Los ministros de la UE apoyan la propuesta espa?ola para restringir el turismo sanitario

Los responsables de Sanidad de la Uni¨®n Europea han respaldado hoy en Luxemburgo la propuesta espa?ola para la prestaci¨®n sanitaria transfronteriza. El texto establece como regla general que el pa¨ªs de residencia del paciente ser¨¢ el que costee su tratamiento. No obstante, si decide volver a su pa¨ªs natal -o a aquel en el que est¨¢ afiliado a la Seguridad Social- para tratarse, ser¨¢ este ¨²ltimo el que se har¨¢ cargo del coste de la prestaci¨®n, aunque el paciente tenga su domicilio en otro.

Espa?a lider¨® a finales del a?o pasado el bloqueo de la propuesta de Suecia, anterior presidenta de turno de la Uni¨®n, que se?alaba que, en los casos en que un residente en el extranjero vuelve a su pa¨ªs (por ejemplo, un ingl¨¦s afincado en Espa?a que cuando enferma decide regresar a Reino Unido), deb¨ªa pagar la factura el pa¨ªs de residencia (Espa?a, en este caso). En Espa?a, el principal grupo de residentes extranjeros son los jubilados, y Espa?a defendi¨® que lo l¨®gico era que pagara su tratamiento el pa¨ªs en el que hab¨ªan cotizado toda su vida. La propuesta sueca, apoyada por Reino Unido, hubiera supuesto un coste adicional para el sistema sanitario espa?ol de unos 2.000 millones de euros anuales, seg¨²n estimaciones del Ministerio de Sanidad.

Adem¨¢s, si un ciudadano de un pa¨ªs que reside en otro quiere ser tratado a costa de la sanidad p¨²blica en un tercero (por ejemplo, un jubilado ingl¨¦s afincado en Espa?a que quiera que lo vea un hospital italiano), lo primero que tiene que conseguir es que su m¨¦dico espa?ol le autorice el traslado. Luego, el centro receptor debe tener una calidad garantizada por el Gobierno (el italiano en este ejemplo). Y aunque cumpla estos requisitos no podr¨¢ ser ingresado en un hospital ni someterse a una terapia experimental o que sea muy complicada.

Con ello se cierra pr¨¢cticamente del todo el ¨²ltimo resquicio que quedaba para quien no quer¨ªa recibir atenci¨®n en su pa¨ªs de origen o en el que resid¨ªa. En marzo pasado, la ministra espa?ola de Sanidad, Trinidad Jim¨¦nez, dijo que en la pr¨¢ctica "no se dan este tipo de situaciones", pero admiti¨® que no hab¨ªa m¨¢s remedio que acotar todos los casos.

La propuesta no afecta a los ciudadanos de un pa¨ªs de la UE que tienen su residencia en otro. Este supuesto es, con diferencia, el m¨¢s numeroso en Espa?a (el padr¨®n de 2009 recoge 2,3 millones de residentes en Espa?a con nacionalidad de los otros pa¨ªses de la UE). Espa?a recibe de los pa¨ªses de origen de estas personas una cantidad mensual por cada una (300 euros), independientemente de que usen los servicios sanitarios o no. Esto supone unos 3.600 euros anuales por persona. El balance es beneficioso para el Estado espa?ol, ya que el gasto medio en sanidad est¨¢ alrededor de 1.500 euros. Tampoco incluye a los turistas que tienen un accidente, ya que en ese caso se les atiende y la factura hospitalaria se cobra al pa¨ªs de origen. Es lo mismo que sucede en el caso contrario, que un espa?ol sufra un accidente en otro pa¨ªs de la UE.