Un planeta tipo Tierra, caliente y con mucha agua
El objeto, descubierto en ¨®rbita de una estrella enana roja, ha sido detectado con telescopios de aficionado
A una distancia de unos 40 a?os luz hay una estrella enana roja, cinco veces m¨¢s peque?a que el Sol, y a su alrededor gira a gran velocidad un planeta considerado del tipo de la Tierra por su tama?o, aunque es bastante m¨¢s grande que nuestro planeta. Es un mundo raro porque, a partir de su radio y su tama?o y del efecto gravitatorio que tiene sobre su estrella, los cient¨ªficos calculan que tiene una densidad baja y deducen que debe estar compuesto de agua helada, en sus tres cuartas partes, y roca el cuarto restante. Su temperatura superficial ronda los 200 grados cent¨ªgrados, as¨ª que es un horno inh¨®spito, pero los cient¨ªficos est¨¢n entusiasmados porque creen que tiene una atm¨®sfera a su alrededor de 200 kil¨®metros de espesor y, como est¨¢ relativamente cerca, el telescopio Hubble puede intentar verla directamente y medir sus propiedades. El hallazgo se da a conocer en la revista Nature.
"Un planeta tan peque?o en ¨®rbita de una estrella distinta del Sol es un hallazgo extraordinario", afirma Geoffrey Marcy, astr¨®nomo de la Universidad de Berkeley (California) y uno de los m¨¢s famosos cazadores de planetas extrasolares, que comenta el descubrimiento de David Charbonneau y sus colegas en Nature.
El nuevo planeta se llama GJ1214b y est¨¢ en ¨®rbita de GJ1214. Por tama?o, est¨¢ entre la Tierra y los gigantes helados Urano y Neptuno de nuestro Sistema Solar. S¨®lo otro de los m¨¢s de 400 planetas extrasolares descubiertos hasta ahora se considera tambi¨¦n de tipo Tierra, definici¨®n que exige que el cuerpo tenga una masa comprendida entre una y 10 veces la terrestre. El otro, denominado Corot-7b, es m¨¢s peque?o, con un radio de 1,7 el terrestre, mientras que el de GJ1214b es 2,7 veces el de nuestro planeta. Tambi¨¦n debe ser diferente la composici¨®n puesto que si este ¨²ltimo estar¨ªa compuesto casi en su totalidad de agua, el Corot-7b ser¨ªa rocoso.
El descubrimiento de GJ1214b es importante tambi¨¦n por el m¨¦todo con el que se ha logrado detectar su existencia. No ha sido un enorme observatorio el primero en verlo, sino una bater¨ªa de ocho peque?os telescopios (en Mount Hopkins, Arizona) de tama?o parecido a los que pueden utilizar muchos astr¨®nomos aficionados (40 cent¨ªmetros de di¨¢metro), con unas buenas c¨¢maras y un plan de observaci¨®n ingenioso. Se trata del programa MEarth, dise?ado para observar unas 2.000 estrellas enanas rojas y ver si en alguna se produce una ca¨ªda peri¨®dica de su brillo. Esto puede indicar que un cuerpo en ¨®rbita del astro se ha cruzado por delante, en la l¨ªnea de visi¨®n de la Tierra.
El mini-eclipse, una vez que se descarta que es otra estrella la que se ha cruzado, es un buen indicador de la existencia de un planeta. Este m¨¦todo de tr¨¢nsito se utiliza con telescopios mucho m¨¢s potentes que los del MEarth para buscar planetas alrededor de estrellas como el Sol, cuyo brillo cae una diezmillon¨¦sima parte cuando pasa un planeta por delante. Pero al buscar alrededor de estrellas peque?as, las enanas rojas, la ca¨ªda del brillo es proporcionalmente mucho mayor y est¨¢ al alcance de los telescopios de 40 cent¨ªmetros.
En el caso de GJ1214b, las observaciones indican que da una vuelta completa a su peque?a estrella cada 38 horas (en lugar de 365 d¨ªas, como la Tierra alrededor del Sol) a una distancia 70 veces inferior a la de nuestro planeta a nuestra estrella (unos 150 millones de kil¨®metros).
"El hecho de que nosotros hayamos encontrado la supertierra utilizando un telescopio peque?o situado en tierra, significa que cualquiera con un telescopio similar y una buena c¨¢mara puede detectar tambi¨¦n uno", afirma Charbonneau, del Harvard-Smithsonian Center for Astrophysics y l¨ªder del programa MEarth, en un comunicado de dicha instituci¨®n.
Para obtener m¨¢s datos de GJ1214b tras su descubrimiento, los astr¨®nomos han recurrido al espectr¨®grafo Harps del telescopio de 3,6 metros de di¨¢metro situado en el observatorio de La Silla (Chile), del observatorio Europeo Austral (ESO).
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