BP se enfrenta a su propia falta de preparaci¨®n ante los vertidos

Exenta por el Gobierno de Estados Unidos de disponer de un plan de emergencia espec¨ªfico para actuar en caso de que ocurriera un vertido en el yacimiento que explotaba, la petrolera BP se enfrenta ahora a su propia falta de preparaci¨®n ante una de las mayores mareas de crudo que ha vivido el golfo de M¨¦xico . Ha fallado su primer intento de cubrir con una campana una de las dos fisuras que quedan abiertas en el lecho marino. No hay m¨¢s plan a corto plazo que construir otra campana, m¨¢s reducida, y verter lodo y cemento sobre la v¨¢lvula de seguridad que no funcion¨® cuando ocurri¨® el accidente, por si en esta ocasi¨®n hay m¨¢s suerte.

El Gobierno de Luisiana, potencialmente el m¨¢s afectado por el vertido, exige medidas a corto plazo, como construir una barrera que proteja los arrecifes de sus costas. La petrolera, de momento, dice estar abierta "a cualquier propuesta de las autoridades", seg¨²n su portavoz, John Curry. Pero no aclara si tiene intenci¨®n de tomar otras medidas urgentes que eviten un desastre ecol¨®gico y comercial en el delta del Misisipi. En el plan de exploraci¨®n del yacimiento, que present¨® ante el Gobierno federal a principios del a?o pasado, aseguraba ser capaz de lidiar hasta con un vertido de hasta 613.000 litros de crudo diarios. Seg¨²n las ¨²ltimas estimaciones de Associated Press, el vertido actual supera ya los 757.000 por jornada.

En caso de un accidente, los t¨¦cnicos de BP aseguraron en aquel plan de exploraci¨®n: "Es poco probable que las actividades propuestas provoquen un vertido de crudo en la superficie o bajo ella. Si ese vertido fuera a ocurrir en aguas abiertas cercanas a bancos adultos de peces escamados o mariscos, los efectos ser¨ªan subletales y el alcance de sus da?os se reducir¨ªa por la capacidad de los peces y mariscos adultos de evitar vertidos, metabolizar hidrocarburos y excretar metabolitos y compuestos originales". Es decir: la fauna sabr¨ªa enfrentarse al vertido por s¨ª misma.

Frases como esas, le bastaron al Gobierno federal hace un a?o. El presidente Barack Obama acababa de tomar posesi¨®n de su cargo y hab¨ªa heredado un Departamento del Interior que, durante los a?os de George Bush, hab¨ªa decidido facilitarle el trabajo a las petroleras en las exploraciones del Golfo, hasta el punto de no exigir a muchas medidas de seguridad b¨¢sicas, como planes alternativos de sellado de una fuga o estrategias de respuesta ante explosiones y dem¨¢s accidentes similares.

Hace dos a?os, la Agencia de Gesti¨®n Minera, dependiente de Interior, cambi¨® sus normas, y decidi¨® dejar de pedir planes de emergencias a diversas perforaciones del Golfo. As¨ª ocurri¨® en el caso de la plataforma Deepwater Horizon, que el a?o pasado comenz¨® a explorar el yacimiento conocido como Mississippi Canyon Area, a 80 kil¨®metros al sureste de las costas de Luisiana. En el documento de exploraci¨®n de febrero de 2009, BP as¨ª lo admite: "No se requiere en este plan de exploraci¨®n una estrategia de acci¨®n frente a un posible vertido del yacimiento del que BP espera obtener el mayor volumen de hidrocarbonos". La petrolera, seg¨²n confirm¨® ayer un portavoz, ten¨ªa un manual gen¨¦rico de acci¨®n en la zona, que rige sobre todas sus perforaciones en el Golfo.

En este momento, BP espera construir una campana de un tama?o menor a la que intent¨® colocar el s¨¢bado sobre una de las dos fugas abiertas. Entonces, la presi¨®n marina y la temperatura facilitaron la creaci¨®n de unos cristales sobre la apertura superior de la estructura, de 12 metros de altura y 78 toneladas de peso. "Ahora estamos intentando construir una versi¨®n reducida", explica el portavoz, John Curry. "Creemos que con un menor tama?o evitaremos el problema de la obturaci¨®n. Podr¨ªa estar lista en dos d¨ªas".

Lo que los expertos consideran la soluci¨®n m¨¢s adecuada a¨²n tardar¨¢ en llegar tres meses: se trata de la perforaci¨®n, bajo el lecho marino, de un conducto paralelo a la tuber¨ªa por la que emana el crudo, desde su yacimiento a 7 kil¨®metros de profundidad. Con ese conducto, esperan interceptar la fuga original e inyectarle cemento, para sellarla definitivamente.