El dilema del Vaticano

La iglesia cat¨®lica se encuentra en un dilema. La elecci¨®n del obispo Fernando Lugo como presidente de Paraguay coloca a la jerarqu¨ªa eclesi¨¢stica ante la decisi¨®n de si est¨¢ efectivamente preparada para apartar del sacerdocio a un hombre reconocido por sus simpatizantes como el "obispo de los pobres".

El Vaticano se opone fuertemente a que el clero asuma puestos pol¨ªticos. Lugo colg¨® los h¨¢bitos hace tres a?os, al considerar que se sent¨ªa impotente para ayudar a los m¨¢s necesitados de Paraguay, y pidi¨® al Vaticano que aceptara su renuncia. La m¨¢xima jerarqu¨ªa eclesi¨¢stica respondi¨® el a?o pasado al suspenderle de sus actividades sacerdotales, como la misa. Pero decidi¨® que sigue siendo obispo porque su ordenaci¨®n es un sacramento de por vida.

Ahora, la iglesia se enfrenta a la perspectiva de un obispo en la presidencia de un pa¨ªs, a partir del pr¨®ximo agosto, en un caso ¨²nico para el Vaticano.

"La situaci¨®n personal de monse?or Lugo ser¨¢ examinada sin prisas", dijo el padre Federico Lombardi, portavoz jefe del Vaticano, a un diario italiano esta semana.

El jefe de la Conferencia Episcopal de Paraguay dijo que la ¨²ltima decisi¨®n est¨¢ en manos del papa Benedicto XVI. "Las relaciones entre la iglesia y los pa¨ªses depende directamente del Santo Padre y el ser¨¢ el ¨²nico que tomar¨¢ las decisiones al respecto", ha comentado Ignacio Gogorza, presidente de la Conferencia Episcopal paraguaya, citado por la agencia Ansa.

Iglesia y Estado

Bajo el mandato de Juan Pablo II, el Vaticano se opuso vocalmente a que los sacerdotes persiguieran puestos pol¨ªticos. El antecedente m¨¢s reciente es el de Jean Bertrand Aristide, el primer presidente democr¨¢ticamente electo de Hait¨ª, quien dej¨® el sacerdocio en 1994 bajo presi¨®n del Vaticano y posteriormente se cas¨®.

El reverendo Robert Drinan, el primer cura cat¨®lico electo al Congreso de EE UU, decidi¨® no postularse a la reelecci¨®n despu¨¦s de que en 1980 se le obligara a escoger entre la pol¨ªtica y el sacerdocio.

En el caso de Lugo, la suspensi¨®n existente a divinis, que le deja su condici¨®n de obispo pero no en buena relaci¨®n con el Vaticano, podr¨ªa ser todo lo que se necesite o lo m¨¢s prudente, seg¨²n el reverendo Tom Reese, del Centro Teol¨®gico de la Universidad de Georgetown en Washington.

"Ellos no quiere alienar a la gente de Paraguay que vot¨® por ¨¦l y convertirlo en una gran crisis Estado-iglesia, as¨ª que la mejor estrategia de su parte ser¨ªa que simplemente lo ignoren", agreg¨® Reese.

El Vaticano ha asegurado que la elecci¨®n de Lugo no alterar¨¢ las relaciones diplom¨¢ticas con Paraguay ni que provocar¨ªa su excomuni¨®n. Sin embargo, las aspiraciones religiosas de Lugo no son claras. El nuevo presidente ha manifestado su inter¨¦s de volver a ejercer como obispo despu¨¦s de que termine su per¨ªodo presidencial en 2013.