Divisi¨®n de opiniones entre los astronautas del Apolo sobre el futuro espacial de EE UU
Russell Schweickart defiende el plan de Obama de viajar a un asteroide, mientras que Neil Armstrong opta por el programa anterior de la NASA
"En lugar de encaminarnos hacia el objetivo que todos buscamos, es decir, recuperar nuestra posici¨®n de liderazgo en la exploraci¨®n espacial humana, tenemos que reconocer que vamos de camino a ninguna parte", afirma el veterano astronauta del programa Apolo Russell Schweickart en una carta enviada al Senado estadounidense. "Cuando uno est¨¢ en un agujero, lo primero es dejar de cavar", dice. Se refiere al programa Constellation, de la NASAque deber¨ªa desembocar en el regreso a la Luna en alg¨²n momento de la pr¨®xima d¨¦cada. Por contra, Scheweickart es partidario del plan enunciado por el presidente Barack Obama de enviar astronautas a un asteroide y a Marte, cancelando el Constellation y traspasando a las empresas privadas las actividades de vuelo a ¨®rbitas bajas.
Precisamente contrario a esta medida y defendiendo el regreso a la Luna cuanto antes se ha declarado en los ¨²ltimos meses el m¨¢s hist¨®rico de los hombres del Apolo, Neil Armstrong. Su compa?ero Buzz Andrin, sin embargo, defiende el plan de Obama, con una postura m¨¢s pr¨®xima a Schweickart. Otros dos veteranos, el ¨²ltimo hombre que pis¨® la Luna, Eugene Cernan, y el comandante del Apolo 13, Jim Lovell, se han alineado con Armstrong. Esta ins¨®lita divisi¨®n de opiniones entre los hombres que cosecharon m¨¢s gloria en el programa espacial estadounidense, manifestada en cartas abiertas y en declaraciones en el Senado, ilustra hasta qu¨¦ punto es controvertida la decisi¨®n de Obama.
"?Por qu¨¦ deber¨ªamos dedicar unos incre¨ªbles recursos y esfuerzos al regreso a la Luna en lugar de dedicarlos a un objetivo y reto nuevo?", se pregunta Schweickart. "Nadie est¨¢ satisfecho con el hecho de haber avanzado tanto en el camino del programa Constellation antes de darnos cuenta de la profundidad del agujero en que nos hemos metido". Este astronauta y piloto del m¨®dulo lunar, desde hace a?os interesado en el seguimiento de asteroides y cuerpos celestes que suponen un potencial peligro para la Tierra, defiende que viajar a uno de esos objetos costar¨ªa menos dinero que regresar a la superficie lunar, informa Spacecom. "Este es, por tanto, un objetivo l¨®gico, imaginativo y nuevo, un paso natural en el desarrollo de las capacidades para la exploraci¨®n humana de Marte. Adem¨¢s, ser¨ªa fuerte el inter¨¦s y el apoyo p¨²blicos por la exploraci¨®n realizada por astronautas estadounidenses de un asteroide, un mundo nuevo y diferente".
Schweickart ha presentado su posici¨®n y argumentos, apoyando los cambios que Obama ha propuesto para el programa espacial, en una carta dirigida al senador John Rockefeller, que preside el Comit¨¦ del Senado de Comercio, Ciencia y Transporte. Armstrong y Cernan han declarado ya ante dicho comit¨¦ criticando la cancelaci¨®n del Constellation, programa en el que se han invertido ya 9.000 millones de d¨®lares (7.290 millones de euros) y en el que se ha hecho ya incluso un ensayo del cohete ligero Ares I. En su propuesta presupuestaria, Obama cancela ese programa puesto en marcha bajo la presidencia de George Bush, que contempla desarrollar dos cohetes (el Ares I y el Ares V), as¨ª como una c¨¢psula para llevar a los astronautas a la Estaci¨®n Espacial Internacional (ISS). El desarrollo posterior del Constellation deber¨ªa llevar a los astronautas de nuevo a la Luna en la pr¨®xima d¨¦cada. Obama, sin embargo, haciendo caso al informe elaborado por la comisi¨®n independiente presidida por Norman Augustine, opta por pasar esta responsabilidad de viajes a la ISS a las compa?¨ªas privadas, para que la NASA dise?e un plan m¨¢s ambicioso y novedoso.
Para Armstrong, es muy preocupante el vac¨ªo que sufrir¨¢ la NASA entre la jubilaci¨®n de los actuales transbordadores (este mismo a?o) y los nuevos medios de transporte espacial privados, advirtiendo que el hueco que deje el liderazgo estadounidense lo ocupar¨¢ enseguida otro pa¨ªs. La cancelaci¨®n del Constellation es una medida "devastadora" para el esfuerzo espacial de EEUU que conducir¨¢ al pa¨ªs a "un largo descenso hacia la mediocridad", escribi¨® el primer hombre que pis¨® la Luna, junto con Cernan y Lovell, en una carta abierta el mes pasado. Sin embargo, el mismo plan Constellation deja ese hueco sin veh¨ªculo propio de los astronautas estadounidenses durante cinco o seis a?os, dado que el ¨²ltimo transbordador ser¨¢ lanzado el pr¨®ximo diciembre y el Ares I no estar¨ªa listo hasta 2015 o 2016. Los cohetes privados pueden volar antes, pero la NASA a¨²n no ha adjudicado a las empresas el desarrollo de las nuevas c¨¢psulas tripuladas.
"La NASA debe, como se ha propuesto en el nuevo programa espacial, continuar ayudando e impulsando a las empresas estadounidenses para que alcancen las prestaciones y los requisitos de seguridad inherentes a los vuelos tanto de personas como de cargas a ¨®rbitas bajas sin absorber toda la financiaci¨®n. Este esfuerzo en cooperaci¨®n reducir¨ªa el hueco existente [los cinco a?os sin naves espaciales para los astronautas] y generar¨ªa nuevas capacidades industriales, repletas de innovaci¨®n y creaci¨®n de empleo", dice Schweickart. "Por supuesto es arriesgado, toda actividad espacial lo es. Pero aceptar sabiamente el reto y gestionarlo nos conducir¨¢ en ¨²ltima instancia hacia nuevas capacidades de negocio en EE UU que ser¨¢n la envidia del mundo. La alternativa para la NASA es continuar derivando su precioso capital humano y econ¨®mico hacia un servicio de transporte que es un reto pero que se conoce bien ya, en lugar de avanzar como pionera hacia tecnolog¨ªas nuevas y m¨¢s avanzadas", informa Spacecom.
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