"Uno s¨®lo puede entender por qu¨¦ la gente hace las cosas que hace si entiende su historia"
La periodista argentina Leila Guerriero ha obtenido el premio Nuevo periodismo Cemex+FNPI por una cr¨®nica sobre el Equipo Argentino de Antropolog¨ªa Forense
Leila Guerriero (Jun¨ªn, 1967) lleg¨® al periodismo casi de casualidad y lo hizo para contar historias. Historias de personajes secundarios, como los mineros argentinos que fueron los ¨²nicos sentenciados culpables por su propia muerte, el gigante que pas¨® de la NBA, la lucha libre y compartir escenas con Pamela Anderson al ostracismo, enfermo y sin poder andar, o la mujer que decidi¨® aderezar el t¨¦ de sus tres amigas con cianuro. El pasado 6 de julio, la periodista argentina obtuvo el premio Nuevo periodismo Cemex y La Fundaci¨®n Nuevo Periodismo Iberoamericano (que preside Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez) por una cr¨®nica sobre el Equipo Argentino de Antropolog¨ªa Forense. En este caso los secundarios eran las v¨ªctimas de la dictadura argentina que, gracias a estos antrop¨®logos, recuperaron su identidad.
"Me cost¨® mucho escribir esta cr¨®nica, tener distancia, estaba muy involucrada" reconoce Guerriero en conversaci¨®n telef¨®nica desde Buenos Aires y confiesa que este premio -el primero que recibe- le ha sabido a¨²n mejor por tratarse precisamente de este tema. Y es que El rastro en el hueso, publicado en la revista colombiana Gatopardo -y previamente en una versi¨®n m¨¢s corta en EPS- , no es s¨®lo la historia de los antrop¨®logos forenses del equipo, es tambi¨¦n la historia de la miles de desapariciones forzosas de la dictadura de Videla.
Pregunta: ?Por qu¨¦ se plante¨® hacer una cr¨®nica sobre el Equipo Argentino de Antropolog¨ªa Forense?
Respuesta: Siempre me hab¨ªa llamado mucho la atenci¨®n el hecho de que se hubieran mantenido juntos tantos a?os, que hubieran empezado tan j¨®venes y que mantuvieran siempre una coherencia, no siempre f¨¢cil. Y me result¨® significativo el que el grupo estuviese al servicio de una investigaci¨®n muy concreta que restitu¨ªa algo muy abstracto: la identidad de unos huesos. Me interesaba contar la historia del equipo y sab¨ªa que a trav¨¦s de ella se iba a contar la historia feroz de un pa¨ªs, de una dictadura, etc.
P: En esta cr¨®nica, ?cu¨¢l ha sido el entrevistado que m¨¢s le ha marcado?
R: Algunas cosas que me dijeron los antrop¨®logos no las voy a olvidar nunca. A Carlos Somigliana -Maco- le pregunt¨¦ si ese trabajo ten¨ªa alguna parte mala. Me dijo que s¨ª, que a veces uno restituye unos restos despu¨¦s de much¨ªsimos a?os a una familia que ya pas¨® por ese dolor y cuando llegan ellos con esta noticia abren una herida que ya hab¨ªa empezado a cicatrizar. Maco me dijo en ese momento que eso demostraba que no hab¨ªa nada bueno sin malo y que, lo que era m¨¢s perturbador, no hay nada malo sin bueno.
P: En El rastro de los huesos ahonda sobre c¨®mo los antrop¨®logos dan la noticia de las identificaciones a los familiares y los efectos que esto produce. ?C¨®mo afronta usted esos momentos tan delicados en los que pregunta sobre temas cruciales?
R: No tengo prisa. Si tengo que encontrarme cuatro o cinco veces con una persona hasta llegar a ese punto no me apresuro porque s¨¦ que voy a volver muchas veces. Trato de que la conversaci¨®n no sea entre un periodista interrogador y una persona que se deja entrevistar sino una charla entre una persona que tiene una historia que contar y otra que est¨¢ intentando entenderla. Cuando el otro ve que est¨¢s tratando de entender, el abordaje del tema se vuelve mucho m¨¢s f¨¢cil porque percibe el inter¨¦s verdadero y no morboso.
P: ?C¨®mo conjuga la exploraci¨®n de la dimensi¨®n psicol¨®gica de los entrevistados con la objetividad que debe tener una cr¨®nica period¨ªstica?
