Las peluquer¨ªas chinas de Barcelona se unen para acabar con el 'final feliz'
La polic¨ªa constata que las sanciones han contribuido a reducir esta pr¨¢ctica
Las peluquer¨ªas chinas que ofrecen de forma clandestina el final feliz -una masturbaci¨®n por unos 10 euros-, se han reducido estos ¨²ltimos meses en Catalu?a, en especial tras la creaci¨®n de la Asociaci¨®n Artesana China de Salones de Belleza de Catalu?a, que trata de regular la actividad de los centros que ofrecen servicios de peluquer¨ªa y masaje.
La presidenta de la asociaci¨®n, Shang Mei Wang, explica que se constituyeron el 2 de marzo y que tienen a m¨¢s de 50 peluquer¨ªas y centros de masaje catalanes asociados, la mayor¨ªa en Barcelona. Antes de su creaci¨®n, mantuvo numerosas reuniones con los comercios para informarles de las reglas que deben cumplir, y finalmente redactaron un c¨®digo.
A partir de ahora, si tienen conocimiento de que alguna de las empresas asociadas incumple con estas normas, e incurre en alguna actividad ilegal, la denuncian, aunque, seg¨²n Shang Mei Wang, por el momento no se ha dado el caso.
La polic¨ªa asegura que muchas de las peluquer¨ªas con 'final feliz' ya no ofrecen este servicio gracias a las denuncias, a la apertura de expedientes sancionadores, y al trabajo de la asociaci¨®n. Aunque de todas maneras, la polic¨ªa no descarta que aun existan locales que ofrezcan esta pr¨¢ctica.
La presidenta admiti¨® que la culpa de estas actividades ilegales a veces recae en el propio due?o de la peluquer¨ªa o en la masajista, pero que en muchas ocasiones se encuentran con alg¨²n cliente de masajes que despu¨¦s "quiere m¨¢s", y que se enfada si la trabajadora no acepta sus peticiones y se va sin pagar. Cuando alg¨²n cliente le pregunta por el 'final feliz', Shang Mei Wang les contesta, seg¨²n ella misma relata, que el masaje es bueno para la salud "y eso ya te hace feliz".
Las peluquer¨ªas chinas han tenido un "crecimiento muy r¨¢pido" en los ¨²ltimos a?os. Se extendieron en 2009, especialmente en el distrito del Eixample, alrededor del ¨¢rea conocida como Chinatown. Esto cre¨® susceptibilidad entre los vecinos y otras peluquer¨ªas, que denunciaron pr¨¢cticas ilegales en algunos de estos centros.
Shang Mei Wang destaca que la comunidad china es 'muy trabajadora' y que las peluquer¨ªas se han extendido porque funcionan. A pesar de la crisis econ¨®mica, que tambi¨¦n les afecta, est¨¢n aguantando bien. La mayor¨ªa de sus clientes -un 90%- son inmigrantes, aunque la comunidad china es una minor¨ªa de ellos, y tambi¨¦n tienen clientela espa?ola. Shang Mei Wang, regenta un centro de masaje y peluquer¨ªa en la calle Sep¨²lveda de Barcelona desde hace dos a?os. Seg¨²n ella, se mantiene a pesar de la crisis ya que conoce a mucha gente y tiene una clientela fija. A sus masajistas les exige seriedad y es muy estricta para evitar que puedan producirse irregularidades en el negocio.
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