Un pacto clim¨¢tico bajo m¨ªnimos
Obama acuerda con China y los pa¨ªses emergentes un pacto que considera "un primer paso".- La Cumbre del Clima rebaja sus expectativas para salvar la cara
Estados Unidos, China y otros gigantes en desarrollo como China, India y Brasil cerraron este viernes por la noche un acuerdo raqu¨ªtico para salvar la cara en la Cumbre del Clima de Copenhague. Tras acordarlo a puerta cerrada, Obama comunic¨® el acuerdo a la UE, que lo acept¨®. El texto, de tres folios, ni incluye cifras de reducci¨®n de emisiones -todos los pa¨ªses se comprometen a presentarlas el 1 de febrero de 2010- y no incluye el concepto "verificaci¨®n" de emisiones, que tanto molestaba a China. En su lugar, la transparencia que era clave queda como que habr¨¢ un sistema "internacional de an¨¢lisis y consultas" que queda por definir.
Tan vago era el resultado de una cumbre tan grande y con tantas expectativas que los presidentes que gestaron el acuerdo salieron cada uno por una puerta sin hacerse la foto de familia.
Con el pacto, los gigantes pretendieron salvar un tr¨¢mite. 24 horas de negociaciones con jefes de Estado y Gobierno no dieron para m¨¢s. Y como nadie quer¨ªa aparecer como el que rompi¨® el acuerdo, los negociadores optaron por ir rebaj¨¢ndolo hasta cerca del suelo.
El texto s¨ª mantiene el objetivo de que la temperatura no suba m¨¢s de dos grados cent¨ªgrados para evitar "una interferencia peligrosa" con el clima. Pero s¨®lo dice que las emisiones deber¨¢n tocar techo "lo antes posible" -al principio de la cumbre el objetivo era fijarlo en 2020- y no fija objetivos para 2050.
El embajador brasile?o de cambio clim¨¢tico, Sergio Serra, explic¨® que el acuerdo se cocin¨® en una reuni¨®n convocada a media tarde por el primer ministro chino Wen Jiabao. Primero acudieron Lula y los presidentes de India y Sud¨¢frica, los cuatro grandes emergentes y una hora despu¨¦s apareci¨® Obama. Una vez acordado, el presidente de EEUU fue "a comunic¨¢rselo a los europeos", seg¨²n Serra.
"Ning¨²n pa¨ªs est¨¢ del todo satisfecho pero es un paso significativo e hist¨®rico", dijo un portavoz de la Casa Blanca. El acuerdo "no es suficiente para combatir la amenaza del cambio clim¨¢tico pero es un importante primer paso".
Serra admiti¨® que es "un acuerdo de compromiso". Sobre por qu¨¦ no hab¨ªan informado a la UE, Serra lo despach¨® con un "no creo que la UE tenga ning¨²n problema ya que la clave de EEUU que exig¨ªa la transparencia de los pa¨ªses en desarrollo y la UE no fue tan dura".
La f¨®rmula de la transparencia deja claro que la comunicaci¨®n a la ONU la har¨¢ cada pa¨ªs y que "se respetar¨¢ la soberan¨ªa nacional". Las acciones de reducci¨®n de emisiones que se hagan con dinero internacional s¨ª estar¨¢n sujetas al completo sistema de comprobaci¨®n. China ha declarado que no quer¨ªa dinero sino no verse sujeta a las reglas de la contabilidad internacional".
Obama explic¨® que el acuerdo "no ser¨¢ legalmente vinculante pero cada pa¨ªs ense?ar¨¢ al mundo lo que est¨¢ haciendo".Aunque el acuerdo queda muy lejos de las aspiraciones de la UE, el presidente franc¨¦s, Nicolas Sarkozy, afirm¨® que "todos los pa¨ªses aceptan el acuerdo" y pasadas las 23.00 segu¨ªa sin dar una valoraci¨®n oficial. Los Veintisiete segu¨ªan debatiendo si el acuerdo era suficiente como para elevar su oferta de reducci¨®n de emisiones hasta el 30%. "Conf¨ªo en que subamos la oferta", explic¨® en los pasillos Josef Matthias Leinen, el portavoz del Parlamento Europeo, que a la vez se mostr¨® "decepcionado" con el resultado.
Los textos reflejaban el l¨²gubre ambiente que todo el d¨ªa presidi¨® la cumbre. Obama lleg¨® a primera hora de la ma?ana a Copenhague, se reuni¨® con Wen Jiabao, y se uni¨® a la negociaci¨®n que desde la noche antes llevaban a cabo a puerta cerrada 25 pa¨ªses escogidos. All¨ª estaban las grandes potencias (EE UU, China, Alemania, Reino Unido, Francia, India, Jap¨®n, Brasil, Rusia o M¨¦xico) pero tambi¨¦n Espa?a y Suecia (por la UE), Leshoto, Etiop¨ªa o Sur¨¢frica, Sud¨¢n (por ?frica) Maldivas (por las islas que se van a hundir con la subida del nivel del mar) y Arabia Saud¨ª (por los pa¨ªses petroleros).
Los primeros ministros entraban y sal¨ªan aunque sobre las dos de la ma?ana del viernes la mayor¨ªa dej¨® a sus delegados. El presidente del Gobierno, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, estuvo por la noche y volvi¨® a las 08.46 de este viernes y permaneci¨® todo el d¨ªa en el centro de convenciones.
