Cuatro menores v¨ªctimas de agresi¨®n sexual, obligadas a comparecer ante su agresor
El tribunal del caso, Secci¨®n Segunda de la Audiencia de Barcelona, considera el cara a cara "absolutamente indispensable" para el veredicto
Los padres de cuatro ni?as catalanas v¨ªctimas de una presunta agresi¨®n sexual por parte de su profesor de k¨¢rate han denunciado hoy que sus hijas tendr¨¢n que comparecer el pr¨®ximo martes ante la Secci¨®n Segunda de la Audiencia de Barcelona y declarar cara a cara ante su agresor. Tanto la Fiscal¨ªa como asociaciones de mujeres y el S¨ªndic de Greuges (Defensor del Pueblo catal¨¢n) apoyan la petici¨®n de que no tengan que comparecer o, al menos, que lo hagan protegidas por una cortina separadora. Ambas opciones han sido desestimadas por el tribunal.
El tribunal, presidido por el magistrado Pedro Mart¨ªn, ha desestimado la petici¨®n de la acusaci¨®n, que solicitaba que las v¨ªctimas no tuvieran que volver a declarar ante un juez, como ya hicieron hace dos a?os en el juzgado de Primera Instancia de Matar¨®, y que, en caso de tener que hacerlo, fuera con una cortina separadora que impidiera el contacto visual con el presunto agresor. De hecho, para evitar nuevas comparecencias, en Matar¨® se grab¨® la declaraci¨®n con c¨¢mara de v¨ªdeo en presencia del juez instructor, el fiscal, el secretario judicial y los abogados. Pero el magistrado considera "absolutamente indispensable para una adecuada formaci¨®n de su convicci¨®n" la confrontaci¨®n visual entre las testigos y el procesado, que niega los hechos, para llegar a un veredicto.
El juicio oral, que empezar¨¢ el pr¨®ximo martes, juzgar¨¢ a Francisco C., que fue profesor de k¨¢rate de diversos colegios del Maresme, por un presunto delito continuado de abusos sexuales a cuatro ni?as alumnas menores. Los padres de las v¨ªctimas, que cuando se denunciaron los hechos, en 2003, ten¨ªan entre 9 y 11 a?os, han lamentado que con esta medida se est¨¦ intentando defender los derechos del agresor, pero no de las v¨ªctimas, a la vez que aseguran que las ni?as podr¨ªan condicionar su testimonio de tener que declarar ante la mirada de su agresor.
Una falta de sensibilidad y justicia"
"Es una sorpresa esta falta de sensibilidad y de justicia. Hay que tener presente que son v¨ªctimas, que son menores y que en su d¨ªa ya declararon ante las partes", ha se?alado uno de los padres, quien ha criticado que "parece que se quiera poner el dedo en una herida abierta y no para curarla, sino para hacerla m¨¢s grande". Por el momento, los padres no se han atrevido comunicar a sus hijas que tendr¨¢n que volver a prestar declaraci¨®n ante el juez, y menos a¨²n las condiciones en que deber¨¢n que hacerlo, seg¨²n han reconocido. Para la psic¨®loga del caso, Mariana Gonz¨¢lez, la "reexperimentaci¨®n del trauma vivido" provoca un "impacto psicol¨®gico" para el ni?o con efectos como alteraciones del sue?o y de la alimentaci¨®n, trastornos en la conducta escolar y en su relaci¨®n con los padres, as¨ª como estr¨¦s psicol¨®gico traum¨¢tico.
Por su parte, la Asociaci¨®n de Asistencia de Mujeres Agredidas Sexualmente (AADAS) y la abogada de las v¨ªctimas, Lara Padilla, han denunciado que este caso, como sucede en la mayor¨ªa de los juicios, demuestra que el protocolo b¨¢sico de actuaciones en abusos sexuales y otros maltratos de menores en la demarcaci¨®n de Barcelona, que se firm¨® en junio de 1999 para preservar los derechos de los menores ante este tipo de agresiones, no se cumple y "los menores son tratados como adultos cuando deben comparecer como testigos en los tribunales". El protocolo, que no es de obligado cumplimiento, establece que no deber¨ªa tomarse declaraci¨®n al menor cuando hay suficientes indicios probados de malos tratos y abusos y siempre que los datos aportados por la investigaci¨®n sean suficientes y no sea necesario ampliarlos con la declaraci¨®n del menor.
En este sentido, la abogada ha reclamado una reforma legal que obligue a tomar medidas en este campo, porque "no podemos dejar al libre albedr¨ªo de los jueces" la protecci¨®n a los menores. Tambi¨¦n el S¨ªndic de Greuges de Catalu?a, Rafael Rib¨®, ha hecho llegar al Defensor del Pueblo y a los grupos parlamentarios catalanes en el Congreso de los Diputados una propuesta urgente de modificaci¨®n legislativa para mejorar la protecci¨®n de los menores durante los procesos judiciales. En concreto, Rib¨® propone que se modifique el art¨ªculo 707 de la ley de Enjuiciamiento Criminal, que deja en manos del juez la decisi¨®n de que los menores v¨ªctimas de abusos sexuales u otros maltratos no declaren ante sus presuntos agresores para evitar la confrontaci¨®n directa y los posibles da?os psicol¨®gicos y morales que puedan ocasionar a los menores.
La pol¨¦mica Secci¨®n Segunda
La Secci¨®n Segunda de Audiencia de Barcelona ya dict¨® en el pasado pol¨¦micas sentencias. As¨ª, en noviembre de 2003, culp¨® a un alba?il del grave accidente laboral que sufri¨®, que le dej¨® tetrapl¨¦jico. En su fallo, el tribunal consider¨® que, pese a que la empresa no tom¨® las medias de seguridad preceptivas, el trabajador era culpable de su propia imprudencia por aceptar un trabajo que pon¨ªa en peligro su integridad.
La sala absolvi¨® al empresario y al arquitecto de la obra. Ambos hab¨ªan sido condenados inicialmente por un juzgado de lo penal a un a?o de prisi¨®n por un delito de lesiones y a pagar una indemnizaci¨®n de 381.548 euros, pero la Audiencia anul¨® tanto condena como la indemnizaci¨®n.
En noviembre de 2004, un error de esta misma sala dej¨® en la calle a un hombre acusado de violaci¨®n, tentativa de homicidio y dos delitos de detenci¨®n ilegal. El tribunal no convoc¨® a las partes para decidir si deb¨ªa prorrogar la prisi¨®n, al vencer el plazo de dos a?os que marca la ley. La Audiencia de Barcelona tuvo que poner bajo vigilancia policial las 24 horas del d¨ªa a dos mujeres v¨ªctimas de este violador, Tom¨¢s Pardo Caro. En enero de este a?o, la sala le conden¨® a a 26 a?os de prisi¨®n.
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