NY Aalesund: la base cient¨ªfica m¨¢s septentrional del mundo
NY Aalesund era, hace un siglo, una mina de carb¨®n. En 1926 sali¨® de aqu¨ª Roald Amundsen para bruzar el ?rtico en zepel¨ªn. Hoy es una base cient¨ªfica internacional, la m¨¢s septentrional del mundo, con laboratorios de varios pa¨ªses donde trabajan hasta 120 investigadores en verano y 25 en invierno. Adem¨¢s, el poblado se ha convertido en parada obligada para los barcos tur¨ªsticos que navegan por las islas Svalbard. El buque cient¨ªfico noruego Jan Mayen ha visitado esta hist¨®rica base, situada a 79 grados de latitud Norte, en el fiordo de Kongs.
Un moderno laboratorio de agua marina (s¨®lo hay dos en este lado del ?rtico y el otro tambi¨¦n est¨¢ en Svalbard) que permite hacer experimentos largos de procesos en agua fr¨ªa, por ejemplo de contaminaci¨®n y t¨¦cnicas de remediaci¨®n, ocupa un edificio nuevo cercano al muelle de la estaci¨®n polar. Un poco m¨¢s lejos hay una pista para avionetas y est¨¢n las antenas que hace a?os se instalaron para el seguimiento de sat¨¦lites en ¨®rbita polar.
Un monumento en honor a Roald Amundsen en una explanada recuerda que de aqu¨ª parti¨® el c¨¦lebre explorador, junto al italiano Umberto Nobile y su perro, a bordo de un dirigible. Partieron el 11 de mayo de 1926 y cruzaron por primera vez el ?rtico, llegando a Alaska tras recorrer 5.400 kil¨®metros. Fue el primer vuelo transpolar de la historia, y descubrieron que no hab¨ªa islas en el centro de este oc¨¦ano, como se hab¨ªa especulado hasta entonces. Un a?o antes, Amundsen hab¨ªa intentado una expedici¨®n de sobrevuelo del Polo Norte. Sus dos aviones aterrizaron a unos 150 kil¨®metros del mismo.
En NY Aalesund se explotaba una mina de carb¨®n hace ya un siglo. Era un lugar remoto y dif¨ªcil, pero el mineral, rico en gas aunque dif¨ªcil de extraer por la estructura desigual de las vetas, le hac¨ªa muy rentable. En la base se ven a¨²n unos viejos edificios mineros, el muelle de carga y una peque?a locomotora de vapor con vagones. Cuando Amundsen parti¨® de aqu¨ª, la mina estaba en plena explotaci¨®n y esto era un poblado donde viv¨ªan unas 200 personas, aisladas gran parte del a?o. Se produjeron numerosos accidentes en la mina, hasta que en 1963 hubo uno especialmente grave: murieron varios mineros, se produjo una crisis de Gobierno en Noruega como consecuencia del siniestro y se cerr¨® la explotaci¨®n.
Junto a la tienda de recuerdos, dos mujeres mayores tienen un quiosco donde venden caf¨¦, dulces, calcetines y gorros de lana que hacen ellas mismas. Son antiguas residentes de NY Aalesund de la ¨²ltima ¨¦poca de la mina -"veteranas", dicen ellas- que siguen viniendo cada a?o un par de semanas y se costean la estancia vendiendo sus productos. Viven en Noruega, pero aseguran que echan de menos NY Aalesund.
A los cient¨ªficos les interesa el lugar por las muchas oportunidades que tiene para la investigaci¨®n y la toma de datos. En el pico de una monta?a cercana, por ejemplo, hay una estaci¨®n meteorol¨®gica muy completa que toma datos constantemente. Unos grupos hacen investigaci¨®n atmosf¨¦rica, otro est¨¢ estudiando una colonia de gaviotas... El Instituto Polar Noruego (IPN) aqu¨ª lleva el nombre de Harald Sverdrub, un cient¨ªfico que trabaj¨® durante a?os en EE UU y fund¨® all¨ª la prestigiosa Scripps de oceanograf¨ªa, antes de regresar a su pa¨ªs y fundar el IPN.
Las casas de la base son confortables (hay que dejar las botas en la puerta) y bien acondicionadas para el fr¨ªo, pero fuera apenas hay nadie. Alguien pasa en bicicleta por los caminos embarrados entre un edificio y otro (incluido el de los chinos, tan de madera estilo noruego como los dem¨¢s, pero con dos leones de piedra de considerable tama?o en la puerta). A las afueras del poblado unos carteles advierten del peligro de osos y recuerdan la obligatoriedad de ir armado al salir a campo abierto. La llegada del Jan Mayen y la visita de parte de la tripulaci¨®n y los cient¨ªficos ha supuesto casi una muchedumbre en la base, junto con los turistas de un buque que ha atracado en la bah¨ªa.
Al fondo del fiordo de Kongs, un impresionante glaciar bordea el mar, y las monta?as, con mucha nieve a pesar de ser ya verano, dan una ligera idea de lo que debe ser el lugar en invierno, con el agua cubierta totalmente por una placa helada.
El Jan Mayen contin¨²a su traves¨ªa en la zona de las islas Svalbard tomando muestras de agua y de los microorganismos necesarios para realizar los experimentos de calentamiento global imprescindibles en el proyecto de cambios bruscos en el ?rtico. Tras la visita a la base internacional ha puesto rumbo Sur-Este por el estrecho de Fram, cerca de la costa occidental de las Svalbard, para rodear estas islas y dirigirse a las zonas donde la semana pasada fue m¨¢s fruct¨ªfera la captura de microorganismos ¨¢rticos en el agua.
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