Apostar por la propia nota
Un casino electr¨®nico permite a estudiantes de la universidades de Nueva York y Pensilvania apostar por las notas que van a sacar.- El sistema se expande por otros 30 centros superiores de EE UU
M¨¢s nota saca el estudiante sobre el objetivo que se marca, m¨¢s dinero gana. Pero si no consigue las calificaciones a las que aspira, lo pierde todo. As¨ª funciona, b¨¢sicamente, el portal de apuestas Ultrinsic. Es una especie de casino electr¨®nico abierto para estudiantes de las Universidades de Nueva York y Pensilvania, y que se est¨¢ podr¨ªa llegar en breve a m¨¢s de una treintena de centros superiores en Estados Unidos.
El nuevo curso acad¨¦mico est¨¢ a punto de empezar, y proliferan todo tipos de portales en Internet para ayudar al estudiante a reducir costes, desde el alquiler de libros, la b¨²squeda de alojamiento, el acceso a ayudas hasta buscar un trabajo para pagar el cheque. El planteamiento de Ultrinsic es diferente: motivar con efectivo a los estudiantes a superar sus notas, para ser mejor.
Y como si uno estuviera en Las Vegas, el estudiante que se registra en esta web neoyorquina predice el resultado. La apuesta m¨ªnima es de 25 d¨®lares por asignatura. M¨¢s alta es la nota, m¨¢s dinero. Hasta contempla una especie de seguro, en el caso de que el estudiante fracase al alcanzar el objetivo marcado. Steven Wolf, el creador del portal, insiste que no se trata de apuestas.
As¨ª es, en s¨ªntesis, como funciona. Al registrarse, el estudiante vuelca los horarios de las clases por asignatura y permite el acceso a Ultrinsic a todo su historial acad¨¦mico. La web calcula las probabilidades en funci¨®n de las notas que haya tenido y cualquier tipo de informaci¨®n que le permita determinar el grado de dificultad de las asignatura. Eso le sirva para determinar el premio.
?Es legal? En principio s¨ª. Wolf deja claro que es el estudiante el que controla el proceso, como si se tratara de una inversi¨®n en Wall Street. "Es algo m¨¢s que apostar, es un incentivo", remacha. Pero lo que est¨¢ por ver a¨²n es cu¨¢l ser¨¢ la reacci¨®n de los padres de los alumnos y de los gestores de los centros universitarios en lo que se va implantando este sistema de apuestas a lo largo del cursos.
La ciudad de Nueva York intent¨® hace tres a?os lanzar tambi¨¦n un sistema para premiar el aprendizaje entre escolares de 9 a 10 a?os de edad (cuarto grado) y de 12 a 13 a?os (s¨¦ptimo grado). Se conoc¨ªa como Spark, o "efectivo por notas" entre el p¨²blico. No se traba de apostar, si no de dar una ayuda financiera de hasta 500 d¨®lares en funci¨®n del rendimiento en clase.
Como dijo alg¨²n profesor, el objetivo era alimentar la confianza del joven estudiante, para que mejoraran en lectura y matem¨¢ticas, donde se notaba que m¨¢s flojeaban. Es decir, motivarles a ser competitivos sabiendo que van a ganar m¨¢s dinero si sus notas suben. Al programa, dotado con 6,1 millones de d¨®lares, se acogieron 8.600 familias en 31 centros.
El proyecto estuvo dirigido por la Universidad de Hardvard . Y en un primer momento se pens¨® que era efectivo. La iniciativa se replic¨® en las ciudades de Washington, Chicago y Baltimore. Pero si se esperaba que con un par de cientos de d¨®lares los j¨®venes se pusieran a hincar los codos, gran sorpresa. En realidad no hubo un cambio en el h¨¢bito de estudio.
El programa de dos a?os lanzado por Michael Bloomberg, pensado sobretodo para las familias con menos recursos, aliment¨® un debate sobre si es correcto motivar a los estudiantes con dinero y sobre las implicaciones morales y psicol¨®gicas de esta estrategia educativa. Y cre¨® adem¨¢s la duda de saber que pasar¨¢ con estos estudiantes en el largo plazo.
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