Un estudio destaca la abundancia del mosquito de la malaria en el delta del Ebro
El riesgo de reaparici¨®n del paludismo en la zona es "pr¨¢cticamente nulo" por los controles sanitarios y la ausencia del par¨¢sito que transmite el insecto
Encontrar un tipo de mosquito con gran capacidad de transmitir malaria, el anopheles atroparvus, en el delta del Ebro, donde la enfermedad ha sido end¨¦mica hasta 1955, entra dentro de lo previsible. Cuesti¨®n distinta es que las poblaciones detectadas sean mucho m¨¢s numerosas de lo que los investigadores esperaban, que se muestren activas desde junio a octubre (un mes antes y uno despu¨¦s a lo que era habitual) y que sea la especie m¨¢s abundante en la zona. A pesar de ello, el riesgo de reaparici¨®n de la enfermedad es pr¨¢cticamente nulo porque el par¨¢sito que transmite la enfermedad a trav¨¦s del insecto se ha erradicado en Espa?a y los controles sanitarios pr¨¢cticamente impiden una expansi¨®n del paludismo a partir de casos importados.
Estas son algunas de las conclusiones que han presentado hoy responsables espa?oles del proyecto europeo Eden, que a lo largo de cinco a?os ha estudiado el papel de la acci¨®n del hombre (incluido el calentamiento global) en la aparici¨®n y evoluci¨®n de las enfermedades infecciosas a partir de seis casos (malaria, leishmaniasis, virus del Nilo occidental, enfermedades causadas por garrapatas, viriosis de origen de roedores y la fiebre del valle del Rif). El estudio ha arrojado una sorpresa m¨¢s: no es el cambio clim¨¢tico el principal agente en la reaparici¨®n o extensi¨®n de las infecciones, sino otras acciones del hombre (pobreza, h¨¢bitos higi¨¦nicos, servicios sanitarios eficaces, inmigraci¨®n, facilidad de comunicaciones...).
El an¨¢lisis ha sido extraordinariamente ambicioso. La Uni¨®n Europea ha destinado 11,5 millones de euros para que 48 grupos de investigaci¨®n de 24 pa¨ªses estudiaran los factores sociales, econ¨®micos y medioambientales que favorecen el contagio de estas enfermedades. Hoy se han presentado los resultados de la malaria, cuyo estudio se ha centrado en el sur de Europa y que ha dirigido la unidad de parasitolog¨ªa de la Facultad de Farmacia de la Universitat de Val¨¨ncia, liderada por Mar¨ªa Dolores Bargues.
Para determinar el riesgo de reaparici¨®n de la malaria en Espa?a (la enfermedad se dio por erradicada en 1964) se estudiaron los casos del Delta del Ebro y L'Albufera de Valencia. En el caso del parque natural de Tarragona, a pesar de la abundancia de mosquitos anopheles atroparvus, la conclusi¨®n es que la posibilidad de que el paludismo reaparezca es muy remota.
Ello se debe a distintos factores. Por un lado, por la efectividad del sistema sanitario espa?ol, capaz de detectar y aislar a cualquier paciente que sufriera la enfermedad. De esta forma, se evitar¨ªa la posibilidad de que el paciente pudiera ser una fuente de contagio y transmitiera, a partir de una picadura de mosquito, el par¨¢sito a otras personas. Pero en el remoto caso de que alguno de estos mosquitos picara a una persona infectada (deber¨ªa estar al aire libre en zonas con abundancia de insectos, entre los meses de julio y agosto, durante la fase en la que el enfermo es transmisor del par¨¢sito) tampoco est¨¢ claro que el mosquito fuera un vector eficaz de transmisi¨®n. Las cepas de plasmodium europeas (los par¨¢sitos existentes hasta la erradicaci¨®n en Espa?a, en 1964) estaban adaptadas al medio y a los hu¨¦spedes locales, los mosquitos anopheles atroparvus o los melanoon. Los casos m¨¢s habituales de malarias importados a Espa?a son de otro tipo de par¨¢sito con unas caracter¨ªsticas diferentes al extinto plasmodium europeo, por lo que dif¨ªcilmente podr¨ªan sobrevivir y adaptarse a los mosquitos locales.
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