Vivir en espera de otra crisis
La epilepsia es una de las enfermedades neurol¨®gicas m¨¢s frecuentes: afecta al 1% de la poblaci¨®n espa?ola. Hablamos de m¨¢s de 200.000 personas que, como mal a?adido, pueden sufrir tambi¨¦n el estigma social
Un apacible d¨ªa de playa, la vida de V¨ªctor G¨®mez, de 20 a?os, cambi¨® para siempre. "Ten¨ªa ocho meses, era un beb¨¦ risue?o y de repente empez¨® a tener convulsiones", recuerda como si fuera hoy mismo su madre, Nieves Conesa, de 58 a?os. Esas convulsiones se tradujeron en un diagn¨®stico de epilepsia y, a diferencia de los casos m¨¢s leves de esta enfermedad, sus repetidas y repentinas crisis no las remedia ning¨²n antiepil¨¦ptico.
La epilepsia es un trastorno provocado por el aumento anormal y excesivo de la actividad el¨¦ctrica de las neuronas. Son crisis s¨²bitas y de corta duraci¨®n durante las cuales se interrumpen las funciones normales del cerebro. El afectado sufre movimientos corporales incontrolados, repetitivos; puede perder el conocimiento y luego no recordar el suceso. Las convulsiones recurrentes pueden tener consecuencias neurobiol¨®gicas, cognitivas, psicol¨®gicas y sociales; depender¨¢ del tipo de s¨ªndrome.
Tres de cada cuatro casos se pueden controlar con f¨¢rmacos
Esta enfermedad parece tan antigua como el hombre. El C¨®digo de Hammurabi (siglo XVIII antes de Cristo) la mencionaba en una forma que ha persistido hasta nuestros d¨ªas: "La epilepsia como un estigma degradante y maligno", explica Carlos Medina Malo en Epilepsia. Aspectos cl¨ªnicos y psicosociales (editorial M¨¦dica Panamericana). Siempre rodeada de misterio y temor, supersticiones y prejuicios, su estigma se ha arrastrado hasta la actualidad, a pesar de los avances m¨¦dicos y de que se ha convertido en una de las enfermedades neurol¨®gicas cr¨®nicas m¨¢s frecuentes: afecta a casi el 1% de la poblaci¨®n de cualquier rango de edad, sobre todo en ambos extremos de la vida. Esta dolencia no es sin¨®nimo de retraso mental o enfermedad psiqui¨¢trica. El 24 de mayo se celebra el D¨ªa Nacional de la Epilepsia.
La Sociedad Espa?ola de Neurolog¨ªa (SEN) calcula que entre 200.000 y 400.000 personas padecen alguno del centenar de s¨ªndromes epil¨¦pticos. Una cifra que aumenta cada a?o con 20.000 nuevos diagn¨®sticos, seg¨²n el estudio Epilive. Este informe indica que el 65% de las primeras crisis epil¨¦pticas es atendido en los servicios de urgencias, lo que se traducir¨ªa en que el tiempo medio transcurrido entre la primera crisis y el diagn¨®stico de la enfermedad se demora hasta un a?o.
La presencia de crisis es lo que determina si una persona es epil¨¦ptica o no. Pero ?c¨®mo se diagnostica? El punto de partida es una detallada historia cl¨ªnica, si es posible con informaci¨®n por parte de testimonios que expliquen c¨®mo son las crisis y pruebas complementarias mediante electroencefalograma (EEG) y t¨¦cnicas de neuroimagen por resonancia magn¨¦tica. Atinar en el diagn¨®stico es m¨¢s dif¨ªcil en ni?os y personas mayores, asegura Jos¨¦ ?ngel Mauri, neur¨®logo y coordinador del Grupo de Epilepsia de la SEN. De hecho, a veces se confunde con las convulsiones provocadas por fiebre alta en un ni?o.
