El cromosoma Y de humanos y chimpanc¨¦s difiere en un 30%
La gran diferencia indica que el mecanismo gen¨¦tico masculino ha evolucionado mucho en los ¨²ltimos seis millones de a?os
En 2003 se complet¨® la secuencia gen¨¦tica del cromosoma Y humano, el que determina el sexo masculino, pero hasta ahora no se hab¨ªa hecho lo propio con el del chimpanc¨¦, la especie m¨¢s pr¨®xima evolutivamente a la humana. La comparaci¨®n de ambos cromosomas Y ha sorprendido a los cient¨ªficos, porque sus regiones espec¨ªficamente masculinas (alrededor del 95% del total) son notablemente distintas, tanto en su estructura como en los genes que contienen. Mientras que el genoma completo de ambas especies coincide en un 98,8%, el del cromosoma Y difiere en m¨¢s de un 30%. Adem¨¢s, en el del chimpanc¨¦ hay muchos menos genes que en el del ser humano, tanto porque ha perdido genes respecto al ancestro com¨²n como porque el humano los ha ganado.
Dado que ambas especies se separaron hace seis millones de a?os, este resultado indica que ha habido una evoluci¨®n muy r¨¢pida en el cromosoma Y humano, explican en la revista Nature los cient¨ªficos, liderados por David C. Page, del Instituto Whitehead del MIT (EE UU). Entre los factores que han contribuido a esta "extraordinaria divergencia", se?alan los autores, est¨¢n el papel predominante de esta regi¨®n del cromosoma en la producci¨®n del esperma, las diferencias en el comportamiento sexual de ambas especies (en el chimpanc¨¦ varios machos copulan con la misma hembra en un mismo ciclo ovulatorio, por que el esperma funciona en un marco de competencia) y diferentes mecanismos de recombinaci¨®n.
El cromosoma Y, foco de atenci¨®n especial desde su descubrimiento, ha resultado ser muy especial, tanto en su comportamiento gen¨¦tico como en sus caracter¨ªsticas gen¨®micas. Los dos cromosomas sexuales, el X y el Y, se originaron hace centenares de millones de a?os, a partir de un cromosoma ancestral no sexual, durante la evoluci¨®n de los distintos sexos en los seres vivos. En la actualidad, la secuencia de pares de bases del Y es tres veces m¨¢s corta que la del X. Por eso se ha supuesto que es un cromosoma degenerado, que ha ido perdiendo la carga gen¨¦tica no relacionada con la determinaci¨®n sexual y que en el futuro podr¨ªa incluso llegar a desaparecer.
Su secuenciaci¨®n en 2003 demostr¨®, sin embargo, que es muy complejo y que se renueva constantemente. El nuevo estudio remacha la insuficiencia de las teor¨ªas de degeneraci¨®n decelerada.
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