Un cardenal felicit¨® en 2001 a un obispo por ocultar un caso de pederastia
"Estoy encantado de tener un compa?ero que habr¨ªa preferido la c¨¢rcel antes que denunciar a un sacerdote", dec¨ªa en una carta el colombiano Dar¨ªo Castrill¨®n
El cardenal colombiano Dar¨ªo Castrill¨®n mand¨® en 2001, cuando ocupaba el cargo de prefecto de la Sagrada Congregacion del Clero, una carta a un obispo franc¨¦s en la que le felicitaba por no haber denunciado ante las autoridades civiles a uno de los curas de su di¨®cesis, que supuestamente hab¨ªa abusado sexualmente de menores, ha informado el Vaticano.
La Santa Sede asegura que la forma de actuar de Castrill¨®n ante el presunto caso de pederastia no representa la l¨ªnea oficial de la Iglesia cat¨®lica frente al problema.
La Sagrada Congregaci¨®n del Clero, de la que Castrill¨®n era prefecto cuando envi¨® la misiva hace ahora nueve a?os, es un organismo vaticano encargado de supervisar los asuntos relacionados con los sacerdotes y di¨¢conos que no pertenecen a una orden religiosa.
"Os felicito por no haber denunciado a un sacerdote a la administraci¨®n civil. Lo has hecho bien y estoy encantado de tener un compa?ero en el episcopado que, a los ojos de la historia y de todos los obispos del mundo, habr¨ªa preferido la c¨¢rcel antes que denunciar a su hijo sacerdote", afirmaba en la carta Castrill¨®n, de 81 a?os.
Seg¨²n el Vaticano, lo expuesto en la misiva "demuestra lo necesaria que era la unificaci¨®n de todos los casos de abusos sexuales bajo la competencia unitaria y rigurosa de la Congregaci¨®n para la Doctrina de la Fe (el organismo vaticano encargado, entre otras funciones, de la displina interna de los sacerdotes)".
Ayer, en una misa en el Vaticano, Joseph Ratzinger habl¨® de los retos que afronta el cristianismo ante el esc¨¢ndalo de los abusos sexuales y dijo que es preciso hacer penitencia para purificarse y renovarse. "Los cristianos, en los ¨²ltimos tiempos, hemos evitado a menudo la palabra penitencia, que nos parec¨ªa demasiado dura", se?al¨®. "Ahora, bajo los ataques del mundo que nos hablan de nuestros pecados, vemos que poder hacer penitencia es una gracia, y vemos que es necesario hacer penitencia, es decir, reconocer lo que hay de equivocado en nuestra vida", agreg¨®.
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