Uno de los presentes explic¨® que estar en la reuni¨®n a puerta cerrada era sentirse parte de algo importante: "En un momento el negociador chino, Su Wei, entr¨® gritando y el sudan¨¦s -que preside el G77- le mand¨® callar llev¨¢ndose tranquilamente el ¨ªndice a los labios e indic¨¢ndole su silla".
Durante la madrugada del viernes, comenzaron a preparar borradores de lo que iban a llamar el Acuerdo de Copenhague, que queda muy lejos de lo pactado en Bali en 2007, cuando los pa¨ªses acordaron tener aqu¨ª un tratado que sustituyera al de Kioto, que caduca en 2013. En noviembre pasado, en Barcelona, qued¨® claro que no habr¨ªa tal tratado y que en su lugar bastar¨ªa con un acuerdo pol¨ªtico, y ayer ya val¨ªa casi cualquier cosa.
La reuni¨®n a puerta cerrada se prolong¨® tanto que hizo la situaci¨®n era insostenible fuera de all¨ª. En el plenario, los primeros ministros que no hab¨ªan sido elegidos esperaban con cara de palo. El circuito cerrado de televisi¨®n enfocaba al israel¨ª Sim¨®n Peres, al turco Erdogan o a Hugo Ch¨¢vez y Evo Morales sin cara de pasarlo bien. No son gente acostumbrada a esperar.
Azorado, el primer ministro dan¨¦s, Lars Okke Rasmussen, paseaba por la tribuna y cada cierto tiempo ped¨ªa perd¨®n por el retraso. Finalmente, a media ma?ana, los principales dirigentes entraban al lugar de la reuni¨®n. Los d¨ªas previos hab¨ªan hablado m¨¢s de 100 l¨ªderes -a tres minutos cada uno que ninguno respet¨®- en sesiones maratonianas hasta la madrugada. La cumbre s¨®lo reserv¨® para ayer los discursos de Obama y Wen Jibao. Qued¨® claro as¨ª qui¨¦n mandaba: los ¨²nicos que pod¨ªan bloquear la negociaci¨®n y sacarla adelante.
Cuando por fin entraron, los delegados pensaron que hab¨ªa llegado el momento que llevaban dos semanas -dos a?os en realidad- esperando. Que esa era la hora en la que Obama y Jibao despejar¨ªan el camino para que el mundo recibiera la foto y el acuerdo que iba a salvar el planeta. Pero Jiabao se enred¨® en un discurso fr¨ªo le¨ªdo a toda velocidad del que no se sac¨® nada en claro.
Obama, tenso
Despu¨¦s de Jiabao subi¨® Obama a la tribuna. La UE a¨²n esperaba que hiciera alg¨²n movimiento en reducci¨®n de emisiones, un gui?o al menos de que pod¨ªa ampliar su oferta de recortar el 17% la emisi¨®n en 2020 respecto a 2005 (lo que supone s¨®lo un 4% respecto a 1990). Pero Obama no se movi¨®. En un discurso fr¨ªo, tenso, como si estuviera enfadado, puso toda la presi¨®n en China. Sin transparencia, declar¨®, el acuerdo ser¨¢n "palabras vac¨ªas en una p¨¢gina de papel". El presidente de EE UU llevaba un discurso preparado para el acuerdo. En el texto que reparti¨® la Casa Blanca pon¨ªa "las piezas del acuerdo ya est¨¢n claras", pero ¨¦l ley¨® "deber¨ªan estar claras".
Obama ven¨ªa para firmar un acuerdo y se encontraba con una situaci¨®n bloqueada y con todos los focos sobre su cara. "La ¨²ltima vez que fue a Copenhague se volvi¨® sin nada" subtitulada la CNN, en alusi¨®n a la ceremonia en la misma ciudad dos meses antes en la que R¨ªo venci¨® a Chicago como sede de los Juegos Ol¨ªmpicos.
"Podemos abrazar este acuerdo y ser parte de la historia y mejorar la vida de nuestros hijos y nietos. O podemos elegir el retraso con los mismos argumentos inamovibles durante d¨¦cadas mientras el peligro crece hasta que sea irreparable. No hay tiempo que perder. Am¨¦rica ha elegido su opci¨®n. Estamos dispuestos a hacerlo pero tiene que haber movimientos de todas las partes".
Tras los discursos, la negociaci¨®n volvi¨® a la puerta cerrada durante otras largas horas. S¨®lo el brasile?o Lula da Silva mostr¨® algo de pasi¨®n. Tras declararse "frustrado", anunci¨® que Brasil estaba dispuesta a poner dinero sobre la mesa pese a ser un pa¨ªs en desarrollo: "Si es necesario que hagamos m¨¢s sacrificio, Brasil est¨¢ dispuesto a poner dinero para ayudar a otros pa¨ªses, lo haremos. Lo que no estamos de acuerdo es que las principales figuras del planeta firmen cualquier papel s¨®lo para decir que han firmado un acuerdo". Lula afirm¨® que s¨®lo "un milagro" podr¨ªa salvar Copenhague. "Como creo en Dios creo en los milagros", concluy¨®. Es dudoso si lo ocurrido por la noche puede ser calificado de tal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.