio republicano de igualdad", seg¨²n su autora, la senadora Joelle Garriaud-Maylam, que la deposit¨® como enmienda en el Senado a un proyecto de ley contra la violencia dom¨¦stica. Pero, sobre todo, se trata de combatir los matrimonios forzados, que, seg¨²n la ONU, son "una forma de esclavitud moderna", recalca la legisladora de la formaci¨®n conservadora y gobernante UMP en declaraciones realizadas ayer al diario vespertino Le Monde.

Tambi¨¦n el ministro de Justicia, Dominique Perben, ha subrayado que este cambio en la legislaci¨®n "permitir¨¢ profundizar en la lucha contra los matrimonios impuestos". Tras la votaci¨®n en el Senado, la ministra de Paridad e Igualdad Profesional, Nicole Ameline, se ha mostrado "feliz de que esta medida se tome r¨¢pidamente". Ameline ha precisado que, junto con su colega de Interior, Dominique de Villepin, planea introducir "pr¨®ximamente" en el derecho penal un "delito de obligaci¨®n al matrimonio para combatir las uniones forzadas". Varios asociaciones de defensa de los menores y de los derechos de la mujer hab¨ªan exigido que se tipificara como delito "la obligaci¨®n del matrimonio civil, religioso o tradicional", para facilitar la persecuci¨®n penal de quienes obligan a las ni?as a casarse.

70.000 adolescentes casadas fuera de Francia

El Ministerio de Justicia, cuyo titular ha decidido finalmente apoyar la enmienda tras recibir el apoyo expreso del Gobierno conservador de Jean-Pierre Raffarin, calcula en 1.200 el n¨²mero de matrimonios de menores realizados en suelo franc¨¦s en el a?o 2004. La mayor¨ªa de estas uniones entre j¨®venes de entre 14 y 18 a?os suelen tener lugar entre hijos de inmigrantes que residen desde hace d¨¦cadas en Francia. Pero esta cifra podr¨ªa ser mucho mayor, ya que no incluye el n¨²mero de adolescentes enviadas por sus padres a sus pa¨ªses de origen para ser casadas sin su consentimiento y que luego vuelven a Francia. As¨ª, la mayor¨ªa de las uniones nunca se contabiliza legalmente en Francia, sino ante la Justicia de los pa¨ªses de origen de los inmigrantes.

En este sentido, Garriaud-Maylam recuerda que en Francia el Alto Consejo para la Integraci¨®n, un organismo p¨²blico, calcula en unas 70.000 las adolescentes obligadas al a?o a contraer matrimonio en el pa¨ªs natal de los padres o del novio. "Es una cifra que asusta. pero que probablemente est¨¢ muy por debajo de la realidad. Testimonia la urgencia de remediar al problema", subraya la legisladora. Garriaud-Maylam aboga porque un matrimonio pronunciado en el extranjero pueda ser transcrito en Francia s¨®lo con el acuerdo "expl¨ªcito" del fiscal, y porque los casos sospechosos se centralicen en un ¨²nico servicio especializado con el fin de acelerar el tr¨¢mite.

Tambi¨¦n "habr¨ªa que organizar un dispositivo de ayuda y de protecci¨®n para estas j¨®venes, en particular su acogida en familias o albergues especializados", insiste la senadora. Asimismo pide que se desarrolle la prevenci¨®n, empezando con la educaci¨®n: "Es nuestro deber luchar para poner fin a esta pr¨¢ctica de otra era". Costumbre habitual en zonas del ?frica subsahariana, del Magreb y de Turqu¨ªa, los inmigrantes deciden perpetuar esta tradici¨®n, a pesar de que ¨¦stas se hayan criado en Francia y tengan nacionalidad gala. Muchas no pueden volver al continente europeo tras haberse casado, seg¨²n denuncian las asociaciones defensoras de los derechos de las mujeres. La senadora Garriaud-Maylam, que vivi¨® y trabaj¨® en Reino Unido, explica al diario que qued¨® "muy marcada" por un caso ocurrido all¨ª en 1998: una joven que rechazaba un matrimonio forzado con su primo fue asesinada por su propia madre y su hermano.