R: Creo que uno no tiene que mirar la realidad por el ojo de una cerradura y s¨®lo puede entender por qu¨¦ la gente hace las cosas que hace si entiende su historia, sus motivaciones. Eso me permite conocer lo bastante para poder seleccionar entre todo el material y conseguir ser objetiva. Me parece que es una forma de transmitirle la emoci¨®n al lector de una manera m¨¢s retirada y sutil, que produce m¨¢s impacto que todas esas frases rimbombantes que hablan de cosas terribles.
P: ?Es la realidad m¨¢s interesante que la ficci¨®n?
R: Para m¨ª s¨ª pero para escribirla. Disfruto escribiendo historias reales, sin embargo soy una consumidora mucho m¨¢s empedernida de ficci¨®n que de periodismo. A la ficci¨®n voy much¨ªsimo a buscar t¨¦cnicas, herramientas para escribir lo que escribo.
P: Cuando descubre una historia que quiere contar ?C¨®mo se acerca a ella y a sus protagonistas?
R: Lo primero que hago es contar a la persona qu¨¦ es lo que quiero hacer y despu¨¦s dejar claro que la historia me interesa y que no vamos a poder resolverla en dos d¨ªas, que voy a necesitar un cierto acceso. Siempre me preocupo mucho de plantearles que no van a necesitar hacer nada especial, s¨®lo esperar¨ªa que me permitieran acompa?arlos a hacer cosas que tengan que ver con su vida, con el reflejo de lo que son.
P: ?C¨®mo aprendi¨® a mirar y a ver esos detalles que le llevar¨¢n a una futura cr¨®nica?
R: Me parece m¨¢s bien que es un instinto, una curiosidad natural y un ejercicio que se va desarrollando a lo largo de los a?os. Es una mezcla de intuici¨®n y un gusto particular por un tipo de historia. Uno se nutre mucho, en su propia forma de mirar, de ver como miraron otros y eso se aprende leyendo y leyendo con cierta intenci¨®n.
P: ?De qui¨¦n se ha nutrido usted?
R: De muchos, creo que una de las personas que m¨¢s me ha influenciado es Mart¨ªn Caparr¨®s y una autora como Susana Orlean que tiene una mirada muy sutil y muy sofisticada que me interesa much¨ªsimo. Adem¨¢s el tono de la voz segura y autorizada de Rodolfo Walsh, que fue uno de los desaparecidos de la dictadura, tambi¨¦n me ha influido much¨ªsimo. Y muchos otros pero ellos son un poco mis maestros absolutos.
P: ?Cu¨¢l es su mayor miedo como periodista?
R: Cuando me siento a escribir de lo que huyo es del lugar com¨²n, la no?er¨ªa, aburrir al lector, pero sobre todo del lugar com¨²n porque implica una mirada poco interesante, ingenua, poco contrastada. Y pienso mucho en que el tono, el lenguaje narrativo, sea acorde con el tema que cuenta. El periodismo narrativo en el fondo es eso, es la uni¨®n de lo que cuentas con como lo cuentas de una forma tan fuerte que no puedes disociar una cosa de la otra.
P: ?C¨®mo ve la situaci¨®n del periodismo latinoamericano actual?
R: Creo que se sigue moviendo en la misma paradoja desde hace tiempo: hay much¨ªsima gente interesada en escribir y se habla mucho de la cr¨®nica y del periodismo narrativo pero hay poco lugares donde hacerlo y se ha ido metiendo m¨¢s en los libros que en las revistas. Aunque actualmente hay revisitas como SoHo, El Malpensante, Gatopardo, Marcapasos, Paula que propician este tipo de periodismo. Hay tambi¨¦n una secci¨®n en el diario La Naci¨®n que se llama Historias con nombre y apellidos que es una cr¨®nica de unos 20.000 caracteres que se publica todos los s¨¢bados y que tiene un enorme ¨¦xito de lectores pero sigue siendo poco el espacio que hay para el periodismo narrativo.
P: ?Cree que el futuro del periodismo pasa por el tiempo, por las historias, por la gente?
R: El periodismo narrativo creo que va a terminar marcando la diferencia con el periodismo apurado del diario. Una noticia se convierte cada vez m¨¢s r¨¢pido en una noticia vieja y a trav¨¦s de estas historias m¨¢s reposadas lo que se puede aspirar es a tener un entendimiento m¨¢s profundo, no puedes contar esta historia en 140 caracteres en Twitter. As¨ª que no s¨¦ si el futuro pasa por aqu¨ª pero creo que va a seguir siendo un tipo de periodismo necesario, m¨¢s all¨¢ del formato en el que se consuma o se produzca.
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