Mucho ha llovido desde la aparici¨®n en 1912 del primer antiepil¨¦ptico, el fenobarbital. En la ¨²ltima d¨¦cada se ha producido un gran avance en el diagn¨®stico y en tratamientos farmacol¨®gicos de la epilepsia, afirma Mauri. Los denominados f¨¢rmacos de segunda generaci¨®n proporcionan mejoras y tambi¨¦n menores efectos secundarios (somnolencia, mareos, problemas de memoria, etc¨¦tera) "y la gen¨¦tica permite mejorar cada vez m¨¢s el diagn¨®stico de las epilepsias hereditarias", a?ade.
Otra buena noticia es que tres de cada cuatro epilepsias se pueden controlar con f¨¢rmacos. El 25% restante es resistente a los medicamentos. Los casos m¨¢s rebeldes, como el de V¨ªctor, se atienden en las unidades hospitalarias de epilepsia. "No s¨®lo tienen como misi¨®n el tratamiento m¨¦dico, sino tambi¨¦n el quir¨²rgico", explica Xavier Salas Puig, responsable de la unidad de epilepsia que est¨¢ formando en el hospital Vall d'Hebron, en Barcelona. La resecci¨®n cerebral s¨®lo est¨¢ indicada en pacientes refractarios a los antiepil¨¦pticos, y tras un exhaustivo estudio para comprobar que la zona afectada est¨¢ claramente delimitada y que la intervenci¨®n no provocar¨¢ secuelas funcionales, a?ade Salas Puig.
Gracias a las mejoras tecnol¨®gicas, los neur¨®logos pudieron determinar el tipo de dolencia que V¨ªctor almacena en las entra?as de su cerebro: es el s¨ªndrome de Dravet, una variante que representa el 3% de las epilepsias que comienzan en el primer a?o de vida. "Nadie en la familia hab¨ªa sufrido epilepsia", relata su madre. Este s¨ªndrome, al igual que el de West -otra epilepsia muy grave- supone retraso mental y la necesidad de recibir educaci¨®n especial. Su f¨ªsico no lo delata, pero el chico aprendi¨® muy tarde a hablar y hoy d¨ªa no sabe leer ni escribir. En el taller ocupacional disfruta como un loco tallando madera, asegura Nieves. V¨ªctor es consciente de que sufre crisis, pero, muy a pesar de la psic¨®loga, no comprende las repercusiones que tienen en su vida cotidiana. "Quiere una moto y un casco negro, tiene necesidades de su edad, pero no entiende que no es posible", dice su madre. La epilepsia provoca altas tasas de morbilidad y las alteraciones m¨¢s frecuentes son fracturas, traumatismo craneal, da?o cerebral y quemaduras. Dejar a V¨ªctor sin vigilancia supone un gran riesgo y no menos sustos. Cuando sus neuronas se irritan, llegan tres o cuatro minutos de convulsiones, rigidez y desconexi¨®n del entorno. La escena m¨¢s terrible la vivieron hace pocos a?os: "Fui un momento a la cocina y al volver al ba?o lo encontr¨¦ con la cabeza sumergida. Por poco se ahoga". Tambi¨¦n debe evitar la fiebre, otro desencadenante de las crisis que en alguna ocasi¨®n le ha llevado hasta un coma de varios d¨ªas. "Nos hubiera gustado tener otro hijo, pero as¨ª es imposible".
Volcada en su hijo y con ataques de ansiedad, Nieves nunca ha tirado la toalla. Ni siquiera tras las interminables carreras a urgencias. Hasta ahora, los f¨¢rmacos s¨®lo le sedan, pero no le curan la causa de su mal. Un par de veces probaron sin ¨¦xito la ingrata dieta cetog¨¦nica (muy rica en grasas y libre de hidratos de carbono): "Era muy dura de preparar y para el chico de seguirla", explica la madre. "Por suerte, ahora llevamos 15 d¨ªas sin ninguna crisis". Eso rebaja la tensi¨®n en la que vive esta mujer, que trabaja en casa de modista para una dise?adora.
Las crisis focales son las m¨¢s comunes y suceden por un desajuste de un grupo de neuronas de alg¨²n l¨®bulo temporal del cerebro: se manifiesta en forma de confusi¨®n y alucinaciones, explica Mauri. Cuando la descarga el¨¦ctrica afecta a ambos hemisferios cerebrales, hablamos de crisis generalizada convulsiva o t¨®nico- cl¨®nica. Son las m¨¢s aparatosas, pues tras una fase de rigidez del cuerpo, el paciente sufre sacudidas y contracciones musculares, puede morderse la lengua, relajar esf¨ªnteres y orinarse, perder el conocimiento y sufrir una posterior amnesia. "Son m¨¢s intensas e incapacitantes y pueden producirse golpes y lesiones por ca¨ªdas", dice Jos¨¦ ?ngel Mauri. En algunas crisis, la desconexi¨®n del entorno s¨®lo es transitoria o produce que se efect¨²en actos repetidos sin finalidad, como abrocharse y desabrocharse los botones.
Existen diversos tipos de epilepsias, y se clasifican en dos grandes grupos: las primarias y las secundarias. En las primarias (en su origen se encuentran trastornos de base gen¨¦tica, pero no se detectan da?os en la estructura cerebral), la excitabilidad exagerada de las neuronas se debe a una alteraci¨®n de su membrana, con cambios bioqu¨ªmicos en los canales de calcio, cloro o amino¨¢cidos de las neuronas. Las epilepsias secundarias corresponden a los procesos en los que se ha producido un da?o cerebral previo, como un traumatismo.
A partir de los 65 a?os aumenta considerablemente el n¨²mero de personas que sufren crisis epil¨¦pticas. En muchos casos, est¨¢n producidas por enfermedades cerebrovasculares, a?ade Mauri. "La secuela de un infarto cerebral puede ser epilepsia". Entre el 10% y el 20% de ictus a estas edades desarrolla epilepsia vascular, apunta su colega Salas Puig.
En reci¨¦n nacidos y primeras edades, las causas pueden ser malformaciones cerebrales, trastornos hereditarios y del metabolismo. En cambio, en las edades intermedias acostumbra a aparecer por traumatismos craneales y, muy raramente, por tumores cerebrales. A Jos¨¦ Antonio Sanjurjo, de 44 a?os, le apareci¨® la epilepsia hace unos seis a?os, tras un accidente de moto. "Me daban muchas convulsiones, pero no muy fuertes, duraban poco tiempo y, al menos, no me mord¨ªa la lengua". "El primer antiepil¨¦ptico no iba bien a mi cuerpo, y como tomaba alcohol, cada dos por tres estaba en el hospital", dice. Su situaci¨®n empeor¨® tras recibir "una paliza una noche de juerga", tras la cual entr¨® en coma.
Desde entonces, este hombre ya no es el mismo, aunque con la ¨²ltima medicaci¨®n las crisis han desparecido. Ha conseguido volver a una vida m¨¢s o menos normal, trabajar y ser m¨¢s consciente: "S¨®lo me privo de trasnochar y de las discotecas porque las luces me afectan, y tampoco bebo ya alcohol". Una mejora en la que ha tenido un papel importante, reconoce, la Asociaci¨®n Amigos del Epil¨¦ptico, "una de las m¨¢s activas" y a la cual pertenece. "Me ha ayudado mucho", reconoce.
?Qu¨¦ hacer ante un episodio?
Mantener la calma.
Asegurarse de que el enfermo pueda respirar.
No introducir objetos en la boca para evitar que se trague la lengua.
No intentar sujetarlo para controlar las convulsiones.
Si la crisis dura m¨¢s de 10 minutos, trasladarlo al hospital.
Para saber m¨¢s
Webs
info-epilepsia.es/index_archivos/Page2426.htm
www.todosobreepilepsia.com
Asociaciones Federaci¨®n Espa?ola de Epilepsia
www.federacionepilepsia.org
Asociaci¨®n de Amigos del Epil¨¦ptico de Badalona
www.amigosepilepticos.org
Libros
Convivir con la epilepsia
Natalio Fejerman y Roberto Caraballo.
Editorial M¨¦dica Panamericana. 16 euros.
Se puede comprar en www.medicapanamericana.com y en www.casadellibro.com. Es un libro dirigido a pacientes y familiares para sacar de las sombras verdades y errores conceptuales relacionados con las epilepsias.
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